El PSOE andaluz pide a Ferraz más rotundidad contra Podemos
El PSC se acerca a los morados al unirse al gobierno de Ada Colau Los acuerdos en las alcaldías y en los ejecutivos autonómicos suponen un prólogo a un posible Gobierno mixto
AL PSOE andaluz le gustaría que Ferraz se emplease con mayor contundencia contra Podemos durante esta campaña electoral. Que lo enmarcarse bajo el concepto de un partido de izquierda radical, salpicado de viejos comunistas como Julio Anguita y Manuel Monereo y que lo golpease una y otra vez como el aliado que ha fomentado el PP para destruir al PSOE. Es más, la dirección de Susana Díaz quiere que el candidato Pedro Sánchez se pronuncie con nitidez sobre la inconveniencia de un posible Gobierno de coalición entre el PSOE y Unidos Podemos. Que lo descarte. Dirigentes del PSOE andaluz han transmitido a Ferraz esta semana esta preocupación, sin que hasta ahora hayan recibido una respuesta clara. La preocupación de los andaluces ha aumentado en los últimos días, después de que el PSC haya decidido entrar en el gobierno municipal de Ada Colau en Barcelona y de que en Madrid duden si integrarse en el de Manuela Carmena.
Mientras que Susana Díaz se ha erigido en la barrera contra Podemos desde dentro del PSOE, la mayor parte de los barones territoriales se apoyan en los morados, aunque en Andalucía le ocurre lo mismo a las alcaldesas de Jerez y Córdoba y al regidor de Granada. El PSOE andaluz se opone a una coalición de Gobierno con Podemos y así lo defenderá tras las elecciones sin los resultados son similares a los del 20 de diciembre, pero de momento tampoco lo explican en alto. Por eso, esperan que sea Madrid quien le indique cómo dar el paso. Si lo da, claro. La presidenta andaluza prefiere seguir sin pronunciarse sobre este extremo, aunque el pasado miércoles dejó claro, durante su intervención en un desayuno informativo, que Pedro Sánchez necesita, en su opinión, una victoria para gobernar. Al ser interrogada en el hotel Ritz sobre el acuerdo con Podemos tras el 26-J, Díaz respondió: "¿Con qué Podemos? ¿Con el que apoya a gobiernos progresistas o el que defiende la violencia?". La teoría de las diversas almas de Podemos, aun siendo cierta, es de momento una buena contestación para no responder a la exactitud de la pregunta.
El caso es que Pedro Sánchez se encuentra atrapado: ni PP ni Podemos, aunque estos últimos son los únicos que podrían darle un Gobierno. El candidato socialista, explican fuentes desde Ferraz, ha quedado muy decepcionado con Pablo Iglesias, no se fía de él y, además, considera que le ha engañado durante las negociaciones. No se trata, por tanto, de que Sánchez sea un socialista más cercano a Podemos que Susana Díaz, es que es su única opción para entrar en La Moncloa, lo que constituye un verdadero quebradero de cabeza para los socialistas. La dirección andaluza del PSOE cree, además, que los últimos fichajes de Unidos Podemos fijan a esta formación como un remake de la Izquierda Unida de Julio Anguita, un partido radicalizado lejos de la formación transversal con la que soñó Íñigo Errejón. Diego Cañamero en Jaén y Manuel Monereo en Córdoba representan a la extrema izquierda y, según los socialistas andaluces, esto debe servirles para fijar a Podemos como un partido neocomunista.
Monereo fue militante del PCE, pero lo dejó para integrarse en el partido de Ignacio Gallego, que era prosoviético y que abjuraba del eurocomunismo de Santiago Carrillo. Cañamero viene del Sindicato Andaluz de Trabajadores y protagoniza durante estos días una protesta para sacar de prisión a Andrés Bódalo, el concejal de Podemos que arrastraba varias condenas por agresión: la última, a un regidor de Jódar. En definitiva, que Unidos Podemos se ha dado un viejo barniz por cuenta propia, más allá de su alianza con Izquierda Unida, que sólo ha colocado a dos candidatos en puestos seguros en Andalucía, aunque hay otros cuatro con opciones.
La cifra que asusta al PP, y que se malicia una parte del PSOE es la de 170 escaños. Si Pedro Sánchez se mantiene en los 90, o baja en unos pocos escaños, y Podemos sube gracias a su coalición con IU, entre ambas formaciones pueden sumar una cifra cercana a los 170 diputados. Si es así, Pedro Sánchez se podría ver tentado de gobernar con Unidos Podemos bajo determinadas condiciones. Otros dirigentes socialistas, y notables del pasado, se oponen a esta fórmula, creen que en Podemos hay fuerzas liberticidas y que bajo ningún concepto pueden gobernar España con ellos. Pero nadie en el PSOE responde a esta pregunta: ¿qué ocurriría si la suma de escaños entre PSOE y Unidos Podemos supera a la de PP y Ciudadanos? Este cronista ha hecho esta pregunta a varios dirigentes socialistas, y las respuestas son vagas. Habrá que trasladarse a la noche del 26 de junio y ver los resultados, aunque la opinión mayoritaria es que esta vez sí debe haber un pronunciamiento rápido y certero: o Sánchez tiene opciones reales de gobernar o deja paso a otros. España no se puede permitir un verano de tanteos como los vividos desde diciembre.
Hasta el momento, a lo que apuntan los sondeos es, precisamente, a un adelanto de PSOE y Podemos sobre PP y Ciudadanos, aunque también dan a los morados por encima de los socialistas. Si es así, si Unidos Podemos adelanta al PSOE en votos o en escaños, no habrá opciones para Pedro Sánchez ni para el Gobierno de coalición: esa noche se acabará todo, los socialistas irán a un congreso para elegir un nuevo líder y a la oposición para reflexionar.
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