La ventana
Luis Carlos Peris
Tras el miedo todo fue mucho mejor
Huelva/"Resulta muy improbable que, si hubiera habido sangre de la niña, no se detectara". La Policía Nacional que llevó a cabo la investigación sobre la desaparición y muerte de la pequeña Mari Luz Cortés desde el minuto uno (13 de enero de 2008) hasta la detención de los acusados por el asesinato, los hermanos Santiago y Rosa del Valle (25 de marzo de aquel mismo año), desembarcan en la sala de vistas en la cuarta sesión del juicio.
En la antesala de las periciales (toxicología y expertos de la Científica darán hoy cuenta de los resultados de análisis y muestras), el inspector jefe de la Brigada de Policía Científica de Sevilla -que colaboró en la práctica de pruebas y toma de muestras-, avanzó al tribunal que en la inspección y registro que se realizó en la casa a los cuatro días de la desaparición, ni en el domicilio de los acusados, ni tampoco en el portal del número 1 de la avenida de las Flores ni en el semisótano del edificio (también inspeccionados) se encontraron muestras biológicas o sangre de la niña que apunten a la presencia de Mari Luz en la casa. La pruebas de lumimol (un compuesto químico que se utiliza para detectar trazas de sangre) que se realizaron de forma "selectiva" en el lugar en el que presuntamente pudo morir Mari Luz dieron negativas. En este registro, sólo se encontró un cordón blanco atado en el pasamanos de la escalera y algunas prendas en el sótano (sábanas, camisetas de niño y unos guantes), cuyos resultados se conocerán en la quinta sesión de este martes 22 de febrero.
El equipo científico llegado de Sevilla en apoyo participó también en el examen y recogida de evidencias del vehículo de Rosa del Valle, que supuestamente se utilizó para trasladar el cuerpo de la niña desde El Torrejón a las proximidades del Estero del Rincón. Según este testimonio, el luminol dio también negativo en el caso del coche (se mandaron piezas enteras a examinar), del que en una tercera revisión (después que fuera encontrado el cuerpo sin vida de la niña) se tomaron muestras de los bajos del vehículo de las llamadas tierras raras, en colaboración con el grupo de investigación de Geología Costera de la Facultad de Experimentales de la Universidad de Huelva, para comparar estas tierras con las que se encontraban en la ropa y en el cadáver de la niña.
De hecho, tras el cotejo de estas tierras, los expertos concluyeron que el cuerpo permaneció todo el tiempo en una zona interna de la marisma, en una charca, hasta que e l 7 de marzo de aquel año la corriente y el viento lo sacaron de la zona en la que se encontraba y lo arrastraron hasta el punto en el que fue avistado por los empleados de la Refinería, un recorrido de 5.200 metros.
Las defensas de Santiago y Rosa del Valle trataron ayer de sembrar dudas sobre dos aspectos: una, sobre la inspección del coche y, dos, sobre las supuestas coacciones a las que fueron sometidos tras su detención en Cuenca para arrancar al pederasta una declaración autoinculpatoria. En el interrogatorio, el letrado del presunto asesino provocó la intervención del presidente de la sala y alguna llamada de atención.
En cuanto al coche, el responsable de la investigación, Francisco Durán, indicó que la tercera inspección se llevó a cabo cuando Rosa del Valle ya no estaba en Huelva y dijo desconocer si existía (o no) autorización judicial o de la acusada. Respecto a las supuestas presiones policiales, tanto el entonces jefe de la Policía Judicial como los otros dos inspectores negaron cualquier tipo de imposición al principal acusado ni a su hermana. "Todo se ha hecho con garantías para los detenidos", afirmó con contundencia.
Los mandos de la Policía Judicial de Huelva que pasaron por la sala pusieron de manifiesto la coincidencia espacio temporal de Mari Luz y del hombre que presuntamente acabó con su vida. El joven que les vendió las chucherías a Mari Luz la sitúa en el quiosco poco después de que saliera de su casa (aproximadamente a las 16:40) y afirma que la niña no llega a cruzar la avenida, se descartaron -por falta de credibilidad- los testimonios que la situaron en el otro lado de la calle y un menor vecino de los hermanos Del Valle mantiene que vio a la niña que se acercó al portal.
En una investigación sin precedentes en Huelva, según descripción de la misma Policía, por los medios y el personal que se movilizaron para la búsqueda de la niña, Durán confirmó que se mantuvieron todas las líneas de investigación abiertas (secuestro, accidente y abuso sexual), pero que las miradas siempre estuvieron dirigidas a Santiago del Valle, una vez que se conocieron sus antecedentes por abusos a menores.
La Policía evidenció las contradicciones en las declaraciones del matrimonio Del Valle cuando Santiago e Isabel García fueron detenidos en Granada tres días después de la desaparición de la niña (fueron puestos en libertad por falta de pruebas). En aquella ocasión, la mujer del pederasta dijo que sólo recordaba que se quedó dormida sobre las 14:50 aquel 13 de enero y que se despertó aproximadamente a las 16:00, y que ni su marido ni su cuñada se encontraban en la casa. Santiago del Valle dijo que estuvo en todo momento con su mujer, que lo dejó sin cobertura, y posteriormente indicó a la Policía que salió a tirar al contenedor las heces porque tenían el inodoro estropeado. Rosa lo desmintió.
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