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Sevilla/El presidente de la Junta, Juanma Moreno, ha señalado que, a pesar de la sequía actual, el consumo urbano de agua está "garantizado" en Andalucía al menos durante "más de un año y medio" si continúa la ausencia de precipitaciones por lo que no están previstas restricciones de agua en zonas "turísticas y urbanas" este verano en la región, tal y como anunció después de la reunión durante el día de ayer de la Mesa de Expertos contra la sequía celebrada en San Telmo.
"Donde va a haber restricciones, y ya las está habiendo, es en zonas de interior que se nutren de acuíferos que no se han podido renovar porque no ha llovido", ha precisado el presidente de la Junta en una entrevista en Onda Cero, en la que ha detallado que de producirse esas restricciones "hay un protocolo de sequía en el cual los ajustes en el agua se hacen por orden; primero se aplican a la industria, luego al sector agrícola y, por último, al consumo urbano", por lo que éste está garantizado.
Juanma Moreno ha recordado que se van "medidas de concienciación en el ámbito urbano", así como de "limitación del agua depurada", donde "vamos a tener un control mucho más exhaustivo", según ha advertido antes de insistir, no obstante, en que "este verano el turismo, desde el punto de vista práctico, no corre riesgo", pero "sí el sector agrícola y ganadero, que mueve decenas de miles de puestos de trabajo, decenas de millones de euros", y que para Andalucía "es uno de nuestros grandes pulmones y fija población en el interior", según ha recordado.
El jefe del Ejecutivo andaluz ha avisado de que "si no llueve en primavera tenemos un problema serio" en esta comunidad, que acumula ya "cinco años" en los que ha llovido "menos que la media natural de nuestro clima", y donde el actual mes de abril está siendo "especialmente excepcional", con "cero precipitaciones" en las ocho provincias andaluzas pese a ser "el mes por antonomasia de lluvia en nuestro clima".
Esta circunstancia ya ha supuesto, según se conoció durante el día de ayer en un informe del BBVA, "por lo pronto, la pérdida de 35.000 puestos de trabajo en el sector agroalimentario" andaluz y "un punto menos de previsión de crecimiento para el próximo año", y "si la sequía fuese extrema, podríamos perder hasta siete puntos de nuestro PIB", según ha relatado el presidente de la Junta, que ha puesto de relieve que Andalucía es "la primera potencia agrícola de España", con un sector primario "muy poderoso" que tiene "un impacto directo en el empleo y en toda esa cadena de valor que tiene la industria agroalimentaria, agrícola y ganadera".
Moreno ha insistido que ante este contexto hay que actuar "con previsión", y al respecto ha reivindicado los tres decretos de sequía aprobados o anunciados por el Gobierno andaluz, que tiene competencias sobre "el 27% aproximadamente" de la superficie hidrológica del territorio andaluz, y que suponen una inversión global de "300 millones de euros para obras de urgencia que están auxiliando a muchos pueblos de interior y zonas de regantes".
Esto también "se soluciona con una política hídrica", según ha continuado Moreno, que ha remarcado que en el resto del territorio andaluz la competencia en materia hidrológica la tiene el Estado a través de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, y al respecto ha señalado que el Gobierno central sólo ha aprobado hasta ahora "un decreto de sequía con nueve millones de euros".
Moreno ha explicado también que en la pasada Cumbre del Clima celebrada el año pasado en Egipto mantuvo una reunión "muy interesante con la máxima autoridad del agua de Israel", y ha mantenido también reuniones con representantes de países "más secos" que están acostumbrados a convivir con "sequías extremas", y tras ellos han llegado a la conclusión de que "el agua se puede extraer de varias obras".
Ha precisado que una de ellas pasa, en las zonas de litoral, por actuaciones de desalación, algo que "antes era complejo por su alto coste económico", pero que ahora "van vinculadas a grandes plantas fotovoltaicas, por lo que el precio de producir ese agua es bastante menor". Con las desaladoras, únicamente "podemos elevar el agua a una cota de no más de 50-60 kilómetros de la costa", por lo que "no sería viable para el interior", una zona donde, según ha abundado, se está recurriendo a la construcción de "grandes depuradoras" que requieren inversiones millonarias y que "técnicamente han mejorado mucho, que nos permiten todo el agua que consumimos en zonas urbanas del interior para poder reutilizarlas en el ámbito agrícola e industrial".
Junto a ello, Andalucía también apuesta por "nuevas canalizaciones para evitar pérdidas" de agua, según ha indicado también el presidente de la Junta, que ha apostillado que "por eso hemos pedido al Gobierno de España un PERTE del agua, de digitalización del control de ese agua, y que se puedan reprogramar fondos europeos para que una parte de los que llegan a España" se puedan dedicar "al agua", sin la que, según ha incidido, "no puede haber sector turístico, primario o industrial".
Al hilo, el presidente andaluz ha insistido en señalar que, a día de hoy, no es capaz de "explicar cuál es la política hídrica del Gobierno" central, y se ha cuestionado si ésta pasa por "dejar secar los campos y, por tanto, dejar sin oportunidades de progreso al interior de Andalucía".
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