El PP andaluz renovará toda su presencia en la dirección de Feijóo
Todos los integrantes que Pablo Casado tenía en su núcleo habían apoyado, en su momento, a otros candidatos diferentes a Juanma Moreno
No habrá cambios en el partido Andalucía, donde todos los presidentes provinciales apoyarán a la nueva dirección, sólo hay dudas en Sevilla
No habrá purgas en el PP andaluz después de que el presidente Juanma Moreno, de la mano de Alberto Núñez Feijóo, se haga con el control de la dirección nacional. Cuando Pablo Casado anunció que se marchaba, casi todos los presidentes provinciales del PP de Andalucía expresaron a Moreno que apoyarían a Feijóo en el próximo congreso extraordinario. Moreno ejerce el poder orgánico como su Presidencia en la Junta, le repelen de los conflictos, pero tampoco puede permitir que el PP proyecte ante la ciudadanía problemas internos cuando quedan meses para unas elecciones en las que Vox juega a ser el partido que recoge el enfado de la opinión pública con los políticos.
Sí cambiarán todos, o casi todos, los andaluces que forman parte de la dirección de Pablo Casado, ya que el líder saliente no integró en Génova a quienes habían apoyado que Juanma Moreno cuando fue designado candidato a la Presidencia de la Junta.
A excepción de los líderes de Málaga y de Huelva, el resto de presidentes fueron elegidos a petición o de acuerdo con Génova, cuyo secretario general, Teodoro Garcia Egea, quiso ejercer un fuerte poder provincial para asegurarse el nacional. El de Cádiz, Bruno García, optó por no asistir a una reunión que se celebró en la sede de Génova horas antes de la dimisión de García Egea. No obstante, cuando Casado hizo pública su voluntad de marcharse, los presidentes entendieron que había que cerrar todas las heridas, ponerse al lado de Moreno, con Feijóo, y dejarse de aventurerismos con candidatos alternativos. Sólo sigue existiendo un problema con la dirección de Sevilla, en cuyo congreso provincial se hizo más visible la debilidad orgánica de Juanma Moreno.
La impresión que se extrae en el PP de la reunión de la Junta Directiva Nacional del pasado martes es que Pablo Casado ha sabido mantener las formas, aunque perdiese su guerra contra la madrileña Isabel Díaz Ayuso. Es más, la presidenta de la Comunidad de Madrid quiso ahondar en la herida en esa reunión, al solicitar la expulsión de quienes le habían criticado por los contratos de una empresa ligada a su hermano.
Pablo Casado ganó el congreso del PP de julio de 2018 a Soraya Sáenz de Santamaría, que fue la candidata de Juanma Moreno y de una parte del PP andaluz. El otro estuvo con María Dolores de Cospedal y, cuando está se cayó como aspirante en las elecciones de los militantes, pasaron a apoyar a Casado. Una vez que fue elegido presidente nacional del PP, no integró en su dirección a algunos de los nombres que apostaban en Andalucía por un candidato que nadie preveía que se convertiría en presidente de la junta.
En la dirección de Casado están, hasta el congreso, la malagueña Esperanza Oña, el cordobés José Antonio Nieto, el sevillano Juan Ignacio Zoido, el gaditano José Ortiz, el almeriense Javier Aureliano García y el consejero de Hacienda, Juan Bravo. Oña y Ortiz apoyaron al candidato desde el principio, casi fueron los únicos casadistas originales en Andalucía, mientras que el resto provenía del ámbito de Cospedal. Un caso diferente es Bravo, que provenía de Ceuta, y que fue nombrado consejero de Hacienda una vez que dimitió el primer designado por Moreno.
Estas personas no ha constituido una oposición a Moreno como presidente de la Junta. Bravo ha sido uno de sus consejeros más efectivos y Nieto ha mantenido una buena labor como portavoz parlamentario, pero el líder andaluz contará ahora en Génova con personas de su entera confianza.
El resultado de las elecciones andaluzas de diciembre de 2018 y la llegada de Juanma Moreno a la Presidencia de la Junta lo hicieron más fuerte ante Casado, con quien mantuvo unas buenas relaciones, aunque no estuvieron exentas de desencuentros en el plano orgánico. Fue Génova quien se empeñó en poner de número uno por Huelva a Juan José Cortés, un hueco que había dejado la ex ministra Fátima Báñez, muy apreciada por los populares andaluces.
Es significativo que el sevillano Toni Martín, enfrentado desde hace meses a la presidenta provincial del PP, Virginia Pérez, sea el elegido por Andalucía para formar parte del comité organizador del congreso extraordinario. No es casual, y ha sido Martín quien ha explicado este miércoles los detalles del cónclave.
El congreso del PP tendrá lugar en Fibes los días 2 y 3 de abril, pero el 21 de marzo se celebran las elecciones primarias. También es el día en que la militancia elige a los compromisarios del cónclave. El PP tiene un mecanismo mixto de primarias. Los militantes deciden quienes son los dos aspirantes a presidir el PP si uno de ellos no logra más del 50%. Si fueran dos los que pasasen esta selección, los compromisarios del congreso resuelven la pugna.
Andalucía manda 526 compromisarios al congreso, es la asociación más numerosa, con el 17% del plenario. La provincia con más representantes, porque es la más numerosa, es Málaga, seguida de Granada, Sevilla y Almería. Éstas tres últimas muy igualadas, lo que ofrece una imagen del peso que ha tenido las provincias más orientales en la formación del partido en Andalucía.
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