Rosa Torres será la "voz suave" de la presidencia del PSOE de Griñán

El PSOE de Andalucía ya ha despejado los dos nombres del vértice de la nueva Ejecutiva que saldrá del congreso que hoy inician los socialistas en Sevilla. La "voz suave comprensiva y comprensible" que conecte al partido con la ciudadanía, tal como trazó José Antonio Griñán el perfil de la nueva Presidencia del PSOE andaluz, pertenece a la consejera de Cultura, Rosa Torres. Así lo explicaron ayer fuentes de este partido. Y el actual secretario de Organización y hasta ahora número tres de la formación, Rafael Velasco, subirá un peldaño más para convertirse en el hombre fuerte. Anoche aún no estaba claro si Velasco será coordinador general o vicesecretario, el cargo que ha ocupado en los dos últimos años Luis Pizarro.

La elección de Rosa Torres para el cargo puede acelerar la remodelación del Gobierno andaluz, toda vez que una de las premisas que tiene Griñán para su equipo es que quienes estén en el cargo deberán tener dedicación exclusiva. Rosa Torres, natural de Antequera, pertenece a la delegación malagueña, una de las más problemáticas de Andalucía. En este sentido, su nombramiento también puede ser entendido como un guiño a esta provincia. Hasta ahora, el nombre que había sonado con más fuerza era el de la consejera de Bienestar Social, Micaela Navarro, que ha estado en dos ejecutivas federales, con Joaquín Almunia y José Luis Rodríguez Zapatero. De hecho, Velasco llegó a decir el lunes que podría estar "en la mente" de Griñán, aunque nadie la dio por confirmada. También sonó el nombre de Paulino Plata, procedente, como Rosa Torres, de Antequera.

El congreso en el que Manuel Chaves dará el relevo a José Antonio Griñán al mando de la secretaría general del PSOE supondrá una profunda renovación de la dirección del partido, que estará compuesta por gente joven en su mayoría.

Aunque el resto de los nombres se negociará a partir de esta tarde con los secretarios provinciales, Griñán sí tiene en la cabeza las tres condiciones que debe reunir la nueva dirección regional: renovar, reducir y rejuvenecer. La estructura de la Ejecutiva regional es donde se materializará el primer cambio que quiere imprimir al partido tras 16 años de mandato de Manuel Chaves, y lo hará con una importante rebaja en el número de cargos de este núcleo duro. Un recorte que, sin embargo, se verá compensado con la incorporación de personas con dedicación full time; es decir, en exclusiva, lo que dejará fuera de quinielas a los "cargos complejos", categoría en la que entran los alcaldes, consejeros o presidentes de Diputación, pero no diputados ni parlamentarios.

La prueba de esta triple intención está en que una de las dos equis despejadas de esta nueva dirección es la de Rafael Velasco (Palma del Río, 1973), actual secretario de Organización y número tres del partido. Será número dos, bien reforzado en su actual cargo o bien como vicesecretario general, una figura creada en el último congreso celebrado en 2008 y diseñada a medida para el que ha sido uno de sus maestros, Luis Pizarro, la mano derecha de Chaves en todos estos años. Velasco entabló una buena relación con Griñán cuando ambos fueron diputados en el Congreso.

En el camino abierto a una nueva generación política, hay otros nombres de treintañeros que suenan con fuerza. Entre ellos está Luis Nieto (Alcalá de Guadaíra, 1969), coordinador del PSOE-A y que trabajó en la Consejería de Economía codo con codo con el presidente andaluz durante su etapa en esta cartera; la secretaria de Organización del PSOE de Sevilla, Susana Díaz (1974), y Pilar Navarro (Almería, (1977). La nueva dirección contará con cuatro grandes áreas: comunicación, economía, organización y relaciones con la sociedad. A su vez, estas grandes áreas contarán con varias secretarías. La sevillana Susana Díaz podría ocupar el área de Organización.

Con independencia de quienes conformen o no la nueva dirección regional, lo que también quiere el PSOE es que éste sea un "congreso de ideas", aunque, en este caso, se resumen en dos: salir de la crisis y propiciar un cambio de modelo productivo, y ganar las próximas citas electorales. Aparte de un cónclave de ideas, también será de "emociones", porque será el de la despedida de Chaves y el de la llegada de Griñán, y será el de las nuevas tecnologías y la transparencia.