La Junta inventa un bono de 400 euros para atraer la contratación de jóvenes

Los jóvenes que acaben de finalizar su estudios universitarios o de Formación Profesional podrán contar con una mochila de 400 euros mensuales al intentar encontrar su primer trabajo. Los interesados (hasta los 35 años) se integrarán en una bolsa en base a sus méritos académicos. A éstas accederán las empresas que requieran personal cualificado y que podrán descontar del sueldo mensual este incentivo que concederá la Junta durante un año. Es decir, si la empresa les va a pagar mil euros, les abonará 600. También serán beneficiarios los jóvenes de la Beca Segunda Oportunidad, aquellos menores de 24 años que regresaron a los estudios de Secundaria al encontrarse desempleados, muchos de ellos en el sector de la construcción.

Este cambio en la manera de otorgar los incentivos (hasta ahora se ingresaba a las empresas por número de jóvenes contratados) fue una de las escasas novedades destacables entre las medidas aprobadas ayer por el Consejo de Gobierno de la Junta en una sesión monográfica sobre empleo.

El bono de 400 euros (cifra recurrente para las administraciones en la concesión de ayudas) se integra en un plan de empleo juvenil por 167,5 millones de euros, cuya mayor parte, 125 millones, se destinará a prestamos reembolsables, "créditos blandos", para empresas creadas por jóvenes y otros 25 millones para el autoempleo juvenil, autónomos que creen empleo joven y economía social. La Junta quiere añadir al plan la inversión procedente del reparto del plan de empleo juvenil aprobado por la Unión Europea y reclamará 243 millones de los 900 que pretende recaudar Rajoy para España por su elevada tasa de empleo juvenil. Uno de cada cuatro jóvenes en paro es andaluz.

Las restantes medidas (hasta 20, y a la espera de consensuar hoy con los sindicatos) son en su mayoría fórmulas para resolver trámites burocráticos, líneas de trabajo interno, algún que otro plan reciclado (de nuevo el Plan de Acción Social anunciado en octubre por el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, y que está dotado con 60 millones) o una prórroga para 2014 del plan de choque vigente, con otros 200 millones. En total, el consejero de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo, Antonio Ávila, estiró la inversión comprometida hasta más de 500 millones (recogidos ya en los Presupuestos) y una previsión de 42.000 nuevos empleos (29.000 para jóvenes) y el mantenimiento de 150.000.

Un pronóstico que supone un acto de fe, porque en ninguno de los planes aprobados hasta ahora para generar empleo, o contra la crisis, ha habido evaluación de resultados. Por ejemplo, el plan de choque de este verano que previó 11.000 puestos gracias a obras en colegios, rehabilitación de viviendas o acciones en caminos rurales. Algunas de las acciones no se han ejecutado aún y nada se sabe de la comisión creada para evaluar su impacto.

La batería de medidas improvisadas por la Junta (una vez que el vicepresidente, Diego Valderas, reclamó una sesión monográfica hace dos semanas tras conocerse los datos de la EPA) arrojó también como novedad la contratación en las oficinas de empleo de 310 puestos de trabajo. Treinta de ellos serán plazas de funcionarios de nuevo ingreso del Cuerpo de Ciencias Sociales y del Trabajo. Otros 280 serán contratados a la espera de que la Consejería de Hacienda determine cómo y, entre todos, vienen a paliar el despido de casi 900 asesores a finales del pasado año.

También se estudiarán medidas para territorios especialmente afectados y, como medida número 21, Ávila anotó la propuesta de seguir reclamando a Rajoy un plan especial de empleo como tienen Extremadura o Canarias.

El PP-A consideró que la Junta de Andalucía aprobó "los mismos planes fracasados de siempre que nos han llevado al 36% de paro".