Carlos Navarro Antolín
La pascua de los idiotas
Celebración del 28-F
Sevilla/La entrega de medallas y el nombramiento de hijos predilectos de Andalucía es el momento central de una cada vez más larga ceremonia del 28-F que este miércoles rozó las tres horas. Una veintena de distinciones que distinguen lo mejor de los andaluces en varios apartados. El momento del discurso del presidente de la Junta, Juanma Moreno, se convierte en una suerte de eje para el futuro desarrollo de lo que queda de año político. Este año, las sorpresas quedaron al margen. La “igualdad entre territorios”, la “ausencia de privilegios” y el respeto al “marco constitucional”, reclamaron su espacio entre constantes referencias a la “vía andaluza” y a la capacidad de liderazgo de la comunidad.
La gala tuvo sus momentos en los que la emoción se adueñó del teatro de la Maestranza. Sin duda el mayor fue cuando, antes de citarlos, detrás del presidente aparecieron las imágenes de Miguel Ángel González y David Pérez, los dos guardias civiles asesinados en Barbate. Todos en pie les brindaron la que fue, sin duda, la ovación de la tarde. También sobresalió la dedicada a Sarah Almagro, quien un vestido corto le permitía lucir sus prótesis con el orgullo de quien se ha sobrepuesto a una enfermedad para llegar a hacerse con dos medallas en el mundial de surf, amén de entorchados nacionales y europeos.
El mismo reconocimiento lo obtuvieron los agentes del Cuerpo Nacional de Policía y las intervenciones musicales de José Mercé por soleares y de Jarcha, quienes hicieron subir a todos los integrantes de la formación a lo largo de los años para el recuerdo del himno de la Transición, su Libertad sin ira. Para éstos últimos fue la medalla Manuel Clavero Arévalo cono defensores del interés general de Andalucía. Danza Invisible de gira de despedida y protagonistas también con su Sabor de amor y los Romeros de la Puebla completaron el apartado de las actuaciones musicales. Antes y como inicio de la gala el cantaor Manuel Cuevas ambientó el acto con un martinete y una toná, para dar paso a la banda del Rosario de Cádiz con su Eternidad, protagonista de un varias veces recordado vídeo publicitario de Andalusian Crush.
Cruz Roja, la deportista María Pérez García; las empresas Sando y Dcoop; el Ateneo de Sevilla y la revista Ánfora Nova; Eva María Laín, la Confederación Andaluza de Alzheimer y otras demencias, la Plataforma Andaluza del Voluntariado, Manuel Titos y Álvaro Domecq Romero completaron los premiados en una sucesión de entregas que tuvo también un más que divertido momento cuando Juan y Medio fue sorprendido con la presencia en el escenario de dos de las parejas de mayores a las que ha ayudado a escapar de su soledad en su programa.
El nombramiento de los hijos predilectos es otro de esos momentos que se recuerdan. Uno de ellos, el director de la Real Academia, Santiago Muñoz Machado, fue el encargado de pronunciar el discurso en nombre de los galardonados. La “gloria efímera” y la huida del oropel ejemplificado en la figura del poeta sevillano Andrés Fernández de Andrada, fue el inicio del mismo que tuvo como eje su labor tanto como jurista en “defensa de la Constitución, la libertad y el Estado de Derecho”, como guardián del tesoro del lenguaje, de “un diccionario que incluye hasta 800 andalucismos” algunos de ellos presentes “en el español de América”, una lengua que hablan casi 600 millones de personas. Suya fue una de las frases del día que resume el estado de ánimo de quienes fueron distinguidos en el acto: “no hay mayor reconocimiento que el de la tierra que te vio nacer”.
El jerezano José Mercé, subía por segunda vez al escenario para lanzar al aire su grito de “orgullo de ser andaluz” y recordó cómo se enteró del reconocimiento, “cuando el presidente me llamó a las cinco menos veinte de la mañana porque estaba en Nueva York y me dijo que tenía la voz un poco rara”. Un galardón que dedicó a su hijo Curro “fallecido hace treinta años” y del que reconoció sentirse “plenamente acompañado”.
Juanma Moreno lanza cada vez que puede la vigencia de la vía andaluza como modo de hacer política. Este miércoles no hizo una excepción al referirse a la misma como la manera “que consiste en hacer que las cosas funcionen desde la igualdad y el diálogo, con respeto a las leyes y con transparencia”. No fue la primera vez. Minutos antes había hecho mención a la misma con relación a la sequía “la gran pandemia actual que todos tenemos que abrir los ojos y actuar; los ciudadanos, los gobiernos y las empresas e instituciones. Sin descanso, juntos; dialogando y llegando a acuerdos, lo que siempre hemos defendido como la vía andaluza”.
Doñana fue también una parada casi obligada por la actualidad. Los roces entre Junta y Gobierno de los últimos días, se sobreponen con algo que sonó a promesa: “habrá quien critique el acuerdo y lo respeto, pero os aseguro que me sentaré y me pondré de acuerdo con quien me tenga que poner para proteger el bienestar, el futuro y el interés general de los andaluces. Porque Andalucía está por encima de todas las ideologías y de cualquier sigla política”.
Moreno también reconoció algo que se escucha reiteradamente en todas sus intervenciones y las de su equipo de Gobierno en pleno. Se trata de las “cosas que mejorar”. También propuso como remedio a ellas, “que mientras quede una sola persona sin trabajo, mientras haya un solo paciente esperando una operación que no llega, mientras haya una mujer sufriendo violencia y desigualdad, no dejaremos de intentarlo con todas nuestras fuerzas, día tras día”.
El presidente de la Junta se detuvo también en el papel de defensa de los agricultores, ganaderos y de pescadores, de quienes dijo que “es importante estar de su parte ahora. Son nuestras despensas, las mismas en las que no faltó de nada durante la pandemia. Hoy nos necesitan y en Andalucía, desde luego van a tenernos de su lado”. Nueva ovación. Moreno se despidió con una convocatoria a los andaluces que resume su intervención y el mensaje que quiso dejar en el aire: “os convoco a exigir el mismo trato para Andalucía que para los demás, desde la fraternidad y la solidaridad con todos y cada uno de los territorios de España”.
El himno de Andalucía cantado al alimón por un emocionado Pablo López, uno de los galardonados y el público del Maestranza, fue el punto final de la gala de la celebración.
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