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Junta y Banco de España 'ayudaron' al pacto entre Unicaja y Cajasur

Las intervenciones de la consejera Martínez Aguayo, el director general Martínez Tello y monseñor Asenjo fueron decisivas · No consta que el presidente Griñán haya participado en estas rondas.

I. Martínez - L. Pérez-Bustamante

26 de julio 2009 - 01:00

Fue el momento crítico. Era la tarde noche del jueves 16 de julio. Estaban los balances comprobados y era el instante decisivo. El presidente de Cajasur Santiago Gómez Sierra quería, en primer lugar, aclarar cómo quedaban los intereses de la Iglesia en la nueva caja. Sobre todo, teniendo en cuenta que en Cajasur, con el 34% de los miembros de la asamblea, el Cabildo era la fuerza hegemónica. Para la fundación que gestionará la Iglesia en el futuro, Gómez Sierra quería 12 millones al año. Y Braulio Medel, que es buen jugador de ajedrez, hizo una apertura siciliana:

-Había pensado, un millón de euros al año, dijo.

-Eso es un insulto, contestó Gómez Sierra, perplejo.

-Eso no es un insulto, es una propuesta, concluyó Medel.

Hubo ruptura y se encendieron todas las luces rojas. Y los teléfonos móviles. Y así es como entran en la negociación pura y dura dos jugadores importantes que estaban en la grada. El primero es monseñor Asenjo, que todavía es administrador apostólico de Córdoba y se dice que lo será hasta que no se resuelva este asunto de manera satisfactoria, por expreso deseo del Vaticano. Gómez Sierra le informa con detalle del desencuentro con Medel esa misma noche. La Iglesia también quiere inmuebles valorados en 75 millones de euros. Hay quien hace un chiste fácil: "los curas querían una canonjía".

La segunda es la consejera de Economía, Carmen Martínez Aguayo, que entra en escena de manera intensa. No consta que el presidente Griñán haya intervenido en estas conversaciones triangulares de mediación. Quien sí informa a Asenjo de la posición socialista, siempre en la larga noche del jueves 16, y le pide su mediación formalmente, es el vicepresidente primero de Cajasur Salvador Blanco, persona de la máxima confianza del presidente. Viernes, sábado y domingo las conversaciones bilaterales no paran.

Hay otros invitados de excepción en este rondo. El más notorio es Jerónimo Martínez Tello, el director general de Supervisión del Banco de España. Hay quien sostiene que Martínez Tello en un momento dado le da de plazo hasta el lunes 20 a Gómez Sierra para cerrar el acuerdo. El director general es un veterano del Banco, en donde está desde 1984. Es un excelente conocedor de las cajas y sus dirigentes: ha sido en los dos últimos años director del Departamento de Inspección de las Cajas de Ahorro, antes de su último ascenso. El lunes hay prevista una reunión a las 17:00, pero durante el largo fin de semana se tienen serias dudas de que vaya a celebrarse. Finalmente se cambió por un almuerzo.

El futuro de Cajasur quedó marcado el 23 de abril, cuando Santiago Gómez Sierra acompañado de su director general Antonio Barral acudieron al Banco de España, que estaba alarmado por los datos de solvencia, liquidez y morosidad de la caja cordobesa en enero y febrero. Y por la rebaja que el día antes había hecho la agencia Fitch de la calificación crediticia de Cajasur: le puso BB+, la misma que le dio a la Caja Castilla La Mancha un mes antes de su intervención. Cuando los dos máximos dirigentes de la entidad tomaron el AVE de vuelta a Córdoba llevaban en sus maletines un severo plan de ajuste impuesto por el Banco de España. Hacía menos de un mes que su futuro socio, Braulio Medel, había estado con el gobernador del Banco para rechazar la absorción de la Caja Castilla La Mancha. Una operación que Unicaja desestimó por dos razones: porque no le salían los números y porque ya tenía en su radar a Cajasur. El ajuste impuesto por el Banco de España a la caja cordobesa incluía una importante reducción de costes estructurales, con el cierre inmediato de 20 oficinas y la salida de 200 trabajadores. La primera decisión es que esos recortes se hagan en Levante y Cataluña.

Durante el mes de mayo el presidente sondea la posibilidad de una fusión con Caja de Murcia, entidad que junto a la CAN navarra siempre han sido admiradas por Gómez Sierra por su forma de funcionar y su modelo de gestión. Además evitaría el solapamiento de oficinas. Varias fuentes consultadas opinan que el supuesto intento de fusión con CAI de Zaragoza y el Círculo Católico de Burgos, las otras dos cajas de la Iglesia en España, no pasó de ser un farol. Para finales de mayo ya hay dos bandos en el consejo de Cajasur, los curas y los políticos, por usar los términos que ambas partes utilizan para mencionar a la otra. Los políticos engloba a PSOE y PP, porque IU ha estado siempre alineada con los canónigos. El 27 de mayo, cuando el presidente reconoce que ha enviado al director de la Banca minorista, Santiago Cabezas, a negociar con Caja de Murcia, se produce la ruptura entre los dos bandos del consejo y a partir de ese momento empieza la presión de la Junta y también los contactos con Unicaja.

El 30 y el 31 de junio el arzobispo coadjutor de Sevilla, Juan José Asenjo y el presidente de Cajasur se van a Roma para entrevistarse con los responsables de la Prefectura de Asuntos Económicos de la Santa Sede. Allí les confirman que no podrán contar con dinero del Vaticano y que deben de buscar una solución. En paralelo el Banco de España les dice que no pueden seguir solos y la Junta, que su socio debe ser andaluz. Es verde y con asas: Unicaja. Braulio Medel manda de emisario a uno de sus hombres de confianza, Ángel Fernández Noriega, ex presidente de Caja de Asturias y director de la división de Secretaría General. La auditoria de la CMM en marzo, les da mucha experiencia: así se suma el equipo de Juan José Navarro, director de la división de Planificación y Control. Esas dos son las personas que acompañaron a Medel en su reunión del lunes pasado en el restaurante Oriza con Gomez Sierra y sus directores de Banca minorista y la Obra Social. El anuncio una semana antes de la fusión con Jaén, también ayudó a decidirse al presidente de Cajasur.

Y hubo acuerdo. Pero la negociación continúa. A pesar de varios anuncios oficiosos, todavía no se ha entregado ningún documento a la Junta. Al Fondo de Reestructuración y Ordenación Bancaria se le va a presentar un plan de actuación, de acuerdo con el artículo 6 del decreto de hace un mes. Los préstamos y avales que se pedirán al antiguo fondo de garantía de depósitos no se conocen, ¿600 millones?, en todo caso menos de mil. La nueva fundación de los canónigos tendrá finalmente una dotación de ocho millones anuales. Lo que no parece una falta de respeto.

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