Salud anuncia mejoras en la gestión ante las protestas de los profesionales
Por segundo domingo consecutivo, en las principales plazas y avenidas del centro de Sevilla se escucharon consignas contra la gestión sanitaria de la Junta. La intensidad de las protestas no es comparable con la de aquellas manifestaciones que llenaron las calles andaluzas en 2017, pero el murmullo que pone en duda la labor que realiza el consejero Jesús Aguirre y su equipo no cesa. Lo llamativo es que se inició poco después de que el médico y político cordobés iniciase su andadura como titular de Salud y Familias.
El último fin de semana de enero fue la Marea Blanca quien organizó la protesta, que no fue exitosa en todas las ciudades donde se convocó. Ayer le tocó el turno a la organización Justicia por la Sanidad, impulsada por el médico granadino Jesús Candel, conocido como Spiriman. El tiempo casi primaveral colaboró en sacar a la calle a varios miles de personas que partieron de la céntrica Plaza Nueva para desembocar, un kilómetro y medio después, frente al Palacio de San Telmo, sede de la Presidencia de la Junta.
Candel, que ha sido condenado por sus vídeos contra determinados dirigentes sanitarios de la Administración socialista denunció ayer la “pésima gestión” que, a su juicio, están llevando a cabo los nuevos gestores del sistema sanitario público de Andalucía. El secretario de Justicia por la Sanidad, Antonio Barreda, fue más allá y aseguró que la Consejería de Salud “funciona peor que con Susana Díaz”.
Esa es la tesis de esta asociación, teniendo en cuenta que Barreda, colaborador de Candel en su cruzada contra el anterior Gobierno, entró a formar parte del equipo de la consejería de Empleo, Rocío Blanco, dentro del autodenominado “comando antifraude”, aunque después fue cesado. Entre las reclamaciones de esta asociación, que denomina al equipo de Aguirre “los hombres de Paco por ser incompetentes”, está acabar con “la falta de transparencia y fiscalización” que, aseguran, hay en Salud. “No han desmontado ningún chiringuito”, abundó Candel.
Debate en el Parlamento sobre sanidad
No son los únicos que defienden que se ha producido un deterioro de la situación en el primer año con Jesús Aguirre al frente de Salud. PSOE y Adelante impulsaron la celebración de un debate general sobre sanidad a finales de 2019, aunque fue apoyado por todos los grupos de la Cámara. En 2017, cuando Candel fue capaz de movilizar a decenas de miles de personas en varias protestas, la oposición forzó un pleno similar y, pocos meses después, el entonces titular de Salud, Aquilino Alonso, fue cesado por Susana Díaz.
Aquel gesto se leyó como un intento por la ex presidenta de calmar los ánimos tanto de usuarios y profesionales de un sistema público asfixiado por los recortes que se produjeron durante la crisis. El SAS y el resto de entes asociados todavía no se han recuperado de los envites financieros y en el Gobierno de Juanma Moreno son conscientes. El presidente de la Junta lo reconoció recientemente. En San Telmo calculan que hay un agujero de 3.000 millones de euros. Por contra, están convencidos de que el descontento que se detecta ahora procede, sobre todo, de los profesionales sanitarios y no de los usuarios, al menos de forma generalizada.
A la falta de fondos –que tiene mucho que ver con el problema de la financiación autonómica que el Ejecutivo de PP y Cs abandera ahora–, hay que sumar un problema de gestión de expectativas. La oposición de los populares en los años previos al cambio en la Junta se centró en dos focos: la corrupción y el deterioro de la sanidad.
Las promesas del PP en la oposición
Entre las promesas que llevaron en su programa electoral estaban, por mencionar sólo algunas, la equiparación salarial con el resto de territorios, mejoras en la duración de los contratos o importantes mejoras en los planes de cobertura de bajas. Se han dado pasos para alcanzar esos logros, pero no todos los necesarios. La situación provocó que en menos de diez meses, se produjo el cese del gerente del SAS, Miguel Ángel Moreno, que fue sustituido por Miguel Ángel Guzmán.
En la cúpula de la Consejería de Salud y Familias piden tiempo para que se produzcan avances. En respuesta a las protestas de ayer, el director general de Asistencia Sanitaria y Resultados en Salud, Diego Vargas, recordó que este año la partida en sanidad ha crecido en 1.214 millones de euros y aseguró que, en enero de 2020 se han hecho ya “1.732 contratos de larga duración”.
Vargas se refirió también a la Atención Primaria, sector en el que se concentran más denuncias de deterioro en las últimas semanas. El dirigente del SAS reveló que ya está en marcha una reorganización en los centros de salud que desembocará en que cada médico tendrá una agenda limitada a 30 citas diarias, lo que permitirá aumentar el tiempo de las consultas. Vargas aludió también a la disposición a dialogar que existe en la Consejería de Salud y avanzó que en este trimestre se pondrá en marcha n nuevo modelo de gestión de las listas de espera.
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