Congreso PSOE-A

El PSOE-A busca en Torremolinos el vigor perdido

  • Los socialistas afrontan el XIV Congreso, el primero en la oposición, en pleno proceso de reconstrucción

Ángeles Férriz atiende a los medios en el palacio de congresos de Torremolinos

Ángeles Férriz atiende a los medios en el palacio de congresos de Torremolinos

El PSOE de Andalucía vuelve a sus inicios para intentar recuperar el vigor perdido en los últimos años. El partido que ahora lidera Juan Espadas celebrará su XIV Congreso en el mismo lugar donde celebró el primero de su historia, en la localidad malagueña de Torremolinos. “Será el primero con el PSOE en la oposición”, admitió hace unos días Ángeles Férriz, la portavoz parlamentaria, en la presentación del cónclave de este fin de semana, que servirá para medir hasta qué punto el alcalde de Sevilla se ha hecho con el control de la formación del puño y la rosa desde su victoria en las primarias y, en definitiva, cómo será su labor de oposición y su proyecto para las próximas elecciones andaluzas.

El congreso de Torremolinos, al igual que todos estos actos orgánicos, tiene por misión servir de revulsivo al partido que lo organiza. No hace ni cuatro meses de la proclamación de Juan Espadas como líder de la formación después de que ganase las elecciones internas a Susana Díaz con el 55% de los apoyos. El problema para los intereses del regidor sevillano es que dentro de esa mayoría que lo aupó al liderazgo del PSOE hay familias enfrentadas en sus provincias que, una vez que pasaron las elecciones internas volvieron a la pugna interna. Esa inestabilidad ha obligado a Espadas y sus afines a afanarse en intentar pacificar, en lo posible, las disputas territoriales para llegar al cónclave de este fin de semana con la mayor tranquilidad posible.

La estrategia de Espadas para desatascar la situación ha sido apostar por el consenso, por favorecer acuerdos en esas provincias donde las familias estaban más enfrentadas, aunque con matices. El paso atrás de los líderes del PSOE en Málaga, Córdoba, Sevilla y Cádiz es un gesto en busca de esa concordia y el premio, si puede llamarse así, es que Espadas los incluirá en la Ejecutiva que saldrá de Torremolinos por esa disposición a la distensión. Estos nombramientos adquieren mayor relevancia si se tiene en cuenta que tres de los cuatro dirigentes apoyaron a Susana Díaz en las primarias de la pasada primavera.

Especialmente llamativo es el caso de Verónica Pérez, secretaria general del PSOE de Sevilla, la mayor federación socialista de España, y una de las integrantes del equipo más cercano a la ex presidenta de la Junta, hoy senadora por designación autonómica. Su movimiento buscaba favorecer una lista de unidad entre las familias que apoyaron a Espadas en las primarias, pero también entre quienes estaban, como ella, en mayor o menor medida.

En Cádiz y Málaga ha ocurrido algo similar, mientras que en Córdoba la pugna entre familias no era tan virulenta y la salida de Antonio Ruiz tiene otros matices. El líder malagueño, José Luis Ruiz Espejo, será quien presida el XIV Congreso –otro gesto de Espadas con alguien que estuvo con Díaz– y también ha dado un paso atrás en busca de un acuerdo que parece probable. En Cádiz el tablero sigue complicado a pesar de que Irene García, líder del partido y presidenta de la Diputación, no se presentará a la reelección en diciembre. El alcalde de San Roque, Juan Carlos Ruiz Boix, mantiene su aspiración, pero el regidor de Rota, Javier Ruiz Arana, es el señalado por Espadas para dirigir la provincia. En Huelva, donde también se mantiene el conflicto, Espadas también tiene una preferida, María Eugenia Limón, presidenta de la Diputación, aunque todavía no está claro si el alcalde de la capital, Gabriel Cruz, presentará su candidatura.

Como es habitual Jaén ha llegado a un acuerdo y Francisco Reyes seguirá al frente del partido, mientras que en Almería la mayoría sigue estando controlada por su líder provincial, que apoyó a Susana Díaz en las primarias. A pesar de que los distintos nudos provinciales están empezando a desatarse, si no lo están ya en la mayoría de territorios, hace no tanto que Granada era la única agrupación donde las aguas bajaban mansas. El reflejo de esa placidez, además de la apuesta de Espadas por reforzar los vínculos con la Andalucía oriental, es la elección del histórico Manuel Pezzi como presidente del PSOE andaluz y de un alcalde granadino, Noel López, como secretario de Organización.

López tendrá que compartir sitio en la cúpula con Ángeles Férriz, portavoz parlamentaria, que será también vicesecretaria general. Espadas recupera así el puesto que ostentaron el cordobés Rafael Velasco antes de caer en desgracia y la también jiennense Mar Moreno, señalada como delfina de Manuel Chaves. El alcalde de Sevilla, que sigue sin desvelar cuándo dejará el bastón de mando de la capital, ha utilizado estos nombramientos para hacer equilibrio de fuerzas y tener así más margen de maniobra para gestionar el partido. Aún así, habrá que atender el porcentaje de aprobación que recibirá su ejecutiva, ya que en el PSOE de Andalucía hay un porcentaje variable, pero endémico de disidentes.

No se puede decir que hoy Juan Espadas tenga frente a sí a esos críticos, pero hay quien todavía, en privado, no entiende la apuesta por acordar los Presupuestos de la Junta con el Gobierno de PP y Ciudadanos, a pesar de los bandazos. “Juan Espadas nos ha demostrado a todos su capacidad”, dijo ayer Férriz en una visita a las instalaciones donde se celebra desde hoy el XIV Congreso. La futura número dos del partido destacó su forma de hacer política al “tender la mano” al Gobierno andaluz para tratar de llegar a un acuerdo sobre los presupuestos de Andalucía, “no por el PP, sino por Andalucía”.

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