Moreno descarta restricciones duras en Andalucía y confía en la "responsabilidad individual"
El Gobierno andaluz esperará a la semana que viene para conocer la evolución de la pandemia y reúne a los expertos el 4 de enero
Andalucía no tiene "encima de la mesa" la posibilidad de aplicar restricciones como el toque de queda de Cataluña o las reducciones de horarios en hostelería y ocio nocturno por las que optan Navarra o Aragón. El presidente de la Junta, Juanma Moreno, ha apelado a la "responsabilidad individual" como principal fórmula para atajar el alza de contagios de esta sexta ola, más allá del uso de mascarilla y el mantenimiento de la distancia y la aplicación del pasaporte Covid en la hostelería. Y el próximo martes 4 de enero habrá una reunión del comité de expertos andaluz que analizará la posibilidad de aplicar nuevas restricciones que no serán "drásticas", según ha matizado el presidente.
Durante un acto en Dos Hermanas, el jefe del Ejecutivo andaluz reconocido que la incidencia de casos está alcanzando números nunca vistos hasta ahora, pero también ha destacado que esa explosión de positivos no está provocando un aumento de la "incidencia clínica". Moreno se refiere así a la presión en los hospitales de la comunidad. En las últimas 72 horas, 150 personas han pasado a ocupar una cama en un centro hospitalario andaluz, por lo que ya hay 900 ingresados, de los cuales 150 están en UCI. El dato de las Unidades de Cuidados Intensivos es el más alto desde el 14 de septiembre y el de hospitalizados, desde el 2 de septiembre.
Muy lejos queda el pico de la tercera ola, que se produjo hace ahora un año, justo después de las Navidades pasadas, cuando llegó a haber 4.980 hospitalizados y hasta 735 ingresados en UCI. Lo llamativo es que la baja presión hospitalaria de la sexta ola coincide con una explosión de casos registrados que provocará la superación del pico de incidencia del año pasado con facilidad. La incidencia a 14 días hoy alcanza los 841.68 casos por 100.000 habitantes en 14 días. El dato a siete días, que indica la tendencia que seguirá la curva en los próximos días, hace pensar que el pico aún está lejos, pues la incidencia a una semana está en 500,4 casos por 100.000 habitantes.
El mensaje enviado desde la Junta en los últimos meses pasa por recordar que el Gobierno andaluz elaboró su propio semáforo de restricciones que será el que se aplique en caso de que el número de ingresos hospitalarios crezca. El consejero de Salud, Jesús Aguirre, puso la cota en el millar de hospitalizados para comenzar a elevar los niveles y es probable que esa cifra se alcance para cuando se reúna el comité. Además, un día antes, el 3 de enero, se celebrarán también las reuniones provinciales para decidir en qué nivel están los distritos sanitarios. Cabe recordar que el actual semáforo covid de la Junta no tiene reducciones de horario, pero sí de aforo.
El presidente de la Junta argumentó la espera para celebrar la reunión de los expertos en la necesidad de esperar para que la "serie de datos" esté completa, en referencia a los problemas de notificación de casos que provoca la concatenación de días festivos, en los que se hacen menos pruebas de diagnóstico. Moreno habló incluso de "esperanza", pero todo hace indicar que la situación, pese a ser muy distinta de la que había hace un año, estará peor la semana que viene. Tampoco ayuda a ello que la variante ómicron ya sea la responsable del 65% de los contagios que se notifican en Andalucía, según explicó el consejero de Salud, Jesús Aguirre.
Según explicó el político cordobés durante un acto en Jaén, "viendo la velocidad de expansión que tiene" esta variante, "en un plazo de una semana o diez días esté ya rondando el 92% o el 95%", desplazando por completo a delta. No obstante, sólo una cuarta parte de los ingresos por coronavirus se deben a la cepa ómicron, frente a las tres cuartas partes de la delta, por lo que según el consejero, se confirma que es menos virulenta. Esta afirmación, según los expertos, hay que tomarla con cautela, ya que la diferencia puede no estar en la evolución que presenta el SARS-CoV-2, sino en que la población está vacunada en un porcentaje muy elevado y que la mayor transmisión se está dando en personas jóvenes, que son las que pasan el virus con una menor sintomatología.
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