Maíllo aspira a que IU se convierta en la referencia política de los desencantados
XIX ASAMBLEA DE IULV-CA
El nuevo coordinador andaluz sustituye a Valderas con el 83% de los votos. La federación inicia una nueva etapa con el objetivo de arrebatar la hegemonía de la izquierda al PSOE.
En los años 90 Julio Anguita hizo célebre el término sorpasso: se refería a su objetivo de convertir a Izquierda Unida en la fuerza hegemónica de la izquierda, y para ello diseñó una estrategia de distanciamiento del PSOE -entonces fuerza gobernante sin discusión- que le dio muy buenos resultados. En Andalucía se tradujo en la famosa pinza, que llevó a los socialistas a perder la mayoría absoluta en Andalucía.
El éxito fue parcial porque el sorpaso nunca se llegó a producir. Ahora, más de una década después, IU lo vuelve a intentar, pero con un plan completamente diferente. Acepta el papel institucional de entrar en un Gobierno del PSOE -aunque para imponer la agenda- y al mismo tiempo pretende liderar "la revolución" en la calle. Esa doble alma se plasmó ayer en la estructura de la organización: Antonio Maíllo, 47 años, natural de Lucena y hasta ahora director general de Administración Local en la Junta, asumió el cargo de coordinador de la federación de izquierdas, con un 83% de los votos de la asamblea. Y Diego Valderas, su predecesor, se queda como vicepresidente de la Junta, en un papel más institucional.
Maíllo definió claramente su misión en sus discursos de ayer, uno como candidato y otro como coordinador recién elegido: la hegemonía de la izquierda en Andalucía. "No nos conformamos con ser la fuerza simpática del 5%. La fiesta ficticia de la década pasada ha hecho que muchos sectores nos vean como un elemento de referencia política, como esperanza ante el bipartidismo en decadencia". Y se trata ahora, con nuevas caras, de acercarse a esas capas de población, de aprovechar su desengaño. Con una primera fecha clave ya en la agenda: las elecciones municipales de 2015. "Tenemos que diseñar una estrategia para dar un vuelco a los ayuntamientos andaluces e incorporar a las capas urbanas decepcionadas con el sistema", además de trabajadores, estudiantes, mayores dependientes y "toda la gente que necesita un Estado fuerte".
Según Maíllo, muchos empiezan a ver a IU como la única organización "que puede generar esperanza" y por eso llamó a la militancia a no defraudarlos. "Empapémonos de lo que sienten, de sus problemas", proclamó. Tampoco faltó su alegato sobre la acción de Gobierno. En su papel de agitador, pidió más. "Vamos a llenar el BOJA de decretos sobre vivienda, escuela pública, contra la exclusión social, de planes de lucha contra el desempleo". A los parlamentarios les exigió "tensión" y que "agiten" la cámara.
En clave interna, el nuevo coordinador de IU abrió la mano a la candidata derrotada, Encarnación Milla, que obtuvo el 16% de los votos y que, apoyada por el líder de CUT-BAI, Juan Manuel Sánchez Gordillo, criticó el pacto de Gobierno por "silenciar" la corrupción de los ERE y pidió un referéndum entre las bases sobre su continuidad. Maíllo, que subió al escenario con el propio Sánchez Gordillo en actitud amigable, proclamó su "afecto" por la otra candidatura y recordó que en IU no sobra nadie. "Vamos a estar todos en la dirección política", dijo.
Posteriormente a los discursos, y a preguntas de los periodistas, Maíllo negó que vaya a haber bicefalia en IULV-CA, porque los papeles están bien asignados. Según él, Valderas, al que llamó "gigante de la política", "potenciará su figura como vicepresidente de la Junta" y José Antonio Castro -que se perfilaba para ocupar su puesto- seguirá con su "brillante labor" como portavoz parlamentario.
Antes de Maíllo, intervino el coordinador general de IU, Cayo Lara, que apeló a la "responsabilidad extraordinaria" de IULV-CA por su labor en el Gobierno andaluz. "La gente nos quiere ver mojándonos en las políticas y si fallamos en Andalucía hacemos fracasar el proyecto completo". "Tenemos una responsabilidad extraordinaria en el Sur para crecer como organización, poner los pies en el suelo y dar credibilidad a este proyecto político", afirmó.
Entre las anécdotas destaca la larga ovación que recibió José Chamizo, que recientemente ha abandonado su puesto de Defensor del Pueblo gracias al acuerdo de los partidos del parlamento para su sustitución.
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