La aldaba
Carlos Navarro Antolín
La lección de Manu Sánchez
El proyecto de Ley Andaluza del Flamenco ha superado este miércoles su debate de totalidad en el Pleno del Parlamento sin necesidad de votación, ya que ningún grupo ha planteado enmiendas a la totalidad contra dicha iniciativa del Gobierno autonómico. De esta manera, el proyecto de ley continuará ahora su tramitación parlamentaria en el seno de la comisión de Turismo, Cultura y Deporte, según ha anunciado la vicepresidenta primera de la Cámara, Ana Mestre, en funciones de presidenta al término del debate de totalidad.
El consejero de Turismo, Cultura y Deporte, Arturo Bernal, ha sido el encargado de defender ante el Pleno del Parlamento este proyecto de ley que el Consejo de Gobierno aprobó el pasado 13 de septiembre con el objetivo de "establecer el régimen jurídico del flamenco para garantizar su salvaguarda para su protección, conservación, difusión en investigación y la promoción de su conocimiento para su uso como bien social y como patrimonio cultural inmaterial de Andalucía, asegurando su transmisión a las futuras generaciones". Ha cerrado su intervención recitando la letra de una coplilla titulada Hoy huele a flamenco.
El proyecto prevé la aprobación, por parte del Consejo de Gobierno en el plazo de 18 meses desde la entrada en vigor de la ley, del Plan General Estratégico del Flamenco, que constituirá el instrumento básico y esencial en la ordenación de recursos flamencos en Andalucía, según ha subrayado el consejero de Cultura.
Desde el Gobierno andaluz defienden que la Ley busca "el fomento del flamenco como elemento singular de la cultura andaluza, su promoción, valoración como elemento importante del patrimonio cultural andaluz, así como estimular la creación del asociacionismo, garantizando su conservación, la recuperación y la puesta en valor del Conjunto Patrimonial del Flamenco en todas sus manifestaciones". Por ello, en el proyecto se hace una mención específica a las peñas y también a las entidades sin ánimo de lucro que tengan entre sus fines la divulgación y el conocimiento del flamenco.
De este modo, y dentro de sus competencias de ordenación, se incluye en el proyecto la creación de un Registro Andaluz del Flamenco, con la finalidad de "servir como instrumento para el conocimiento, publicidad y ordenación de los profesionales y entidades que desarrollen actividades relacionadas con el flamenco en Andalucía".
El proyecto presta, según subraya la Junta, una "especial atención" a la enseñanza del flamenco en el sistema educativo andaluz, que pretende abarcar las distintas etapas de la enseñanza no universitaria, mediante la inclusión de contenidos curriculares y el desarrollo de actividades relacionadas con el flamenco, y también en el ámbito universitario y en el espacio europeo de educación superior, fomentando la creación de cátedras de flamencología en las distintas universidades andaluzas, así como un plan de formación anual del profesorado en materia de flamenco.
Y, en el ámbito de la protección, la nueva norma prevé los bienes muebles, inmuebles, actividades y otros elementos del patrimonio inmaterial, incluyendo las creaciones individuales y colectiva del flamenco que integran el conjunto patrimonial del flamenco, puedan ser inscritos en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, acogiéndose a la figura de protección que mejor corresponda a sus características y específicas necesidades. Además, incluye diversas medidas dedicadas a la documentación, conocimiento y difusión del conjunto patrimonial del flamenco.
Por último, en el apartado de disposiciones generales, el proyecto inscribe al flamenco como forma de expresión singular y relevante de la cultura del pueblo andaluz como Bien de Interés Cultural, con la tipología de Actividad de Interés Etnológico, en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz.
El diputado del PSOE-A Rafael Recio ha reconocido que estamos ante un proyecto de ley muy pragmático en las formas, pero no en el fondo. Ha mostrado su preocupación porque la ley venga sin memoria económica, mientras que lo que suponen compromisos para el futuro están "indefinidos", puesto que todo queda condicionado a un plan estratégico del flamenco. En su opinión, la ley no es más que una copia de lo realizado durante años, con una declaración de intenciones cargada de "propaganda".
El parlamentario de Vox Antonio Sevilla ha manifestado que el flamenco ha existido y existirá con o sin esta ley, que pretende legislar sobre un supuesto "flamenco andaluz". Ha indicado que el flamenco "no es patrimonio exclusivo de los andaluces, sino de todos los españoles" y hay que tomar medidas para protegerlo.
La portavoz de Por Andalucía, Inmaculada Nieto, ha manifestado que el flamenco es muy difícil de definir y de trasladar a una ley. Ha apuntado que la ley debe ser un punto de partida para corregir una senda errática de lo que debería haber sido una política pública en apoyo del flamenco. Ha mostrado su preocupación por que aunque vaya a haber una ley, no exista luego voluntad política de desplegarla o de poner los recursos necesarios.
La diputada del Grupo Mixto-Adelante Andalucía Maribel Mora ha manifestado que el debate de este proyecto de ley es muy importante porque estamos hablando de la identidad cultural de Andalucía. Ha considerado que en la norma hay algunas "lagunas y errores" que se deberían corregir, como es situar el flamenco como una expresión de la "marca España". A su juicio, se tiene reconocer el flamenco como una expresión cultural de la clases populares andaluzas.
Finalmente, la parlamentaria del PP-A Pilar Pintor ha defendido que la tramitación de esta ley constituye "un momento histórico y crucial para Andalucía" que llega "a unos días" de la celebración del Día Internacional de Flamenco, de cuya declaración como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad se cumplen ahora doce años, según ha recordado la diputada, que ha defendido que "pocas regiones de España tienen entre sus señas de identidad el arte como máximo exponente" como le ocurre a Andalucía con el flamenco, del que es su "cuna", según ha destacado antes de reivindicar el "consenso" con el que se ha abordado esta ley.
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