Rojas Marcos pide a Juanma Moreno que rehaga el 'fake' del Museo de la Autonomía
El ex líder andalucista se revuelve contra el relato historiográfico que convirtió al PA en traidor del 28-F
Hay peticiones sencillas, complicadas, otras difíciles y algunas, hercúleas. Y a esta última categoría pertenece la que Alejandro Rojas Marcos, el histórico líder del Partido Andalucista (PA), ha hecho a Juanma Moreno, al "presidente Juanma": que rehaga la historia oficial del 28-F, en la que su formación figura como traidora de la causa autonomista por pactar con Adolfo Suárez. El "cuerpo del delito", según Rojas Marcos, es el Museo de la Autonomía, la construcción material de un relato donde el PSOE se alza como el partido que consiguió el autogobierno. "Lo que debería ser el santuario del andalucismo es la catedral del PSOE", ha sentenciado. "Hay tres fotos de Blas Infante y 12 de Rafael Escuredo", ha añadido.
Esta petición, formalizada este martes en una rueda de prensa, no dejaría de ser un delirio de un líder histórico si no se considera un antecedente y una presencia. El antecedente: que Juanma Moreno ya accedió a una petición de Rojas Marcos, cuando señaló el 4 de diciembre, el 4-D, como Día de la Bandera Andaluza. Y la presencia: que el director del Centro de Estudios Andaluces (Centra), gestor del Museo de la Autonomía y Casa de Blas Infante, Tristán Pertíñez, ha estado como oyente en esta rueda de prensa.
Rojas Marcos ha reunido en la casa de su fundación a buena parte de los dirigentes del viejo y extinto PA: Antonio Ortega, que fue consejero en algunos gobiernos de coalición de Manuel Chaves; a Miguel Ángel Arredonda, uno de los pioneros del partido; a Antonio Moreno, ex alcalde de San Fernando. Al ex alcalde de Écija, Julián Álvarez, y a quien fuese el último secretario general del partido, Antonio Ruiz. El motivo es el libro que acaba de publicar el historiador José Luis de Villar, con el que intenta desmontar "la fake news que presenta a la autonomía como una conquista del PSOE liderado por Rafael Escuredo". El texto lleva por título 28-F, con un subtítulo revelador: toda la verdad sobre la conquista de la autonomía por el pueblo andaluz.
La acusación de felonía al PA se produjo en los meses posteriores al referéndum del 28 de febrero de 1980. Miles de pintadas aparecieron en los muros de los pueblos y ciudades andaluzas, donde se tachaban de traidores al PA y a Rojas Marcos.
Aunque el resultado del referéndum fue abrumador a favor del artículo 151 de la Constitución, el que posibilitaba una autonomía plena para Andalucía, la provincia de Almería no llegó al listó exigido: debía votar por esta vía más del 50% del censo electoral. El PSOE dudó si seguir adelante, pero Manuel Clavero, entonces ya ex ministro de UCD, y Rafael Escuredo, presidente de la Junta, convencieron a Felipe González y Alfonso Guerra para intentar resolver en el Congreso el asunto de Almería. El PA siempre se mostró a favor.
Adolfo Suárez, en caída libre
Los grupos autonomistas intentaron varias soluciones, pero erraron. Se podía haber repetido el referéndum en Almería, pero se consideró un mal precedente por si Navarra determinaba unirse al País Vasco. La que comenzó a tomar visos de realidad fue la que formularon Clavero y Miquel Roca, por entonces jefe de la minoría catalana. Pasaba por invocar el artículo 144 de la Constitución, que permitía a las Cortes, "por razones de interés nacional", aprobar la iniciativa autonómica de una provincia; en este caso, Almería.
El presidente del Gobierno, Adolfo Suárez, iba esos meses en caída libre. No contaba con el respaldo del Rey ni de parte de la UCD ni de los poderes fácticos, de modo que se sometió a una moción de confianza en octubre. El PSOE ya le había declarado la guerra, pero el grupo andalucista salvó la moción de Suárez, a cambio de que éste aceptase llegar al artículo 151 por la vía del 144.
Suárez no sólo estaba debilitado, su Gobierno se había resistido a la celebración del referéndum y se opuso al 151 durante la campaña electoral. "Andaluz, éste no es tú referéndum", proclamaba el lema del Gobierno, en boca de Lauren Postigo, en todas las radios que se emitían en Andalucía. De este modo, la maquinaria socialista hizo ver a Rojas Marcos como un traidor cuando buscaba una salida que, sí ó sí, debía conducir al autogobierno pleno por la vía del 151.
Finalmente, eso es lo que ocurrió. Andalucistas, centristas, socialistas y comunistas firmaron una proposición de ley para llegar a la autonomía por la opción que daba el título VIII de la Constitución "por razones de interés nacional". El PSOE exigió a Adolfo Suárez que no se citase en el texto el artículo 144, pero la expresión citada era la misma.
Petición al "presidente Juanma"
Rojas Marcos ha solicitado a Juanma Moreno que rehaga este relato, que los saque de los libros de historia como un traidor de la causa. "Clavero salvó la dignidad de la derecha y Rafael Escuredo, la del PSOE, pero de ahí a considerarlos segundos padres de la patria andaluza va mucho. Padre sólo hay uno, por razones políticas e ideológicas", ha declarado Rojas Marcos en relación a Blas Infante.
Sobre la actuación de Juanma Moreno, señaló: "Lo mío no es una propuesta, es un acto de rebeldía; si el presidente Juanma quiere, se hace, ya demostró decisión y sensibilidad para recuperar la fiesta del 4 de diciembre".
Rojas Marcos explicó a este medio que no ha hablado aún con el presidente de este asunto. Preguntado por si cree que el PP asume ahora postulados del PA, el histórico líder respondió que "nos llevan dando pellizcos desde las década de los setenta, el presidente Juanma hace lo que otros han hecho, pero al menos él acepta nuestras decisiones. El PSOE pudo hacerlo, y no quiso". "Si el antiguo poder de los últimos 40 años manipuló, porque era el único que lo pudo hacer, le toca ahora al nuevo poder deshacer esa manipulación", siguió.
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