Visto y Oído
Francisco Andrés Gallardo
Emperatriz
Acababa de incorporarse tras una baja laboral el día que juzgó a José Campoy y nadie le advirtió de que estaba en situación de prisión provisional. Además, su nombre no figuraba en el libro de registro de encarcelados del juzgado. Tampoco el expediente de su caso portaba la carátula roja de causa con preso. Con estos tres argumentos encabezó ayer su declaración exculpatoria en el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) la que fuera juez de lo Penal 1 de Motril, Adelina Entrena, expulsada de la carrera judicial por no liberar al citado recluso tras absolverlo de un robo con violencia.
"No fue un error mío", subrayó con vehemencia varias veces la juez durante la primera sesión del juicio que se celebra contra ella en el Palacio de la Real Chancillería de Granada. Según su versión, el hecho de que José Campoy no saliera del centro penitenciario de Albolote hasta más de un año después de su absolución no se debió ni a un descuido ni a un olvido suyo. "Si yo hubiera actuado de forma negligente no tendría palabras de perdón ni podría dormir por las noches", apostilló la magistrada desde el banquillo de los acusados, recalcando que "nadie" contactó con ella para advertirle de que seguía encarcelado.
Adelina Entrena admitió que el día del juicio a José Campoy, el 23 de diciembre de 2005, se percató de que éste compareció esposado y custodiado por la Guardia Civil, pero pensó que "estaba preso por alguna de las otras ejecutorias que tenía". Y es que Campoy era, según comentó, uno de los "delincuentes de la casa", esto es, conocido ya en el juzgado por hechos anteriores.
A preguntas del fiscal, la juez explicó que la orden de búsqueda y detención de Campoy, así como su ingreso en prisión, fue dictada por el juez sustituto que se hizo cargo del juzgado mientras ella estuvo de baja. Aclaró que tras regresar de la misma, cinco o seis días antes del juicio a José Campoy, consultó el libro de presos, "del que se encarga la secretaria del juzgado" y donde éste no aparecía. También consultó una desaparecida "libretilla" suya con anotaciones sobre los encarcelados donde tampoco constaba.
El interrogatorio de la juez se volvió más tenso cuando le tocó el turno de intervención al abogado de José Campoy, que ejerce la acusación particular en la causa, el conocido letrado Marcos García Montes. El fiscal pide para Adelina Entrena un año y tres meses de inhabilitación por un delito contra los derechos fundamentales por prolongar por una imprudencia grave la prisión de Campoy, a quien solicita que indemnice con 75.230 euros.
Mucho mayor es la indemnización que reclama la acusación particular, que quiere 350.200 euros por los más de 400 días que José Campoy pasó indebidamente entre rejas. Junto a ello, pide una pena de 8 años de inhabilitación para la magistrada.
Además, el abogado de José Campoy anunció que emprenderá "acciones judiciales" contra el fiscal que siguió el caso y la secretaria del Juzgado de lo Penal número 1 de Motril.
El abogado defensor de Entrena, Antonio Tastet, solicita la libre absolución, aunque plantea alternativamente seis meses de suspensión por imprudencia leve en caso de que se acabe considerando a la jueza merecedora de algún reproche penal.
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