La Junta de Andalucía contempla la cuarentena de toda la clase si se contagia un alumno
El borrador del protocolo a seguir en los colegios establece que los niños que presenten síntomas deben ser aislados en una habitación acompañados de un adulto hasta que los recojan
Faltan tres semanas exactas para el inicio del curso escolar y los mensajes de los responsables andaluces se dividen entre las llamadas a la calma y la exigencia al Gobierno central de unas directrices que homologuen la vuelta a las aulas. Los departamentos de Salud y Educación serán los de determinen cómo se gestionará un curso marcado por la pandemia de Coronavirus y se reúnen hoy para cerrar las medidas que aplicarán a partir del 10 de septiembre. La Consejería de Jesús Aguirre tiene ya un borrador sobre el que trabajará con el equipo de Javier Imbroda y que contempla, entre otras cosas, cuarentenas para todos los alumnos de una clase en la que se confirme un caso de Covid-19.
El documento establece que si la confirmación de la infección se produce en horario escolar, el colegio o instituto debe contactar con las familias para que recojan a los alumnos “manteniendo las medidas de protección” e informándoles que deben aislarse, aunque la autoridad sanitaria se pondrá en contacto con estas personas.
Si el contagio se conoce fuera del horario escolar, se comunicará a las familias la necesidad de poner a los alumnos en cuarentena. En este proceso tendrá un importante papel el coordinador Covid que se incorporará las plantillas de los centros de enseñanza gestionados por la Junta.
Si el contagio se detecta en un profesor, deberá aislarse en su domicilio si se trata del tutor, que suele pasar la mayor parte del tiempo con el mismo grupo de alumnos. Si se trata de cualquier otro docente tampoco podrá acudir al centro, pero serán los epidemiólogos los que evalúen los posibles contactos estrechos con el resto de personal de plantilla y los alumnos.
El protocolo es distinto en los casos sospechosos. Cuando se detectan síntomas propios del coronavirus en un estudiante, éste deberá ser trasladado “con normalidad, sin estigmatizarlo” a un espacio separado y previamente elegido para estas situaciones. Esa habitación, que debe estar ventilada, tiene que contar con un dispensador de gel hidroalcohólico y una papelera de pedal con bolsa. Allí tendrá que esperar con mascarilla, acompañado por un responsable, hasta que vayan a recogerlo sus tutores para llevarlo a su domicilio, donde tendrá que guardar cuarentena.
Si los sospechosos de tener coronavirus son docentes o personal del centro, deben aislarse también y comunicarse con la autoridad sanitaria o con riesgos laborales.
El protocolo, elaborado por la Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica, contempla también que los padres o tutores de los alumnos sepan que no deben llevar a los menores al colegio si tienen síntomas, así como informar de casos en familiares del niño y de ausencias justificadas para garantizar que no se trata de un caso de Covid-19 o cuarentena por contacto estrecho.
Se propone también que se tome la temperatura de los estudiantes antes de acudir al centro educativo y que los menores considerados vulnerables vayan a clase extremando las medidas de protección. Si el alumno tiene móvil, se recomienda que instale la app de rastreo.
Con esta base, los equipos de Javier Imbroda y Jesús Aguirre se reúnen hoy en la delegación del Gobierno andaluz en Córdoba para “terminar de perfilar” unos protocolos que, según el titular de Salud, llevan preparándose “tres meses”. “El regreso será con normalidad y con una calidad optima desde el punto de vista sanitario”, garantizó Aguirre antes de aludir a la puesta en marcha de “circuitos de formación de dos o tres días” para que los alumnos sepan cómo actuar en la vuelta al cole.
En esta especie de cursillo se les explicará cómo funcionan los “grupos estables de convivencia”, en los que los niños pueden socializar y jugar sin tener que guardar la distancia. Según el borrador del protocolo, las clases de Infantil y Primaria se conformarán como estos grupos, también llamados burbujas. Aguirre también avanzó que los colegios estarán conectados a los centros de salud de una forma similar a las residencias de mayores.
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