Rajoy pide a la militancia del PP que no se avergüence y salga a la calle "con la cabeza alta"
XIII Congreso Regional del PP-A
El Presidente del Gobierno, que ha clausurado un día antes de lo previsto el congreso, afirma que se han tomado decisiones que "no son agradables ni populares", pero se necesitan para "salir del pozo".
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha asegurado que ni su partido ni su Ejecutivo tienen nada de qué "avergonzarse" ante las medidas de ajuste que está adoptando ante la crisis, porque trabaja "en beneficio de los que nos aplauden, de los que se callan e incluso de los que protestan".
Rajoy ha intervenido en la clausura del Congreso del PP andaluz que estaba prevista en principio para mañana, cuando se esperaba la concentración de centenares de personas protestando a las puertas del Palacio de Congresos de Granada, un adelanto que el partido ha achacado a que "no es momento de fiestas y celebraciones".
"No tenéis nada de qué avergonzaros y nosotros en el Gobierno no tenemos nada de qué avergonzarnos. Podéis salir de aquí con la cabeza muy alta y con el orgullo de que no estáis defendiendo los intereses particulares de nadie. Estamos trabajando en beneficio de todos, de los españoles de hoy y del mañana, y en beneficio de los que nos aplauden, de los que se callan e incluso de los que protestan", ha subrayado el presidente del Gobierno.
Rajoy ha señalado que su Gobierno tiene por delante "una tarea gigantesca" pero ha advertido de que se tiene que tener la "firme convicción" de que hace lo que debe hacer, ya que la fuerza del partido y del Gobierno "brota" de la convicción de que se hace aunque no le guste.
"Es la convicción de que estamos cumpliendo con nuestro deber, de que estamos haciendo lo que es preciso hacer y de que éste es el único camino que conduce a la recuperación, al crecimiento y al empleo", ha exclamado Rajoy, quien ha recordado que hay más de cinco millones de parados en España, muchos jóvenes sin trabajar, y muchos que pasan "dificultades, desánimos, dudas y viven con estrecheces".
Ha subrayado que cuando el Gobierno dice que hace lo que tiene que hacer es que está "pensando en ellos", y que por eso adopta decisiones que él sabe "que no son agradables, porque no lo son, no son populares porque no lo son, y desde luego nada fáciles de tomar, son muy difíciles de tomar".
En su opinión, no es agradable para su Gobierno ni subir los impuestos ni reducir los sueldos a los funcionarios "pero pese a ser medidas impopulares, es nuestro deber", por lo que ha admitido que comprende "las frustraciones y el mal humor que provocan los sacrificios" que se le está pidiendo a los ciudadanos
"Pero si no tomáramos estas medidas las cosas estarían mucho peor", ha recalcado el presidente del Gobierno, quien ha recordado que el PP nunca prometió "ni milagros ni brotes verdes", y aunque sabían al entrar en el Gobierno que la situación era difícil su Gobierno se dio cuenta "que era mucho mas difícil".
Ha abogado por seguir transitando para "salir del pozo" y ha añadido que "resolver sin poner remedios, sacrificios y reformas es absurdo, es una pura ingenuidad", porque nadie va a regalar "nada" y lo que se quiera alcanzar "saldrá" del esfuerzo de los españoles y de que el Gobierno "sabe lo que hay que hacer".
Mariano Rajoy ha recordado que durante mucho tiempo se le dijo a los españoles "no lo que les podía ayudar a salir de la crisis, sino lo que era cómodo y agradable de decir y oír", pero sin embargo "disfrazar la realidad y retrasar las reformas solo ha servido para que las tareas se amontonen y que la factura sea más alta".
Ha prometido que dirá "en cada momento" la verdad sobre lo que ocurre, porque la economía exige decir la verdad, y se ha mostrado seguro de que los españoles "no esperan milagros y tienen derecho a conocer la verdad", pero sí ha garantizado que pese a que habrá momentos delicados "saldremos" de esta situación.
El presidente ha lamentado oír fuera de España que los españoles no trabajan, y tras confesar que nunca le gustaron los tópicos e incluso que en algunos momentos no los aguantaba, ha insistido en que el Gobierno sabe el objetivo y las medidas que hay que adoptar, y que la mayoría de los españoles saben que son necesarias.
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