La Junta no permite la visita del Pentágono al hospital de Jerez

La Junta de Andalucía no permitirá visitas a hospitales públicos de la comunidad hasta conocer en detalle el protocolo establecido para “dentro y fuera” de las bases militares de Rota y Morón de la Frontera en el marco de la misión estadounidense contra el virus del ébola en África. Esa fue la respuesta que dio ayer el portavoz del Ejecutivo andaluz, Miguel Ángel Vázquez, en la rueda de prensa posterior a la reunión semanal del Consejo de Gobierno al ser preguntado por la comunicación del Departamento Sanitario Norteamericano de la base de Rota a la dirección gerencia del hospital de Jerez para organizar una visita al centro de la subdirectora adjunta de Asuntos Sanitarios del Departamento de Defensa norteamericano. “No se va a producir ninguna visita a ningún hospital público en tanto en cuanto la Junta no conozca el protocolo tanto para dentro como para fuera de las bases”, garantizó Vázquez, quien confió en que el cauce de comunicación abierto a última hora del pasado lunes entre el ministro de Defensa, Pedro Morenés, y la presidenta de la Junta, Susana Díaz, sirva para “poder conocer en qué se basan esos protocolos”.

El portavoz defendió que “no es conveniente una visita que pueda generar cualquier situación de alarma” y quiso dejar claro, “sin entrar en polémicas” con las autoridades estadounidenses, que la demanda de la Junta persigue “ofrecer las máximas garantías a los ciudadanos de Andalucía y, en especial, a los que viven en el entorno de las bases militares”.

En cuanto a la llamada del lunes de Morenés a la presidenta de la Junta, indicó que se ha producido siete días después de que se conociera la noticia sobre las conversaciones entre el Gobierno español y Estados Unidos y confió en que sirva para que el consejero andaluz de Presidencia, Manuel Jiménez Barrios, entable relación con el ministro de Defensa, y la consejera de Igualdad, Salud y Políticas Sociales, María José Sánchez Rubio, bien con la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, bien con la ministra de Sanidad, Ana Mato, para poder conocer en qué consisten esos protocolos.

Insistió en que Andalucía no se puede enterar a través de un hospital militar, el de la base de Rota, que se quiere visitar un hospital público, sino que ese tipo de comunicaciones tendrán que venir a través del Gobierno de España y una vez que se conozca cuál es el protocolo de actuación “tanto dentro como fuera de las bases”.

A su juicio, “no parece razonable” que se produzca un viaje relámpago de un alto cargo del Pentágono a Andalucía “para conocer los paritorios del hospital de Jerez” y las unidades de Urgencias y UCI de un centro hospitalario que lleva 40 años enclavado en Jerez. “No resulta muy convincente esa explicación por parte de las autoridades norteamericanas”, según Vázquez, quien insistió en que a la Junta le preocupa la seguridad y que se transmita un mensaje con rigor, transparencia y con garantías para la ciudadanía.

Más allá fue el portavoz del PSOE-A en el Parlamento, Mario Jiménez, quien dijo: “Que un responsable del Pentágono quiera hacer un viaje relámpago a Andalucía para conocer los paritorios de un hospital, simple y llanamente no se lo cree nadie”.

Mientras, la noticia del interés del Pentágono por visitar el hospital se recibía ayer entre el personal del centro sanitario con no poca sorpresa pero también desinformación respecto a los motivos, debido a las dos versiones opuestas que se están dando por parte de las Administraciones. Admitiendo esa falta de información desde el Sindicato de Enfermería (Satse) manifestaron que si el motivo fuera la asistencia a posibles casos de ébola, “entendemos que existe un protocolo establecido, donde el hospital de referencia es el Virgen del Rocío para todos los andaluces. No entenderíamos lo contrario para cualquier otro paciente que acudiera al hospital de Jerez sea americano o no. El centro no está preparado para eso”. Satse señaló que “no queremos entrar en temas políticos, lo único que pensamos es que deberían dar una versión oficial de lo que ocurre y para qué vienen, para tranquilizar al personal, que también tiene derecho a que se le informe”.

Satse sigue insistiendo en la necesidad de que la formación teórica sobre el ébola que se está dando a los profesionales incluya también formación práctica y en cuanto a los equipos de protección personal que están llegando al hospital no son, en opinión de este sindicato, suficientes. “El SAS mantiene que con las batas largas es bastante, porque entienden que el paciente con sospecha de ébola que pueda llegar lo va a hacer en buenas condiciones y que será suficiente con aislarle en una habitación y esperar a que la ambulancia venga a recogerle. Pero si no es así, el personal está obligado a atender a ese paciente y no podemos hacerlo poniendo en riesgo nuestras vidas”. Según Satse, el hospital está surtiendo de equipos de protección individual de nivel 2, (dentro de un ranking de 4, en el que el nivel 4 es el de máxima protección). “Nosotros estamos pidiendo que dentro de ese nivel nos proporcionen el kit 2, que incluye un mono porque creemos que proporciona mayor seguridad. Sin embargo lo que están dando es una bata de dudosa impermeabilidad y un gorro que no es impermeable. Además con este equipamiento parte del cuello queda libre, pero cuando hemos pedido el mono nos dicen que no por la dificultad y el riesgo que entraña quitárselo y ponérselo, lo que no nos parece una razón ”. El sindicato agregó que el nivel de protección 3 se emplea para la asistencia directa de pacientes confirmados y el cuatro, para el manejo de muestras como cultivos. “No obstante, sabemos que en Alemania están usando el nivel 4”, asegura.