Ramón Fernández-Pacheco, el preferido de Juanma Moreno
El presidente de la Junta compensa al consejero de Medio Ambiente con Agricultura por el vaciado de su consejería
El almeriense seguirá siendo el portavoz del Ejecutivo y es posible que mantenga las competencias sobre el campo
Moreno aplaza a después de las europeas un cambio que se venía arrastrando desde los nombramientos del Gobierno hace dos años
A Juanma Moreno se le cayeron algunas figuras del cartel del Gobierno que había diseñado para comenzar esta legislatura en julio de 2022, tanto fue el desbarajuste de ultimísima hora que el presidente andaluz retrasó bastante más allá de lo habitual la rueda de prensa donde iba a anunciar la nueva nómina de consejeros. El fichaje estrella del ámbito económico se malogró y el presidente recompuso el gabinete de un modo correcto pero incompleto, de tal modo que era previsible que en esta mandato acometiese algunos cambios. Las elecciones europeas del 9 de junio le han dado esa oportunidad, la salida de Carmen Crespo ha sido la primera pieza de algunos ajustes más que concluirán después de la cita del Europarlamento.
La almeriense Carmen Crespo es una mujer respetada en el PP, de larga trayectoria, pero su gestión al frente de la Consejería de Agricultura había dado problemas desde la legislatura anterior. Los más benevolentes señalaban a algunos miembros de su equipo como los responsables de sus deficiencias, pero es cierto que la titular de Agricultura estaba señalada desde hacía tiempo, así que Juanma Moreno ha convertido en virtud lo que era una necesidad. La elección de Crespo para uno de los puestos de salida del PP para las elecciones europeas es una muestra del poder del presidente andaluz en el equipo de Alberto Núñez Feijóo pero, además, coloca en Bruselas a una mujer que conoce la agricultura andaluza, la política de aguas y los problemas generados por un déficit hídrico que es ya es estructural. La operación es redonda, Crespo se va contenta y el presidente gana una colaboradora leal en Bruselas.
El segundo capítulo es más interesante, porque supone un reajuste de los equilibrios internos en el Ejecutivo. Juanma Moreno ha entregado al consejero de Medio Ambiente, Ramón Fernández-Pacheco, las competencias de agricultura y de agua, de tal modo que, al menos hasta junio o julio, compatibilizará sus funciones anteriores con las de Carmen Crespo. Y, según algunas fuentes del Ejecutivo, es posible que las conserve hasta el final de la legislatura. Tiene tres meses para el rodaje.
"Es su niño"
Ramón Fernández-Pacheco se convierte en responsable de las políticas que más interesan en su provincia y, además, conservará el puesto de portavoz del Gobierno. Esto último no está en duda. Todos los consultados coinciden en la confianza que Moreno ha puesto desde el principio en este político almeriense, 13 años menor que él. Para algunos, los más críticos, es una "devoción". "Es su niño", apunta otro dirigente del PP andaluz.
Cuando Ramón Fernández-Pacheco fue nombrado portavoz, Moreno hacía público su deseo de proyectar en la opinión pública a un consejero mucho más joven que él y que podía tener una carrera de largo recorrido en los gobiernos andaluces. En otros tiempo se le hubiera señalado como un posible delfín.
Pero la Consejería de Medio Ambiente nació pequeña y aún menguó más. A diferencia de lo que ocurre al nivel estatal y europeo, las políticas de aguas no están en Andalucía en el departamento de Medio Ambiente, sino en Agricultura, lo que da cuenta del poder de las organizaciones agrarias sobre este Ejecutivo. Pero es que, además, el consejero de Presidencia, Antonio Sanz, se quedó después con las competencias de la prevención y extinción de incendios, el plan Infoca. Sin agua y si fuego, la Consejería de Fernández-Pacheco era un bonito departamento dedicado poco menos que a los espacios naturales.
Y Fernández-Pacheco tiene mayores capacidades -en eso coinciden todos-, por eso conservará la portavocía y es posible que mantenga las competencias de agricultura de modo indefinido. En todo caso, quizás se desprenda de alguna competencia menor después de junio. Fernández-Pacheco no es un gran portavoz, le cuesta marcar las políticas del Gobierno, no sabe ser duro, pero esa moderación está en la línea de la marca Moreno.
Poco dado a los cambios, llamó la atención que el presidente de la Junta diera a entender el pasado jueves que podría haber más cambios en el Gobierno. Lo que explican las fuentes es que serán pocos, ajustes finos, y que concluirán a final de junio o julio, cuando se conozca el resultado de las elecciones europea. El PP de Alberto Núñez Feijóo se ha fijado en estos comicios como un modo de golpear a Pedro Sánchez después del desconcierto que ha creado su amago de dimisión, aunque los socialistas opinan lo contrario, que es un motivo para movilizar a su electorado.
En este ambiente de cambios, hay quien señala como próxima relevada a la consejera de Salud, Catalina García, pero la titular del departamento más complicado de la Junta está actuando de modo coordinado con Presidencia para resolver los atascos de las listas de espera. Por mucho que la oposición la cuestione, la jiennense cuenta con el apoyo de Moreno. Al responsable de Turismo, Arturo Bernal, le ocurre lo mismo. Su oposición a implantar la tasa turística choca con los intereses de los alcaldes del PP, pero en el Gobierno no quieren destacarse por la creación de una nueva figura impositiva.
Sí queda por resolver el nombramiento de un nuevo consejero, y si éste obedecerá a un fichaje del sector privado, como aquel ejecutivo que se le escapó a última hora, o a la elevación de algún dirigente popular que se haya quedado en otras ocasiones en el tintero, como la gaditana Ana Mestre.
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