La Junta salva sanidad y educación y recorta las inversiones un 9,6%

El conjunto del gasto social no sufre alteraciones en el Presupuesto andaluz, que aumenta un 1,1% gracias al endeudamiento. La Consejería de Obras Públicas baja un 25,3%, tras haberlo hecho un 43,1% en 2011

Juan M. Marqués

25 de octubre 2011 - 14:11

Sevilla/El Gobierno andaluz aprobó ayer el anteproyecto de presupuesto autonómico más político de sus últimos años; político, en el sentido de la intencionalidad a la hora de diseñar sus cuentas. Podrán ser equivocados o no, el tiempo lo dirá, pero resultan coherentes con lo que el presidente José Antonio Griñán y su partido han defendido hasta el momento. A saber, que el presupuesto en su totalidad no disminuye en tiempos de crisis, sino que aumenta un 1,1%, debido a que agota todas las posibilidades legales de endeudamiento; las políticas de educación, sanidad y ayudas sociales no se tocan, se mantienen e, incluso, aumentan en el caso de los colegios y los institutos, pero a cambio se sacrifica todo lo demás, muy especialmente la inversión, que disminuye un 9,6%. Así, mientras el conjunto del gasto social subirá un 1,4%, 282 millones de euros más que en 2011, el resto baja, un 8,6%. Esta última reducción se dejará notar, y mucho, en la administración diaria, en el gasto operativo, en las transferencias a las empresas públicas y, en especial, a dos consejerías, las de Turismo (-16,4%) y Obras Públicas (-25,3%).

La consejera de Economía y Hacienda, Carmen Martínez Aguayo, defendió ayer este presupuesto, y no escondió los efectos negativos que acarreará sobre aquello que no sea gasto o inversión social. "Todas las comunidades autónomas estamos en una encrucijada. Esto es en lo que creemos, lo primero es la salud y mantener la confianza de las personas en estos momentos, y la mejor política económica es la educativa". Después de presentar el presupuesto en una rueda de prensa que se extendió durante más de hora y media, Martínez Aguayo argumentó la necesidad de aumentar el endeudamiento de las administraciones públicas para mantener el nivel de gasto social, que es la clave de bóveda de estas cuentas del año 2012. "El presidente José Antonio Griñán lleva tres años diciéndolo, clamando en el desierto, esto es una crisis bancaria", mantuvo la consejera, que en la presentación expuso las opiniones del Fondo Monetario Internacional y del G-20 sobre la necesidad de conciliar el equilibrio fiscal (los ajustes) con los estímulos para mantener el crecimiento económico (el gasto).

La educación gana un 2,5% en el presupuesto, y llega a los 7.615,3 millones de euros; la sanidad gasta 9.393,9 millones de euros, lo que supone un crecimiento cero respecto a 2011, y la atención a dependencia, servicios y prestaciones sociales se incrementa un 3,6%, hasta los 2.145,7 millones de euros. El conjunto de estas políticas sociales supone dos tercios del presupuesto.

Lo más llamativo es el bajón de la inversión, más aún si se considera que ya cayó en 2011. En 2012, descenderá un 9,6%, y se coloca en los 4.854 millones de euros, pero es que en 2011 ya bajó un 24,2% respecto al año anterior. Ésta es la inversión genérica, pero se deja ver mejor en el departamento más inversor, la Consejería de Obras Públicas, donde se ha producido una verdadera sangría presupuestaria en los últimos años. Así, ésta contará con un presupuesto en 2012 de 609,8 millones de euros, un 25,3% menos. Pero es que en 2011 ya bajó un 43,1%, cuando tuvo 821.079 millones de euros. Y es que el presupuesto de esta Consejería en 2010 fue de 1.442 millones de euros. Martínez Aguayo mantuvo que la inversión supone el 3,1% del PIB, un punto más que la media española y confió en la fórmula de colaboración público-privada para avanzar con las obras.

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