La Policía descarta que el presunto asesino de la anciana de Cádiz contara con ayuda de más personas
El presunto homicida de María Soto, la anciana de 92 años que murió en Cádiz asfixiada con una bolsa de plástico en la cabeza, pasará hoy a disposición judicial después de permanecer dos días en los calabozos de la Comisaría Provincial. Emilio F.I., más conocido en el barrio como Lucy, es la única persona a la que los investigadores relacionan con la muerte de la anciana, a la que atacó con la intención de robar el dinero que la mujer había estado ahorrando durante toda su vida. Un dinero que a la anciana le permitía pensar que tenía las espaldas cubiertas y que Lucy creyó que le solventaría sus problemas con las drogas, concretamente con la heroína, con la que de nuevo se trafica en el barrio, más pura y barata que nunca.
Aunque algunos vecinos aseguran haber oído voces de más de una persona en el interior de la vivienda en la que se produjo el crimen, la Policía considera que Emilio F. I. actuó en solitario y descartan la colaboración de otras personas del barrio.
Al presunto autor de la muerte de la anciana se le ha aplicado el protocolo anti suicidios. La Policía no descarta que Emilio F. I. pudiera llegar a atentar contra sí mismo.
Casi desde el primer momento, los agentes tuvieron pleno convencimiento de la participación de Lucyen los hechos, y en seguida comenzaron a seguir su rastro. Había numerosas huellas del transexual en el domicilio de María Soto. Una vecina que vive frente a la fallecida contó a la Policía que al oír ruído en el piso de la fallecida se acercó a la puerta y le preguntó si se había caído, si se encontraba bien, y oyó que le respondían que no pasaba nada. Lucyconocía a María desde hacía años e incluso le había ofrecido su ayuda en varias ocasiones para limpiar su piso o cuidar de su hermana enferma. Esto le hizo ganarse su confianza hasta el punto de que María le abriera la puerta la noche en que perdió su vida.
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