La aldaba
Carlos Navarro Antolín
Más allá de la voz de la Laura Gallego
"Soy consciente de que en la sociedad andaluza existe un anhelo por mejorar nuestra sanidad". Es un reconocimiento de un problema que puede provocar muchos dolores de cabeza al Gobierno, lo que explica que gran parte del discurso de Juanma Moreno en el debate sobre el estado de la comunidad haya estado centrado en la gestión sanitaria del Ejecutivo autonómico en los casi tres años que han pasado desde que PP y Ciudadanos llegaran al poder, un periodo marcado especialmente por la pandemia.
El presidente ha utilizado los datos para justificar su apuesta. El gasto sanitario de la legislatura se elevará a los casi 50.000 millones de euros y, si hay Presupuesto en 2022, alcanzará el 7,4% del PIB regional. Parte de ese dinero ha servido para mejorar las instalaciones hospitalarias, golpeadas especialmente en la pandemia de Covid-19, pero Moreno ha querido poner los focos en la Atención Primaria. "Es hora de que el primer nivel del sistema sanitario tenga la calidad que merecen los andaluces", ha dicho el jefe del Ejecutivo, que ha aprovechado para dar un tirón de orejas a la gestión socialista y ha asegurado que, a pesar de la pandemia "en los últimos años hemos mejorado la atención primaria".
"¿Es suficiente? Claramente no", ha admitido Moreno, que ha pasado de puntillas por el despido de 8.000 de los 20.000 profesionales de refuerzo contratados para atajar la pandemia, pero sí ha avanzado que hará "un esfuerzo" para que consolidar las plazas a los 12.000 que seguirán trabajando más allá del 1 de enero, aunque, según los sindicatos, el contrato que se les ha hecho tenga seis meses de duración. "Los profesionales son el motor de unos servicios públicos de calidad", ha insistido Moreno, que ha asegurado que hay 18.500 trabajadores sanitarios más que con los gobiernos socialistas.
En materia sanitaria, Moreno ha anunciado también que el Servicio Andaluz de Salud administrará la segunda dosis a los vacunados con Janssen desde esta misma semana (en el resto del país se hará desde el 15 de noviembre) y que el calendario vacunal ordinario incluirá la vacuna contra la meningitis B, que costaba 300 euros por niño, para los niños nacidos desde el 1 de octubre y que empezará a ponerse en diciembre. Estos anuncios no están asociados al Presupuesto de 2022 que está en proceso de elaboración, pero sí gran parte de esa "reforma integral de la sanidad" que el presidente ha defendido.
Por eso, entre otros motivos, Moreno ha dicho estar dispuesto a negociar las cuentas "hasta la extenuación" con todos los grupos, a pesar de que el acuerdo con el PSOE está mucho más lejos que cuando se abrió esa posibilidad, el pasado 1 de octubre. El presidente ha retrasado hasta el 24 de noviembre, el día que se debaten las enmiendas a la totalidad, el plazo de negociación, a pesar de que los socialistas querían recibir una respuesta a esta semana. "No puede haber argumento ideológico para bloquear la recuperación de Andalucía; estoy seguro de que los andaluces van a tomar nota", ha sentenciado antes de hacer una defensa del diálogo y una llamada a la "valentía" para "hacer historia" y explorar "acuerdos que parecían imposibles".
El proyecto de cuentas que están elaborando en la Consejería de Hacienda tiene un montante récord de 43.814 millones de euros e incluye ese aumento en gasto en servicios públicos que Moreno suele utilizar como argumento reclamar a la oposición su apoyo al Presupuesto de 2022. Pero también incluye guiños a los jóvenes en el tramo final de la legislatura, ya que el año próximo será electoral haya o no adelanto, y que coinciden en el tiempo con ideas del Gobierno central como las ayudas a la emancipación o el bono cultural. Moreno se ha referido a un paquete de ayudas con 100 millones a la contratación indefinida con prioridad para los menores de 30 años y un plan para "favorecer las oportunidades laborales" de los jóvenes dotado con 120 millones. A esto hay que sumar la puesta en marcha, también en 2022, de la "tarjeta joven de transporte" que permitirá el acceso a los transportes públicos metropolitanos gestionados por la Junta con un descuento del 50%, que puede llegar al 100% en las familias numerosas.
Más allá de los anuncios, Moreno ha dedicado parte de su discurso a sacar pecho de algunas de las banderas ya esgrimidas a lo largo de la legislatura. Destaca aquí la apuesta por la simplificación administrativa, que se verá reforzada este noviembre con la aprobación de un decreto que retocará 70 normas para eliminar trabas burocráticas. En un sentido similar va la nueva ley del suelo, la Lista, que llegará al Parlamento para su debate final "en las próximas semanas". En materia de medio ambiente, Moreno se ha comprometido a mejorar las condiciones laborales de los trabajadores del Infoca y, además, ha tenido un recuerdo para el bombero forestal fallecido en el incendio de Sierra Bermeja.
El presidente de la Junta ha ensalzado especialmente las bajadas de impuestos, sobre todo tras la reciente aprobación de la nueva ley de tributos cedidos. "Mientras yo sea presidente, los andaluces no verán una subida de impuestos; no volverán a sufrir un infierno fiscal", ha espetado en una especie de declaración de intenciones destinada al Ejecutivo de Pedro Sánchez, al que ha afeado los anuncios sobre los peajes en las autovías o posibles aumentos estatales en impuestos como Sucesiones o Patrimonio.
En una práctica habitual de los presidentes autonómicos, Moreno ha buscado el choque con el Gobierno central ante el debate fiscal, pero también en el reparto de los fondos para luchar contra el desempleo juvenil, la nueva ley de vivienda, el futuro de la negociación de la PAC o la distribución de los fondos europeos de recuperación. El presidente de la Junta también ha atizado al Ejecutivo por la eliminación del fondo Covid para 2022 y ha recuperado su defensa de la reforma de la financiación autonómica, asociando la falta de recursos que llegan del Estado a la comunidad con los problemas para afrontar el gasto sanitario. En este contexto ha recordado su alianza con Murcia, la Comunidad Valenciana y -en menor medida- Galicia y ha vuelto a reclamar la reunión de la comisión bilateral con el Gobierno central como ha ocurrido en Cataluña. "Andalucía no va a admitir nunca una España multinivel; ya le cerramos el paso una vez y lo volveremos a hacer", ha zanjado.
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