Contratos de emergencia del SAS
Consejera de Salud: "Es la justicia la que tiene que dirimir y tiene nuestro máximo respeto"
La crisis del ébola
Hablar del ébola hoy en día es sinónimo, cuanto menos, de preocupación. Ese es el ambiente que a día de hoy se palpa en el Hospital de Jerez tras salir a la luz pública la visita que pretendía realizar la subdirectora adjunta de Asuntos Sanitarios del Departamento de Defensa de EEUU y que, según la Junta de Andalucía, podría estar relacionado con la misión nortemericana de lucha contra el ébola en África y su posterior estancia en la Base Naval de Rota.
La noticia, pese a que ha sido desmentida por parte del Gobierno Central que asegura que la embajada estadounidense sólo quiere conocer las instalaciones de urgencias y el departamento de ginecología ante la llegada de personal civil y militar con motivo del desembarco de buques del escudo antimisiles, hizo que la comidilla de ayer en el centro hospitalario fuese esa.
La inmensa mayoría de pacientes y visitantes que acuden a diario al hospital no daban ayer demasiada importancia al asunto que en muchos casos "lo vemos desde la distancia, aquí no creo que llegue eso", afirmaban varias señoras justo a la salida del acceso a urgencias.
Otros mostraban cierto recelo a lo que pueda suceder y admitían su disconformidad. "Espero que no vengan aquí porque este hospital no está preparado para eso", apuntaba otro usuario a las puertas de pediatría.
También los hay que desconfían de todo lo que está sucediendo, sobre todo por el cruce de informaciones. "Si eso ha salido es que pensaban venir aquí con algún enfermo, lo que pasa es que como se ha hecho público han dicho que era otra cosa, yo no me fío, la verdad, porque por desgracia tengo que venir aquí casi todos los días", confesaba otro ciudadano.
"Hay más revuelo fuera que aquí, vamos que ha sido un día como otro cualquiera", explicaba uno de los empleados de una de las cafeterías próximas al edificio nuevo del Hospital, quien reconocía que "ni los propios médicos, que aquí paran mucho, han comentado nada. Eso es más de la prensa que otra cosa".
De la misma opinión eran los taxistas y conductores de ambulancias que ayer hacían sus pertinentes servicios a las puertas del centro. "Se dicen muchas cosas en los medios pero aquí todo sigue igual, no hemos notado ninguna cosa rara estos días. A veces es más morbo que otra cosa, pero sólo eso".
No ocurre lo mismo de puertas para adentro. El personal del hospital anda inquieto y expectante ante lo que pueda ocurrir, sobre todo cuando se nombra la palabra de moda del último mes en toda Europa, 'ébola'. La mayoría ni siquiera quiere hablar por miedo a represalias y los que hablan, lo hacen con la prudencia habitual en estos casos. No obstante, existe un cierto temor por falta de información al respecto, más si cabe después de lo acontecido en Madrid con la auxiliar Teresa Romero.
"Si fueras tú, ¿estarías preocupado o no? Sí, ¿verdad? Pues eso", indicaba una de las trabajadoras del hospital.
No es una opinión generalizada, ya que otros empleados sí que entendían ayer el motivo de la visita, que finalmente no se llevará a cabo, de representantes norteamericanos. "Dicen que su hospital no puede soportar la cantidade de gente que viene ahora en los barcos antimisiles y es lógico que quieran buscar otras opciones", destacaban.
De momento, y a la espera de acontecimientos, casi la totalidad de la plantilla del centro sanitario ya se ha inscrito en los cursos que el hospital tiene previsto llevar a cabo en las próximas fechas sobre la manera de abordar el virus ébola, ya que a día de hoy "existe bastante desinformación", reconocían a este medio ayer algunos empleados.
También te puede interesar
Contratos de emergencia del SAS
Consejera de Salud: "Es la justicia la que tiene que dirimir y tiene nuestro máximo respeto"
Lo último
La aldaba
Carlos Navarro Antolín
Mi reino por una silla... en la Magna de Sevilla
Gabriela Pocoví | Doctora en Medicina y Salud Pública y nutricionista
“Hemos desvirtuado la dieta mediterránea”
El parqué
Jaime Sicilia
Incertidumbre
Tribuna Económica
Joaquín Aurioles
El turismo se estremece