El PSOE busca fórmulas para que el Parlamento repruebe a Aguirre
Mario Jiménez se estrena como portavoz socialista con voluntad de diálogo con la oposición
El PSOE no quiere de ninguna manera que se quede sin un rechazo "contundente" e institucional el "pitas, pitas, pitas" con el que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, pretendía menospreciar a Zapatero y su idea de rebajar en Andalucía las peonadas PER por el temporal, aunque de rebote su expresión acabara en "ofensa" a los andaluces. Para el próximo pleno, los socialistas andan buscando la fórmula para que el Parlamento rechace estas declaraciones de las que Aguirre no termina de retractarse: aún no ha pedido formalmente disculpas, salvo que se quiera considerar como tal el "máximo respeto" que dice sentir hacia la comunidad.
Lo que parece perseguir el PSOE es que sea el PP-A quien se retrate y se sume a la reprobación, y no vuelva repetirse lo que pasó con el eurodiputado popular Aleix Vidal-Quadras, cuando llamó "cretino integral" y "subnormal profundo" al padre de la patria andaluza, Blas Infante. En una doble iniciativa, aparte de censurar sus insultos, se pedía su renuncia al acta de eurodiputado. Los populares acabaron aceptando sólo la primera parte y con condiciones, porque instaba además a la Cámara a no ser injusta y aceptar sus disculpas. Unas excusas que llegaron también de toda la plana mayor del PP andaluz y hasta del propio Mariano Rajoy, que llegó a enviar una carta al entonces presidente andaluz, Manuel Chaves. Esto, por ahora, no ha sucedido con Aguirre.
La iniciativa contra la presidenta madrileña será tratada hoy en la Junta de Portavoces en la que se estrenará como portavoz del Grupo Parlamentario socialista el secretario provincial del PSOE de Huelva, Mario Jiménez, quien ayer anunció que habrá una "campaña" que no se quedará en la Cámara -en algunos ayuntamientos y diputaciones ya se han presentado mociones- . Para Jiménez, el problema de los populares es que estas palabras esconden la "visión negativa" de Andalucía que tiene la derecha y ante la que su líder en la comunidad, Javier Arenas, no reacciona, sino que actúa de "notario", y advirtió que cuando a Andalucía se le trata de "gallina", esta saca los "espolones" para defenderse.
Tras hacerse cargo de la portavocía, y siguiendo la directriz marcada por Griñán del "discurso en positivo", Jiménez aseguró que su grupo es "garantía" de diálogo y trabajo para que "los temas importantes para Andalucía salgan adelante", como es el acuerdo anticrisis que se está negociando o la renovación de la Cámara de Cuentas. Con esta disposición, quiso aplacar los recelos que entre la oposición ha despertado su nombramiento, ya que Jiménez siempre ha estado en la línea de fuego más dura de la actividad parlamentaria.
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