La aldaba
Carlos Navarro Antolín
Una noche también amenazada por el confort
Sevilla/La nueva normalidad lleva aparejada la adopción de políticas basadas en el ensayo-error. Las comunidades autónomas, autoridades en materia de salud desde el fin del estado de alarma, están llevando a la práctica sin vacilaciones el clásico método a la hora de aplicar nuevas medidas viejas. En la restricción de las libertades individuales manda la realidad, sostienen los dirigentes. Y si la obligatoriedad de la mascarilla se impuso cuando se hizo patente que no bastaba la sola recomendación, la adopción de mayores restricciones en la apertura y el aforo de las discotecas llegará en paralelo a la aparición de brotes asociados a la práctica del ocio nocturno. El más importante en Andalucía ha ocurrido en una discoteca de Córdoba, de cuyo brote suman 91 personas contagiadas.
La Junta de Andalucía, visto lo visto y siguiendo el principio de la prudencia por la sucesión de brotes, estudia la aprobación de medidas en el ámbito de los locales ocio nocturno. La reunión del comité de expertos del lunes 27 decidirá qué políticas se materializarán. "Cuando dispongamos toda la información se tomará una decisión", informó ayer el vicepresidente de la Junta, Juan Marín, refiriéndose al informe que quincenalmente emite el grupo de especialistas en Salud desde el comienzo de la pandemia. Marín afirmó que, de llevarse a cabo, y "si es necesario", será en la reunión del Consejo de Gobierno del próximo martes cuando se acometan cambios en la regulación de las discotecas, como ya las ha habido en las comunidades murciana y navarra.
Sobre las modificaciones en la regulación de los lugares de ocio nocturno en Andalucía se pronunció ayer el alcalde de Córdoba, José María Bellido, al tiempo que conoció la confirmación de los 91 positivos por Covid-19 vinculados al contagio en la discoteca. Según la información proporcionada por la Delegación de Salud de la Junta en la capital cordobesa, este foco ha tenido como consecuencia la realización de unas 2.000 pruebas diagnósticas del tipo PCR y se han identificado a unos 1.000 contactos estrechos. Este brote no ha provocado aún hospitalizaciones, pues la mayoría son contagiados asintomáticos, aunque todos deben guardar la preceptiva cuarentena.
La permanencia de estos ciudadanos en estado de confinamiento, tanto si han dado positivo como negativo, se debe a que cabe la posibilidad de que, en efecto, sean portadores del virus (y contagiadores) pero que el virus esté todavía en periodo de incubación. Desde la Delegación de la Junta cordobesa informaron, por tanto, que "si no hay un confinamiento voluntario, se procederá a uno obligatorio", bajo multas de hasta 600.000 euros.
"En los próximos días conoceremos alguna iniciativa", dijo el regidor cordobés en alusión a las nuevas medidas que la Junta medita tomar en las discotecas. "Es una decisión que no me corresponde, pero puedo asegurar que se está reflexionando sobre si la normativa actual tiene que modificarse para evitar nuevos brotes", dijo el regidor cordobés.
Según la hipótesis que maneja la Junta, en los locales de ocio donde se eleva el tono de voz -como en las discotecas-, la probabilidad de contagio se incrementa alrededor del 20%. "Y eso ya con la medida aplicada de un aforo limitado al 40%", añadió el vicepresidente andaluz, Juan Marín.
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