El Ministerio de Hacienda no devolverá a Andalucía el IVA de 2017, pero no lo contará como déficit
María Jesús Montero intenta aplacar a las regiones con una relajación del objetivo de déficit para 2020 y 2021
La Junta podrá salir a los mercados a partir de octubre si no se endeuda por encima del 0,1%
Andalucía insiste en reclamar el pago de los 573 millones que no llegaron el año pasado.
María Jesús Montero ha desplegado un amplio catálogo de medidas para intentar apaciguar a las comunidades en su reclamación de los 2.500 millones del IVA de 2017, de los cuales 537 corresponden a Andalucía. El Gobierno no pretende abonar dicha cantidad, generada a causa de una reforma contable de Cristóbal Montoro, pero sí amortiguar las consecuencias de su gasto por parte de las regiones.
Fuentes presentes en la reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera que se está celebrando en Madrid han revelado que la propuesta del Ministerio de Hacienda pasa por obviar, a efectos de déficit, el endeudamiento generado por el conflicto del IVA. Los distintos gobiernos regionales, incluido el andaluz, incluyeron en sus presupuestos los 2.500 millones y, como se ha constatado este viernes, gastaron dicha cantidad.
Esa decisión generó un endeudamiento no previsto que, como se encargó de recordar la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) abocará a la gran mayoría de las regiones a incumplir el objetivo de déficit de 2019, fijado en el 0,1% del PIB. Para evitar esta situación, el departamento que dirige María Jesús Montero ha propuesto a las regiones que el endeudamiento generado por el IVA de 2017 no compute y, por lo tanto, no genere dificultades en materia de financiación para las comunidades.
El consejero de Hacienda, Juan Bravo, dibujó las cuentas regionales de 2019 con esos 537 millones en los ingresos. Sabía que el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2019, elaborado por Montero, había fracasado y, por lo tanto, la llegada de ese dinero era improbable. No obstante, el empleo de ese dinero y el endeudamiento generado por el mismo no tendrían consecuencias para las cuentas andaluzas ni el control que el Estado realiza de las mismas.
Montero ha defendido en la reunión que ahora no es el momento de transferir un dinero correspondiente al pasado ejercicio, ya cerrado. Sin embargo, ha reconocido que su deber es abordar las consecuencias de ese agujero presupuestario. Además del incumplimiento del objetivo de déficit, la ausencia de los 2.500 millones ha generado un retraso en el pago a proveedores que Hacienda pretende paliar poniendo a disposición de los territorios un fondo a interés cero, denominado FLA extra, que servirá para aliviar a los Ejecutivos regionales con problemas de liquidez.
La tercera de las medidas propuestas por Montero es una relajación de la senda de estabilidad de 2020 y 2021. El objetivo es dar un balón de oxígeno a las regiones con peor pronóstico financiero. Hacienda quiere que las regiones tengan posibilidad de endeudarse hasta el 0,2% del PIB en este ejercicio y retrasar el déficit cero hasta el año próximo.
La Junta insiste en solicitar los 537 millones
Con el acuerdo que se está negociando en el Consejo de Política Fiscal y Financiera, Andalucía no tendría problemas para cumplir el objetivo de déficit, aseguran fuentes cercanas a Bravo. Sin embargo, el Gobierno andaluz no ceja en su empeño y pretende que el Estado ingrese los 537 millones que no llegaron el año pasado. La propuesta consiste en la aprobación de un decreto ley que permita la llegada de los 2.500 millones, como venían solicitando ejecutivos regionales de PP y Ciudadanos, pero también del PSOE.
Andalucía y Galicia son las dos regiones que han mostrado una mayor beligerancia en la reunión que se celebra en Madrid. En el departamento que dirige Juan Bravo afean a Montero que no haya ofrecido el catálogo de medidas hasta ahora, cuando el conflicto del IVA se remonta varios meses atrás.
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