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Rajoy marca el rumbo a Moreno: "El reto ahora es San Telmo"

Congreso regional del PP-A

El presidente del Gobierno pone deberes al nuevo líder del PP andaluz: unidad y gobernar. Moreno inicia la "ola de cambio" con una oferta de pacto por el empleo a la "capitana" Díaz.

Juan Manuel Moreno y Mariano Rajoy. Foto: Juan Carlos Muñoz
Antonio Fuentes

02 de marzo 2014 - 12:37

Mariano Rajoy bendijo la nueva etapa que inicia el PP andaluz con un nuevo encargado de llevar el timón, el malagueño Juan Manuel Moreno Bonilla. Aficionado a los símiles marítimos, Rajoy marcó el rumbo al nuevo aspirante popular a la Presidencia de la Junta: San Telmo, patrón de navegantes y cuya escultura preside la fachada principal del palacio sevillano en el que se ubica la sede de la Presidencia de la Junta de Andalucía.

Moreno Bonilla, de 43 años, tiene el mandato de llevar al PP andaluz a lo que no ha conseguido nadie en la historia de la autonomía: desbancar al PSOE del gobierno andaluz, una mayoría de votos suficiente que rozó Javier Arenas en 2012, su cuarta y última oportunidad.

La "herencia" de las últimas tres victorias en Andalucía (municipales, generales y autonómicas, aunque no consiguiera gobernar) motivó a Rajoy a encargar una nueva "hoja de ruta" a Moreno Bonilla: "El reto ahora es mantener la cuenta de resultados y mejorarla. El reto es San Telmo. Mantener la unidad del partido y su fortaleza, uniendo a más personas a este proyecto, donde no sobra nadie", instó Rajoy.

Para lograr ese reto "apasionante" en el que se embarca el PP andaluz, Rajoy recordó la ventaja de que el propio Moreno Bonilla "deseaba intensamente" estar donde está, así que "tú lo has querido", le dijo, para añadir: "Todos te vamos a ayudar, y yo el primero".

Aunque Mariano Rajoy no se pronunció hasta ayer sobre el turbulento proceso sucesorio del PP andaluz, fue su providencia quien hace diez días autorizó la irrupción de Moreno Bonilla, lo que frustró la opción de José Luis Sanz, hasta ayer secretario general de la formación, alentada por el presidente saliente, Juan Ignacio Zoido, con el viento a favor de la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal.

Rajoy dijo sentirse reconfortado por cómo ha navegado el partido este proceso, "a la altura de las circunstancias" y despejó con un "nunca" cuando los periodistas le preguntaron a su llegada si se han cerrado las heridas abiertas.

Solventada la incógnita andaluza, Rajoy se centró en la situación de la economía española y en exaltar unas predicciones que aventuran que "pronto serán mejores tiempos" y "seguro que la crisis será dentro de poco historia". Tan firme se mostró Rajoy que aseguró que quien niegue el crecimiento lleva "unos anteojos de prejuicios ideológicos trasnochados". La foto fija que describió relata que "aún hay turbulencias, pero el grueso de la tormenta ha pasado, la desconfianza ha pasado para no volver y hay signos de optimismo". Entre esas señales Rajoy avanzó que los datos de empleo de febrero serán mejores con respecto al año pasado.

Previa a la intervención de Rajoy el ya presidente de los populares andaluces, Juan Manuel Moreno Bonilla, anticipó las primeras guías de la que será su dirección.

La "ola de cambio" que pronosticó Moreno Bonilla no ha llegado por el momento al andamiaje de su discurso, donde rechina el lenguaje ya amortizado por su antecesor Javier Arenas. Con Moreno Bonilla volvieron las apelaciones a las reformas, las ofertas de pactos por el empleo a la actual presidenta de la Junta, Susana Díaz, los compromisos enumerados, la incitación a la estrategia de ganar las elecciones en la calle y la petición de una oportunidad. "También yo me la merezco", dijo el popular antes de cerrar una intervención que le había despertado por los nervios a las seis de la mañana, dijo.

Moreno Bonilla ha mantenido en segundo plano en su estreno las acusaciones de corrupción y sólo la nombró al final de su intervención y con la promesa genérica de "acabar con toda la corrupción" y "abrir ventanas".

Por tres veces mencionó a Susana Díaz (una de ellas Díez) y aseguró, también cómodo en términos marítimos, que "todavía hay tempestad y la capitana del barco en Andalucía no sabe salir, se ha puesto el chaleco salvavidas y seguramente nos deje solos en el barco". En su opinión Rajoy sí que está llevando el barco a buen puerto". Entre sus primeras acciones, además de una reunión a la presidenta de la Junta, anticipó la petición de una estrategia industrial para atraer inversiones.

En el acto se proyectó un vídeo biográfico del ya presidente del PP andaluz en el que se destacó el origen jornalero de su abuelo, la emigración de sus padres a Barcelona ("Mi obsesión es que mis hijos no tengan que emigrar") y que emocionó a Moreno Bonilla, cuya madre, hermana, su mujer Manuela y dos hijos (que no aparecieron en pantalla) le han acompañado el fin de semana de su proclamación, además de los tres ministros andaluces a los que ayer se sumaron Soraya Sáenz de Santamaría, José Manuel Soria, Ana Pastor, Ana Mato y los presidentes de Extremadura, José Antonio Monago, y de Murcia, Ramón María Valcárcel.

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