Los Presupuestos de la Junta para 2014 caerán a niveles de 2007

El Gobierno andaluz da por hecho que las cuentas bajarán de los 30.000 millones.

María Jesús Montero, en la comparecencia de Hacienda celebrada el jueves en el Parlamento andaluz.
María Jesús Montero, en la comparecencia de Hacienda celebrada el jueves en el Parlamento andaluz.
Antonio Fuentes Sevilla

21 de septiembre 2013 - 05:04

Por debajo de 30.000 millones. Los encargados de elaborar el Presupuesto de la Junta de Andalucía para 2014 dan por hecho que las cuentas descenderán por debajo de esta cifra. Este año el primer Presupuesto del Gobierno de coalición PSOE-IU se quedó en 30.706 millones, por lo que el recorte previsto es, al menos, de 700 millones para el próximo ejercicio. Desde 2007 las cuentas del Gobierno autonómico no eran tan bajas, cuando contaron con 29.187 millones.

Las fuentes consultadas por este periódico sitúan en torno a mil millones el recorte al que se tendrán que ver abocadas las cuentas de la Junta de Andalucía para el próximo año. Influye la caída de ingresos, pero la incertidumbre se encuentra en las transferencias del Gobierno central, que se examinarán en los primeros días de octubre.

El pasado año la disminución de las transferencias finalistas procedentes de la Administración Central afectó especialmente a los programas de promoción de empleo. También se redujo el Fondo de Compensación Interterritorial, en un 25,6% respecto a 2012. Los ingresos procedentes del sistema de financiación también se vieron minorados en un 5,6%, así como la financiación estatal de la ley de dependencia.

Estas variables hacen "muy aventurado" para algunas fuentes conocedoras de la negociación cuantificar en estos días a cuánto ascenderá el ajuste, aunque se asume que el Presupuesto de la Junta se verá aminorado, como mínimo, en esos 700 millones.

Otras fuentes aproximan a unos 1.300 millones el recorte, aunque esta cifra se pone como techo. Las especulaciones se suceden. Ayer por ejemplo la Coordinadora de ONG de cooperación internacional mantuvo una reunión con el coordinador general de IU, Antonio Maíllo. Al término de la reunión la coordinadora envió un comunicado en el que expusieron que Maíllo se comprometió a que no bajase la partida para cooperación internacional (política dependiente de la Consejería de Relaciones Institucionales que dirige Diego Valderas) y añadieron: "pese al fuerte retroceso de más de 1.300 millones de euros en los presupuestos de la comunidad para 2014". Pese a que desde algunos sectores se traslada que la cifra de recorte rondará esta cantidad, en realidad ahora mismo es una cábala, si bien es cierto que los responsables consultados por esta redacción manejan un Presupuesto a la baja y que caerá por debajo de esa cifra simbólica de 30.000 millones.

También está en el aire cómo mejorar el capítulo de ingresos por otras vías. Si bien IU aboga por incrementar las tasas a las rentas más altas o crear nuevas figuras en el campo de la fiscalidad ecológica, en el PSOE no son favorables e inciden en que la presidenta de la Junta, Susana Díaz, lo ha dejado muy claro: no habrá nuevos impuestos que graven a las familias.

El pasado jueves la nueva consejera de Hacienda y Administración Pública, María Jesús Montero, ofreció pocas pistas al respecto. Montero apuntó que los Presupuestos de la comunidad andaluza para 2014 supondrá llevar a cabo un ejercicio "extremadamente difícil" por el escenario macroeconómico y financiero de "fortísima restricción".

La consejera admitió que el "esfuerzo" estará "al límite del sostenimiento de las políticas públicas". De esta forma, explica que los Presupuestos serán "necesariamente austeros" aunque "equilibrados" para el "sostenimiento del gasto publico" y que permita "mejor asignación de los recursos, eludiendo cualquier desmantelamiento o privatización de servicios públicos".

El portavoz del PP-A en el Parlamento andaluz, Carlos Rojas, consideró ayer que la Junta de Andalucía elaborará unos presupuestos "extremistas" y "pensando en los problemas internos del PSOE", lo que derivará en unas cuentas que serán, según auguró, "las peores de nuestra historia", sin "aportar nada nuevo" y "sin las reformas necesarias".

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