Madrid repone a la Junta el techo de deuda para hacer su Presupuesto
Aguayo formaliza la petición del Fondo de Liquidez Autonómico por 4.906,8 millones, aunque el Gobierno entiende que el nivel debe estar en torno a los 2.115 millones y la Junta no ve demasiado problema en ello.
La particular luna de miel entre la Junta de Andalucía y el Gobierno de Mariano Rajoy ha facilitado lo esencial: que el Ejecutivo de José Antonio Griñán pueda comenzar a elaborar los Presupuestos de 2013, unas cuentas que serán restrictivas, pero posibles. Andalucía necesitaba tres elementos para cuadrarlas: aumentar su tope de endeudamiento, que le fue rebajado a finales de julio pasado; subir unas décimas el déficit, en consonancia con lo que hizo Bruselas con el conjunto de España, y ganar liquidez, un concepto que no está en el Presupuesto pero que asfixiaba a la administración autonómica y al sector económico privado ligado a ella.
El más importante -el del tope de la deuda- se consiguió ayer en Madrid, adonde viajó la consejera de Hacienda, Carmen Martínez Aguayo. El déficit aún se negocia, y la liquidez se recuperará con la petición del Fondo de Liquidez Autonómico (FLA), cuya petición formalizó también ayer la consejera por 4.960,8 millones de euros, aunque la comisión delegada -Madrid, digamos- estima que Andalucía necesita 2.115 millones de euros. No obstante, según Aguayo, esta diferencia puede aumentarse y, en cualquier caso, ella no pretende "crear más dificultades", comentó ayer en Sevilla a su regreso. El mecanismo es que, una vez solicitado por la consejera, lo vea el Consejo de Gobierno cuando Madrid conteste.
En realidad, el FLA es una línea de crédito para las autonomías porque tienen cerrados los mercados financieros. La administración central, vía Tesoro, les prestará ese dinero a un interés menor del 6% y con un plazo de amortización de 10 años con dos de carencia. El tipo será el que le cobren al Tesoro más 30 puntos básicos. Madrid no dará los 4.906,8 millones -su cifra ronda los 2.115-, pero la semana pasada ya envió 1.000 millones para pagar el vencimiento de los bonos patrióticos (600 millones) y otros 400 para proveedores. Según la Junta, 2.115 millones son ampliables, y nunca contó con recibir esos casi 5.000 millones.
El 31 de julio, el Consejo de Política Fiscal y Financiera bajaba el techo de endeudamiento de Andalucía para 2013 del 15,1% del PIB aceptado a un 13,2%, lo que significaba que la Junta contaría con 2.700 millones de euros menos. Esto hubiera imposibilitado cuadrar un Presupuesto a un Gobierno formado por socialistas e IU que hace de su política social la bandera frente al PP. Pero el Gobierno ha aceptado reponer ese endeudamiento entre en una horquilla del 15,1% al 15,3%, con lo que se viene a demostrar que, aunque sean Ejecutivos de diferente color, el grave momento político que atraviesa España ha procurado este acercamiento entre los dos grandes partidos.
Sin esos 2.700 millones, la Junta se habría visto obligada a cerrar plantas de hospitales, eliminar algunas ayudas a los escolares o echar a más empleados públicos. No es que el Presupuesto de 2013 vaya a ser mejor o igual en el gasto, será más restrictivo, pero ha conseguido un oxígeno vital. Hay que considerar que la Junta debe cerrar este año con un 1,5% de déficit y 2013 con el 0,7%. Esto también se está negociando y, según fuentes de la Junta, se ganarán, al menos algunas décimas para el año próximo.
Ahora bien, una vez cerrados estos acuerdos, la Junta deberá cumplir este año sí o sí con el límite del 1,5%. Ésa es la gran condición para la petición del FLA, con lo que se pagarán vencimientos de deudas, a proveedores, ayuntamientos y universidades. La única, pero gran condición que Madrid pone para ello, es que se cumpla el objetivo de déficit, lo que implica que, en caso de desvío, deberán acometer nuevos ajustes.
En palabras del secretario de Estado de Administraciones Públicas, Antonio Beteta, las comunidades estarán "monotorizadas"; es decir, que el control sobre el déficit será permanente. Eso se aplicará, a partir de esta semana a todas, pero aquéllas que soliciten el FLA estarán más controladas e, incluso, puede ser castigadas y sometidas a "misiones" de evaluación.
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