La juez Núñez Bolaños asume "con ilusión y ganas" su nueva etapa en el juzgado de las macrocausas
La nueva titular cree que el juzgado tiene posibilidades de "innovar" tras la creación de la Unidad de Apoyo para Causas por Corrupción (UACC), aunque le preocupa el retraso de los asuntos "ordinarios".
La juez María Núñez Bolaños asume “con ilusión y ganas” de trabajar su nueva etapa al frente del juzgado de Instrucción número 6 de Sevilla, del que ha tomado posesión en sustitución de la juez Mercedes Alaya.La nueva magistrada, en un gesto que marca distancias con su antecesora, ha tenido un encuentro con los periodistas de tribunales, a los que ha comentado que solicitó el destino en este juzgado –tras 11 años en la jurisdicción de Familia- porque este juzgado resulta atractivo y en el mismo hay “muchas posibilidades” para “innovar y aplicar” el acuerdo del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) de marzo pasado, por el que se creó la Unidad de Apoyo para Causas por Corrupción (UACC), que permite la configuración de “equipos de investigación".
María Núñez Bolaños ha explicado que en sus primeros días en el juzgado piensa “escuchar a todo el mundo” antes de decidir sobre el reparto de funciones y de las macrocausas, y de hecho ya se ha reunido con los funcionarios, los dos secretarios judiciales y los jueces de refuerzo, Mercedes Alaya y Álvaro Martín.
Pero la nueva titular ha confesado que no sólo está preocupada por la situación de la macrocausas, sino que también le interesa especialmente el posible retraso en la tramitación de los asuntos “ordinarios” del juzgado.
La juez Núñez Bolaños dispone a partir de hoy de cinco días para elaborar el “plan de actuación” que le ha solicitado la Sala de Gobierno del TSJA con la “distribución de cometidos y el consiguiente proyecto de ordenación de la concreta función de cada magistrado”.La nueva juez ha tomado posesión a primera hora de esta mañana del juzgado de Instrucción número 6 de Sevilla, en sustitución de Mercedes Alaya, que no obstante no abandonará el juzgado al haber logrado una de las dos comisiones de servicio ofertadas por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) para agilizar la marcha de las macrocausas de los ERE y otras que se investigan en este juzgado.
María Núñez Bolaños ha llegado a los juzgados del Prado de San Sebastián sobre las nueve menos cuarto de la mañana y ha tenido que esperar unos minutos hasta que le han abierto su nuevo juzgado, ubicado en la segunda planta de la sede judicial, y cuya llave no había aparecido.
La juez Mercedes Alaya, la titular que hoy cesa en el juzgado de Instrucción número 6 después de 17 años en este órgano, ha llegado a las nueve y cuarto de la mañana, la hora más temprana que se recuerda en muchos años de instrucción de los ERE.
Alaya se ha dirigido directamente a la secretaria del juzgado, donde ha estado por espacio de unos cinco minutos, y a continuación se ha dirigido a su nuevo despacho, en la tercera planta. Como Alaya iba con su habitual trolley cargado de documentos, ha decidido tomar el ascensor para subir una planta, por lo que ha tenido que esperar otros cuatro minutos frente a la puerta del ascensor.
El esperado encuentro entre la juez que toma posesión y la que cesa en el juzgado se produjo sobre las diez menos veinte de la mañana, cuando Alaya entró en su antiguo despacho para saludar la juez Núñez Bolaños. Ambas deben ponerse de acuerdo con respecto al reparto de las macrocausas, según el acuerdo que en su día dictó la Sala de Gobierno del TSJA. El encuentro entre ambas ha durado tan sólo 15 minutos, dado que a las diez menos cinco minutos Alaya ha regresado a su nuevo despacho, tras haber firmado su cese como titular del juzgado número 6.Alaya ha dejado de ser titular del juzgado y de momento se ha despedido provisionalmente con un auto en el que ha dejado imputados en la causa de los cursos de formación a dos ex consejeros, Manuel Recio y Antonio Ávila, y a tres ex directores gerentes del Servicio Andaluz de Empleo (SAE).
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