Pedro Sánchez inaugura el AVE que une Madrid y Granada en tres horas

El tren de Alta Velocidad (AVE) ha llegado a Granada pasado el mediodía de este martes, cumpliendo con el horario previsto, tras la puesta en servicio de una nueva línea de 122 kilómetros de longitud entre Antequera y la capital andaluza que, de esta forma, deja atrás años de retrasos para la puesta en marcha de esta infraestructura y problemas en la conexión ferroviaria con los principales destinos.

El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ha presidido este viaje inaugural del nuevo trayecto desde la estación de Atocha de Madrid, que Renfe pone en servicio comercial para los viajeros, al igual que el de Barcelona, este próximo miércoles.

En el AVE, que ha salido de Madrid a las 09:15, Sánchez ha viajado acompañado del ministro de Fomento en funciones, José Luis Ábalos; del secretario de Infraestructuras, Transporte y Vivienda, Pedro Saura; la presidenta de Adif, Isabel Pardo de Vera; el presidente de Renfe, Isaías Táboas, y el vicepresidente del Congreso de los Diputados y miembro de la Ejecutiva Federal del PSOE, el sevillano Alfonso Rodríguez Gómez de Celis.

En Antequera, donde Sánchez ha descubierto una placa conmemorativa en la Estación de Santa Ana, se han incorporado a la comitiva, sobre las 11:30, el presidente de la Junta, Juanma Moreno, junto con la consejera de Fomento, Infraestructuras y Ordenación del Territorio, la granadina Marifrán Carazo, así como la secretaria general del PSOE-A, Susana Díaz.

Ahorro de tiempo

De esta forma, reducirá en casi una hora (en unos cincuenta minutos) el tiempo de viaje que ofrece el actual sistema de transporte a Madrid, que combina trayectos en tren y autobús, y en una hora y veinte minutos el que en su día invertía el tren Altaria.

En cuanto a la conexión entre Granada y Barcelona, la Alta Velocidad supondrá un tiempo de viaje de unas seis horas y media.Renfe comienza a explotar el trayecto AVE con una oferta inicial de tres circulaciones diarias por sentido entre Madrid y Granada, y una entre la ciudad andaluza y la Ciudad Condal.

El precio del billete será de 80,30 euros en el caso de una plaza sin descuento para viajar en clase 'Turista' en el tren entre Madrid y Granada. El del trayecto desde esta ciudad hasta Barcelona costará 118 euros.

El AVE llega a Granada tras casi diez años de obras que han superado distintas dificultades, entre ellas, la paralización de parte de los trabajos por distintos problemas y sobrecostes, y un periodo de supresión de toda conexión ferroviaria de la ciudad.

Segundo mayor viaducto del AVE

El nuevo trayecto de 122 kilómetros de AVE que se estrena el martes para conectar Granada a la actual red AVE de 3.100 kilómetros, la segunda mayor del mundo, ha supuesto la construcción de siete túneles, uno de ellos de 3,3 kilómetros de longitud, y de 31 viaductos.Entre estos viaductos figura el segundo más largo de una línea de Alta Velocidad, por detrás del construido sobre la vega del río Guadalete en la línea Sevilla-Cádiz.

Se trata del viaducto de Archidona, una infraestructura de 3,15 kilómetros de longitud, construida por exigencias medioambientales, que parte de un túnel y 'sobrevuela' los campos de olivos bajo la Peña de los Enamorados.

La conexión AVE a Granada es la primera que se pone en marcha en España en casi año y medio, desde que en enero de 2018 se inaugurara el enlace entre Valencia y Castellón.

Además, supone una nueva extensión de la red AVE hacia el Sur después de dicha conexión en Levante y de que tres años antes, en 2015, avanzara hacia el Norte con la puesta en servicio ese año de las líneas que unen Valladolid con Palencia y León primero, y posteriormente la Olmedo (Valladolid)-Zamora.

El AVE llega a Granada mientras se sigue trabajando para que recale también en Murcia y Burgos, en la construcción de las líneas a Galicia, a Extremadura y al País Vasco, y en los corredores Atlántico y Mediterráneo. Además, se ultima el túnel AVE que cruza Madrid para unir las estaciones de Atocha y Chamartín, el que permitirá viajes transversales sin parar o cambiar de tren en la capital.