Ronda era la caja de mayor tamaño y morosidad de las cinco que formaron Unicaja

El PSOE dominó aquella fusión y puso al frente a Medel · El nuevo presidente alejó del consejo a sus cuatro colegas

Ignacio Martínez

26 de julio 2009 - 09:17

Ninguna fusión es fácil, pero si alguien tiene experiencia en la materia es Braulio Medel, presidente desde 1987 de la Caja de Ronda, la más potente de Andalucía, que comandó el proceso de concentración de Unicaja en 1991. En esa fusión participaron la Caja de Ahorros de Cádiz, el Monte de Piedad de Almería, la Caja de Ahorros de Antequera, la Caja de Ronda y la Provincial de Málaga.

Entonces las cosas eran más fáciles, por el predominio del PSOE en las cinco cajas concernidas. En vísperas de la fusión, el secretario general del PSOE andaluz, Carlos Sanjuán , y el secretario de Coordinación institucional, Enrique Linde, convocan a un almuerzo en el Café de París de Málaga a los cinco presidentes de Cádiz, Almería, Antequera, Ronda y Málaga: Juvencio Maeztu, Enrique Vázquez, Gumersindo Ruiz, Braulio Medel y Francisco Rodríguez Morales. Sanjuán y Linde comunican a los comensales que Medel es el elegido, pero que todos estarán en el consejo de administración. Había pocas dudas al respecto, por la preparación de la persona designada y por el volumen de negocio de su entidad que era tanto como el resto juntas. También, por cierto era la que más riesgos había corrido y tenía mucha más morosidad que las demás.

Al final del proceso, sin embargo, la instrucción de los jefes del Partido Socialista sobre la composición del consejo no se cumplió. Los presidentes de las fusionadas se marcharon, fueron nombrados directores generales o consejeros delegados de empresas del grupo. El difícil encaje no sólo fue personal. En Almería, la asamblea rechazó en una primera votación la fusión y hubo que repetirla. En Ronda se creó una plataforma contra la integración, capitaneada por los empresarios Miguel Coronel y José Aurelio Fernández Baca, que organizó una manifestación de protesta. En Antequera se aprobó por los pelos.

Los primeros tiempos no fueron fáciles. Seis meses después del nacimiento de la nueva caja, en septiembre de 1991, la quiebra del Banco Europeo de Finanzas, al que la Caja de Ronda le tenía prestada una elevada cantidad, en torno a los 12.000 millones de pesetas, fue un grave quebranto para la nueva entidad. Unicaja se quedó con aquella ficha bancaria que ahora es la marca con la que opera el banco de las cajas andaluzas.

La mayor parte de las cajas fundadoras de Unicaja han tenido relación con la Iglesia, con lo que tampoco esto es una novedad en la actual fusión con Cajasur. La de Cádiz cumple ahora 125 años. Se fundó en el barrio del Pópulo en agosto de 1884. Los artífices del proyecto fueron la Junta de Beneficencia de la provincia, el Ayuntamiento, el Cabildo catedralicio, la Compañía Transatlántica de Navegación y benefactores como Diego Fernando Montañés. La de Almería la fundó en 1900 el obispo José María Orberá y Carrión y una acaudalada almeriense residente en Cataluña, Francisca Giménez Delgado.

En 1904 se creó la de Antequera por el método de suscripción de acciones, promovida por el padre Ferris, sacerdote jesuita. La de Ronda la fundó en 1909, María Teresa Holgado Vázquez de Mondragón, marquesa de Moctezuma. A esta entidad fundadora la representa hoy en el consejo de Unicaja el gerente del Obispado de Málaga. Y la provincial de Málaga fue creada en 1949 por la Diputación. Una nueva fusión con una entidad regida por la Iglesia como a Unicaja entrenada.

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