La aldaba
Carlos Navarro Antolín
¡Anda, jaleo, jaleo!
El Parlamento andaluz aprobó hace casi cuatro años la Ley de Bioclimatización, una norma que pretendía mitigar las altas temperaturas en los colegios y los institutos mediante la realización de unas obras y actuaciones que procuraran unas instalaciones adaptadas al calor. Que los veranos sean cada vez más calurosos y más largos hacía necesaria la reforma de unos edificios construidos en el siglo anterior, un tiempo en que los veranos eran menos sofocantes y se ajustaban mejor a los tres meses que manda el calendario.
De ahí la ley de 2020 y de ahí que la Consejería de Desarrollo Educativo y Formación Profesional haya anunciado recientemente la práctica culminación de un plan que contempla 454 actuaciones en los centros docentes. De ellos, asegura la Consejería dirigida por Patricia del Pozo, se han ejecutado el 95%, que espera tener el resto listo "este verano". Escuelas de Calor, una plataforma que aglutina a asociaciones de madres y padres de los centros de enseñanza, critica la "escasa ambición" de la Junta de Andalucía después de conocer los datos y lo argumenta subrayando la inexistencia de planes para los otros 4.000 centros educativos que hay en la geografía andaluza.
La Ley de Bioclimatización señala como "de especial interés" el acometimiento de las "acciones oportunas" en los colegios y los institutos andaluces que garanticen "un ambiente confortable en términos de temperatura, humedad y ventilación". Se trata, como señaló la administración educativa en una nota de prensa, "de mejorar de las condiciones térmicas y ambientales en los centros educativos andaluces mediante técnicas bioclimáticas y uso de energías renovables". Las obras están recogidas en los planes de Bioclimatización de 2020 y de 2021 con una inversión en torno a los 145 millones. El plan tenía en cuenta la realización de 454 actuaciones. Hay terminadas 431. "Las 23 que faltan", explican fuentes de la Consejería de Educación, "tienen plazo de finalización para este verano", aunque en el presente mes de junio, informan, "se sumarán" algunas más.
El Plan de Bioclimatización, indica Educación, pretende garantizar las condiciones de "habitabilidad" y de "confort térmico de manera respetuosa y sostenible", así como "reducir la huella de carbono a lo largo de la vida útil de los edificios, contribuyendo a la lucha contra el cambio climático". Para ello se han diseñado "instalaciones de refrigeración adiabática" para el acondicionamiento con técnicas bioclimáticas, unas instalaciones que van acompañadas de "la implantación de placas solares fotovoltaicas" para producir energía eléctrica que cubren las necesidades de climatización en los centros como las de "ahorro, sostenibilidad y eficiencia energética".
Las obras de refrigeración son de particular relevancia en Andalucía, un región particularmente "sensible y vulnerable al calentamiento global", tal como figura en el texto de la Ley de Bioclimatización, aprobada a las puertas del verano de 2020. El legislador ha reflejado en la norma que "en los últimos años se ha constatado la elevación de las temperaturas" en otoño, primavera y verano, estaciones "coincidentes con el calendario lectivo escolar. Esta circunstancia, señala la ley, "está afectando a la calidad y eficacia del proceso educativo y, en ocasiones, puede afectar a la salud del alumnado, el colectivo docente y el resto de personal que trabaja en los centros educativos".
Cuatro años después, sin embargo, la Ley de Bioclimatización no cuenta con el preceptivo desarrollo reglamentario que la norma preveía en un plazo de 18 meses. Es una de las críticas de Teresa Pablo, portavoz de la plataforma Escuelas de Calor. Pablo lamenta además la "poca ambición" de la Junta de Andalucía: "Hay más de 4.500 centros en Andalucía en los que actuar y por ahora sólo se han desarrollado 454 actuaciones". Otra crítica de Escuelas de Calor señala que el programa se detuviera en 2021 y que se haya limitado a emplear fondos de la Unión Europea. "Es un engaño que las actuaciones se estén disfrazando como un desarrollo de ley de bioclimatización", señala Pablo, que afea a la Junta la falta de actuaciones verdaderamente sostenibles -árboles, parterres...-. Pablo concluye con una serie de preguntas retóricas: "¿Qué piensa hacer la Consejería a partir de ahora? ¿Ha cumplido ya? ¿Qué piensa hacer con el resto de los centros de Andalucía? Parece que no la Consejería no contempla planes para ellos...".
La Consejería de Desarrollo Educativo y Formación Profesional informa además que está llevando a cabo lo que denomina "medidas pasivas de climatización", una serie de actuaciones que cuenta con un presupuesto de 26 millones de euros y que se están ejecutando en 230 centros educativos. Las actuaciones se centran en la creación de zonas de sombra mediante la construcción de porches, la instalación de toldos o la cobertura de las pistas en los polideportivos, así como la sustitución de ventanas, la colocación de celosías y la compra de ventiladores.
De esos 26 millones de euros destinados para estas actuaciones ya se han gastado 17, correspondientes a obras finalizadas. Hay 29 obras en construcción y otras 18 son actuaciones ya contratadas aunque pendientes de su comienzo, según ha detallado la Consejería dirigida por Patricia del Pozo.
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