La Maniobra de Reanimación Cardiopulmonar, en cuatro pasos

Salud

Un profesional de Emergencias Santarias explica a un agente la Maniobra de Reanimación Cardiopulmonar (PCR).
Un profesional de Emergencias Santarias explica a un agente la Maniobra de Reanimación Cardiopulmonar. / Epes
R. D.

09 de noviembre 2022 - 14:27

La secuencia de actuaciones que determinan un aumento de la supervivencia tras sufrir una Parada Cardiorespiratoria (PCR), vienen descritas en lo que se ha llamado la Cadena de Supervivencia, que consta de cuatro pasos diferenciados e imprescindibles:

-Rapidez en alertar al servicio de emergencias sanitarias (061)

-Inicio precoz de las maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) básica, hasta que llegue el equipo sanitario.

Durante la RCP, se realizan maniobras de reanimación cardiopulmonar que combinan la respiración boca a boca y las compresiones en el tórax. Con ellas, se trata de sustituir el latido del corazón que se ha parado, así como la ventilación espontánea del aire en los pulmones. De esta manera, se consigue mantener la sangre oxigenada y en circulación hasta que se restablezcan la respiración y los latidos o llegue la ayuda médica capacitada.

-Desfibrilación precoz, que se refiere al tratamiento eléctrico de la arritmia que ha producido la PCR

-Asistencia y traslado al hospital por un equipo de emergencias sanitarias

La mayoría de las paradas cardiorrespiratorias ocurren en el domicilio (75%) y espacios públicos (16%), y éstas son presenciadas por un testigo hasta en el 60% de las ocasiones.

Por ello, se hace imprescindible establecer una estrategia de formación en maniobras de RCP básica para asegurar los dos primeros eslabones de la cadena y por tanto mejorar la supervivencia de los pacientes que han sufrido una PCR mediante el entrenamiento del personal no sanitario en el manejo inicial de estas situaciones.

Las enfermedades del corazón suponen un importante problema de salud. Las patologías cardiovasculares, en general, y el infarto agudo de miocardio, en particular, siguen siendo la primera causa de muerte en todos los países industrializados.

Según dos estudios elaborados por EPES-061 (desarrollados en los años 1998-1999 y 2001-2002), el 60% de fallecimientos por muerte súbita de origen cardíaco ocurrió en el domicilio del paciente; en un 50% de los casos fue presenciado por familiares y en la mayoría de ellos (70%) no se iniciaron maniobras de soporte vital.

Aplicar técnicas de resucitación cardiopulmonar en los minutos posteriores a un episodio de crisis mientras llega la asistencia sanitaria ayuda a evitar fallecimientos o secuelas neurológicas de carácter irreversible. Las guías internacionales aconsejan que las personas del entorno de los pacientes que hayan padecido enfermedades coronarias se formen a este respecto.

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