La Junta analizará las aguas residuales para detectar brotes antes de que haya síntomas de coronavirus
Equipos de 15 hospitales andaluces están investigando el genoma del virus a partir de 1.000 muestras tomadas en el territorio
El plan de control de nuevos brotes de la Junta contempla el análisis de las aguas residuales para detectar posibres casos de coronavirus antes incluso de que los contagiados comiencen a desarrollar síntomas. Es una de las medidas incluidas en esta iniciativa, que se aprobó ayer en el Consejo de Gobierno, pero que el consejero de Salud y Familias, Jesús Aguirre, ha detallado este miércoles en la comparecencia posterior al gabinete de crisis de la Junta.
Según ha explicado Aguirre, es posible detectar el SARS-CoV-2 en las aguas fecales "incluso dos días antes" de que los pacientes muestren síntomas de una infección respiratoria. Para ser capaces de localizar estos posibles brotes, la Administración autonómica está en conversaciones con los ayuntamientos, que gestionan el ciclo del agua en la comunidad.
Es sólo uno de los detalles del plan de vigilancia epidemiológica que también contempla la posibilidad de controlar brotes "en un bloque, en una calle, o en un barrio", para lo que también es necesaria la comunicación entre la Junta y los ayuntamientos. La Administración autonómica reclama también planes de contingencia de posibles contagios en organismos que dependen de ella, como los colegios o los centros universitarios.
Aguirre también se ha referido a la situación de los inmigrantes que llegan en patera, para quienes ha pedido un periodo de cuarentena de 14 días en instalaciones puestas a disposición por "la autoridad competente" para evitar posibles contagios. El titular de Salud y Familias ya hizo esta petición la pasada semana en el Pleno del Parlamento, cuando cifró en un 4% el número de positivos detectados entre los inmigrantes que han llegado a los puertos andaluces en estos meses.
El consejero de Salud ha aludido a la labor de investigación que se está realizando en Andalucía coordinada por la Fundación Progreso y Salud. Aguirre ha aludido a un proyecto concreto que se desarrolla en 15 hospitales de la comunidad con 1.000 muestras de SARS-CoV-2 y que indagará sobre la "procedencia genética" del virus que ha circulado por el territorio desde principios de año. "Indica perfectamente si hay cambios en la virulencia o si el tratamiento es idóneo", ha apuntado Aguirre.
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