El PSOE se rinde ante su líder
El resto del tintero
SOSTIENE una sentencia socialista que en los congresos del PSOE se sabe cómo se entra, pero no cómo se sale. Se puede llegar con aspiraciones de obispo y salir con el ropaje de un monaguillo. Menos éste, claro. El congreso que los socialistas andaluces celebrarán el fin de semana próximo en Granada tiene el guión escrito, que no es otro que el de la confirmación de Susana Díaz, que orgánicamente sólo es secretaria provincial de Sevilla, como secretaria general andaluza y una de las líderes federales. Y es que si para algo sirvió la Conferencia Política del PSOE es para certificar que Díaz se ha convertido en uno o el referente de su partido. "Ha entrado como un cuchillo en mantequilla", explica con certera comparación un antiguo crítico con José Antonio Griñán que, como todos, forman parte ya de las filas del susanismo. Granada será el bautizo con todos los invitados, no hay barón regional que vaya a faltar ni miembro de la dirección de Ferraz.
Este medio ha hablado con casi todos los secretarios provinciales del PSOE, y la respuesta, respaldada por otras fuentes, ha sido la misma: todo se ha dejado en manos de Susana Díaz, que podrá confeccionar la nueva Ejecutiva a su antojo, y que sólo hablará de ello conforme avance esta semana, si no el mismo viernes. O el sábado. Todos esperan que Díaz actúe del mismo modo que cuando conformó su Gobierno: un domingo, oculta en un lugar no relevado, fue llamando a los elegidos sin que apenas se filtrase algún nombre. La naturaleza de la elección, sin embargo, es distinta: una presidenta de la Junta tiene absoluta libertad para nombrar a sus consejeros; una secretaria general debería consultar y llegar a acuerdos, pero esta vez parece que el PSOE se rinde a la que consideran su líder con el convencimiento de que contentará a todos. Y si no, pues también. No la discute nadie.
El congreso oficializará un cambio que ya se ha producido. Griñán, ex presidente andaluz y aún secretario general, cede el testigo del partido a Susana Díaz, pero ésta ya lo tiene. Sólo hubo que ver lo que ocurrió en la Conferencia. Griñán ha dado un paso atrás de los de verdad y, prácticamente, es un desaparecido en la escena política andaluza.
La Ejecutiva de Susana Díaz será, por así decirlo, ecuménica, con representantes de todas las provincias, familias y tendencias. Ecuménica con una sola papisa, porque la opinión generalizada en el PSOE es que "ella -explicó un viejo líder- va a ejercer de secretaria general, no va a tener a un segundo en San Vicente como en su día tuvieron Griñán o Manuel Chaves". En el ecumenismo caben todos: los críticos de Jaén, que apoyaron a Susana Díaz en las primarias, aunque se le rebelaron a Griñán en el congreso de hace un año en el Tollo, en Almería; los de Cádiz, todos los diferentes tipos de críticos de Cádiz, porque o apoyaron a Díaz en la sucesión o han terminado por caer convencidos; los de Málaga e, incluso, los pocos que queden en Almería. Algunos de éstos entrarán en la nueva dirección socialista. De ahí, lo del ecumenismo.
La idea expresa de la presidenta es que su Gobierno lo confeccionó sin compromisos, porque dejó la devolución de los apoyos recibidos para la formación de la Ejecutiva.
La única incógnita es la de Mario Jiménez, actual vicesecretario general. Aunque Díaz no se ha pronunciado, ni en privado, sobre ello, Mario Jiménez ha explicado que la nueva secretaria general debe tener toda la libertad para conformar su equipo, tanto si él sigue como si no. Pero en el PSOE nunca se han heredado los puestos de vicesecretarios generales, son nombramientos muy personales del líder. Chaves tuvo a José Asenjo, para ganarle a los guerristas en Málaga, y a Mar Moreno, señalada para frustrada sucesora; Griñán nombró a Rafael Velasco porque el congreso de 2010 se le complicó un poco con overbooking y, después, a Mario Jiménez, para que él y Susana Díaz, de consejera de Presidencia, se repartiesen los papeles: San Telmo y Ferraz.
¿Seguirá Mario Jiménez con Susana Díaz? Parece que no, o al menos eso se ha intentado. Desde hace meses, el PSOE andaluz quiere que Mario Jiménez entre en la Ejecutiva federal de Madrid. O no ha habido hueco o no ha existido la premura hasta este momento. Algunas fuentes apuntan a que Antonio Hernando, actual secretario de Políticas Institucionales, se marchará a vivir a Panamá, y que ese cargo pudiera ser para Jiménez, uno de los dos jóvenes cachorros de Griñán que han sobrevivido a estos años.
En el año 2010, cuando Griñán sucedió a Chaves al mando del partido, dejó caer los puestos de dirección sobre tres jóvenes: Mario Jiménez, que pasó a ser portavoz parlamentario; Susana Díaz, secretaria de Organización, y Rafael Velasco, vicesecretario, que dimitió posteriormente a causa de unos cursos que impartió una academia de su mujer y que cogió las maletas hacia un país sudamericano donde ha iniciado una nueva y satisfactoria vida.
Aunque ha existido rivalidad entre Díaz y Mario Jiménez, es cierto que el onubense ha sido bastante leal con la presidenta y no ha tomado decisiones por su cuenta. Pero una cosa es esto, y otra que Susana Díaz herede el grueso de la Ejecutiva de Griñán: Amparo Rubiales, de presidenta; Mario Jiménez, de segundo, y Juan Cornejo, en Organización. Sólo este último parece que se quedará, puesto que es eficiente y no "emergente".
El liderazgo de Susana Díaz no gusta, precisamente, de valores "emergentes", es como su propio Gobierno, donde hay personas trabajadoras, pero carentes de otras ambiciones que no sean la de acompañar a la presidenta en este tránsito. Es posible que Amparo Rubiales, amiga persona del Griñán, decida retirarse también. Así que la nueva Ejecutiva será ecuménica, sin grandes valores emergentes e, incluso, un tanto gris, hecha para trabajar. Sólo habrá que esperar a ver quién es el portavoz.
Al congreso de Granada se han apuntado todos los secretarios de federaciones del PSOE y la mayor parte de la dirección de Rubalcaba, que cerrará el cónclave el domingo. "La pregunta no es quién viene, sino quién no viene", aseguran desde la organización del congreso. Está previsto que la apertura corra a cargo de alguna personalidad socialista, aunque Felipe González no estará porque se encuentra fuera de España. Habrá dos foros, uno sobre igualdad en general, no como concepto de género, y otro sobre economía y empleo, que contará también con destacados ponentes. Esta alta presencia de dirigentes socialistas nacionales van a convertir al cónclave en la aceptación de Susana Díaz como una de las líderes federales del PSOE.
Hasta quienes hasta el pasado fin de semana la veían en Andalucía con escepticismo admiten que su paso por la Conferencia Política la ha convertido en un referente nacional bien visto por todo el socialismo español. "Si quisiera, podría ganar unas primarias", comenta una de las personas que estuvo en Madrid. Sin embargo, los planes de la presidenta pasan por afianzarse en Andalucía, ganar unas elecciones autonómicas.
En este momento dulce que vive el PSOE andaluz, sin embargo, nadie se ha puesto a pensar que llevan tres elecciones sin ganar: locales, generales y autonómicas. Las europeas de mayo serán una primaria prueba con fuego real para el liderazgo de Susana Díaz. Si en estos comicios, el PP vuelve a ganar en el sur, nada, nada habría cambiado.
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