Piruetas matemáticas de los consejeros para vender una inversión menguante

Ante la falta de grandes obras los miembros del Gobierno intentan en sus territorios "provincializar" lo 'improvincializable'

El vicepresidente Diego Valderas, ayer en Huelva.
El vicepresidente Diego Valderas, ayer en Huelva.
J. M. M. P. Sevilla

01 de noviembre 2013 - 05:03

Tal como dijo ayer el consejero de Justicia, Emilio Llera, invertir en obras en estos tiempos de crisis "sería de animales" con "la hambre física" que existe. En efecto, el proyecto de Presupuestos de la Junta de 2014 son unas cuentas de resistencia en las que se salvan, a duras penas, las prestaciones sanitarias, educativas y sociales y se destinan fondos al sustento de los desempleados, aunque a veces se sitúe esto bajo el epígrafe de la formación. Con estas cuentas hay poco que vender y mucho que contar, pero ayer los consejeros se fueron de visita a todas las provincias con la intención de explicar en cada territorio las inversiones. Es lo que se llamaba "provincializar" el Presupuesto, un listado de sumas de millones de euros por provincias, una nómina de nuevas obras, de carreteras por acabar y hospitales que construir. Pero eso, como las inversiones, se esfumó con la crisis económica y las imposiciones del déficit. La inversión real de la Junta ha caído este año un 13% al situarse en los 3.305 millones de euros; en cinco años, la cantidad se ha disminuido a la mitad.

Aun así, los consejeros fueron a las provincias, y algunos realizaron verdaderas piruetas matemáticas para vender lo invendible, de ahí que haya que agradecer la sinceridad de De Llera, a quien sus declaraciones le van a costar un día un gran disgusto. O no, que ya se sabe que el paso de este fiscal por la política tiene su límite.

Diego Valderas, en Huelva, en su provincia, utilizó el término inversión social, y aseguró que ese territorio va a recibir en 2014 un total de 1.104 millones de euros en eso, en inversión social. Según Valderas, el gasto social de la Junta por habitantes es de 2.011 euros, aunque para hacer ese cálculo, presumiblemente, coge 17.000 millones sin contar capítulo 1 y lo divide por número de habitantes.

Valderas fue, junto al consejero de Presidencia, Manuel Jiménez Barrios, el viajante más político, los que se esforzaron por dar una cifra concreta de inversión, aunque, ciertamente, ésta obedezca a un concepto que poco tiene que ver con las obras y las carreteras. En Cádiz, la provincia de Jiménez Barrios, la Junta va a invertir 300 millones de euros en políticas de empleo, aunque en proyectos de obras no habrá más de 60 millones de euros. Jiménez Barrios definió el presupuesto como de "asfixia" más que de "resistencia".

No obstante, es cierto que los consejeros han hecho lo que han podido y han evitado cometer errores pasados, como cuando la suma en inversiones que cada uno vendía en su provincia superaba al total del Presupuesto. Aquello marcó un final en la provincialización de las cuentas y, desde entonces, los gobiernos han sido más cautos.

La consejera de Medio Ambiente, María Jesús Serrano, contó que Almería recibiría 26 millones de euros en infraestructuras relacionadas con el agua, y la de Salud, María José Sánchez, pudo explicar en Granada las inversión real de la Junta en el campus de la Salud. En Córdoba, el consejero de Turismo, Rafael Rodríguez, admitió lo obvio, que el Presupuesto no da para más, y en Málaga, el titular de Economía, José Sánchez Maldonado, pudo, por fin, vender una obra: el Metro, dotado con 70 millones de euros.

Las únicas obras de entidad que recogen los Presupuestos son, en efecto, la de los metros de Málaga y de Granada. Este último recibirá algo menos: 30 millones.

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