"Miriam descansa con los inocentes"
El funeral tiene lugar a las 10:00 en la parroquia de San Juan Bautista, después se dará sepultura al cuerpo de la pequeña. La Palma llora en su segundo día de luto
Miriam descansa "con los inocentes, con todos aquellos que sufren las consecuencias de la maldad del hombre". Con estas palabras, Leticia Reyes, tía de la víctima y portavoz de la familia, mostró su dolor por la muerte de la pequeña de 16 meses que mantuvo en vilo a todo un pueblo que ayer amaneció vestido de luto y lleno de consternación.
Lejos de perder sus fuerzas en reclamar justicia o ahondar en el dolor que les aflige, Reyes dio ejemplo de mesura dando lectura a un escueto comunicado que, en nombre suyo y el de su familia, se centró en agradecer de "todo corazón" a aquellos que les han trasladado "cariño, apoyo y oraciones" en esta angustiosa semana en la que han vivido con el alma en vilo.
Estos agradecimientos los hizo extensible a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y en especial a la Guardia Civil por "la gran labor" desarrollada y su incansable desaliento ante la búsqueda de la pequeña. Igualmente, aseguró sentirse conmovida por los vecinos y ayuntamientos almerienses que se han implicado en las labores de búsqueda y rastreo.
Leticia Reyes precisó después a Efe que la madre de la pequeña está "muy mal" que "no se lo cree aún" porque "ella tenía esperanzas de que estuviese cuidando (a la pequeña) y nadie quería esperarse este fatal desenlace". La madre está "anímicamente destrozada", señaló, apuntando que su sobrina era "la niña pequeña" de su hermana, por la que luchaba.
Unas palabras que pronunciadas tras una multitudinaria concentración a las puertas del edificio consistorial para condenar el deleznable crimen y guardar un sentido minuto de silencio por el alma de la pequeña.
Más contundentes fueron las declaraciones del alcalde de La Palma, Juan Carlos Lagares, quien reclamó justicia para todos aquellos que "por acción u omisión" participaron en los hechos delictivos, para quienes reclamó que paguen la consecuencia de sus actos.En estos días de vigilia la totalidad de los palmerinos aguardaban con fe la posibilidad de vivir un milagro que les hiciese creer en la Navidad. Unas esperanzas que se desvanecieron el pasado jueves cuando por la noche se confirmaban los peores presagios y el Grupo de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil (GEAS) halló sin vida el cuerpo de la menor.
Ese mazazo quedó tatuado a flor de piel en los rostros de los palmerinos que se concentraron a las puertas del Consistorio para condenar el asesinato y apretar los dientes por la rabia e impotencia contenida que a su paso dejan sucesos como el acaecido en Abrucena.
El propio Lagares reconoció que confiaba en poder vivir un desenlace diferente. No en vano, el Ayuntamiento tenía previsto celebrar un Pleno en el que prestar apoyo y solidaridad a la familia. El fatal viraje de los acontecimientos motivó la suspensión de la sesión ordinaria y la lectura de una declaración institucional en la que se escenificó el "profundo dolor, repulsa y la más enérgica indignación" que ha generado este deleznable crimen". El regidor municipal mostró en nombre de toda la corporación "su solidaridad y decidido apoyo a la familia, en especial a la madre y la abuela de la niña, vecinas de la localidad".
Esta mano tendida se concretó horas más tarde tras anunciarse que el Ayuntamiento correrá con los gastos del sepelio, después de que la Diputación de Almería se prestase a hacer lo propio con el traslado del cuerpo de la pequeña, a la que se le dará cristiana sepultura hoy, después de que a las 10:00 la parroquia de San Juan Bautista acoja el funeral.
Lagares también trasladó a la familia el dolor de toda La Palma que, en estos momentos, "está al lado de quienes padecen en primerísima persona las consecuencias de una acción cometida por alguien sin alma y sin corazón", razón por la cual se declararon dos días de luto (ayer y hoy) durante los cuales las banderas ondean a media asta en señal de duelo.
En paralelo, el regidor no dudo en mostrar plena confianza en el trabajo desempeñado en la instrucción del caso por parte de las distintas Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que han participado en el operativo de búsqueda. A su juicio, este buen hacer se va a plasmar en un trabajo que "sirva de base para condenar con el máximo rigor a los responsables de unos hechos que, sin duda, han dejado marcado al pueblo para siempre".
Fuentes municipales también agradecieron el papel de las instituciones almerienses como la Diputación o los ayuntamientos de Abrucena y Fiñana, que trasladaron a los representantes públicos sus condolencias por la muerte de Miriam.
Más explícito se mostró el pueblo. Encarna Domínguez, una vecina que aseguró sentir repulsión por el delito, reclamó que el autor de los hechos "no salga de la cárcel jamás". Precisamente ella fue una de las palmerinas que conoció a Jonathan Moya en persona durante su estancia en el municipio Condal.
"La abuela de Miriam y madre de Gema me contaba que estaba muy contenta con el chico, que parecía buena persona y que pensaba regalarle el coche y ayudarla a arreglar la casa". Pero el gesto que hizo ganar a la familia fue su comportamiento durante el sepelio de la bisabuela. "Nos engañó a todos", sentenció esta vecina.
La necesidad de una condena ejemplar fue la vía para desahogar tanta impotencia. "Que no vea la luz del sol. Es lo menos para alguien que hace eso con una niña, sentenció Cristina Cárdenas, que tiene un hijo "amigo del hermano mayor de Miriam".
Por su parte, Manuel Félix explicó que la noticia le dejó sin palabras ni aliento. En su opinión, las penas han de ser proporcionales al daño que se comente para poder hablar de una justicia ecuánime, algo que es difícil, apuntó, cuando se cometen "atrocidades con una niña que no tienen culpa de nada".
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