Juanma Moreno se mira en Castilla: "Es pronto" para las elecciones
Vox le avisa al presidente que quiere "sentarse en los sillones verdes"
Ahora sí, ahora no, pero seguimos en el mismo lado. Como en el baile de la yenka. Juanma Moreno se fue a Salamanca, se paseó, observó los sondeos y mandó a parar. Durante unas semanas, el presidente de la Junta ha andado susaneando, que es la acción de preguntar de modo masivo a los otros para que éstos, por fin, terminen por darte la razón para adelantar unas elecciones. Hasta que ha comprobado lo que ha sucedido, o lo que va a ocurrir este domingo en Castilla y León, donde nadie se ha tragado la impostura de su presidente, Alfonso Fernández Mañueco, del PP, para llevar a esta comunidad a las urnas de modo precipitado. El casus belli que ha esgrimido es una supuesta deselatad de Ciudadanos, su aliado, que fue algo parecido a lo que invocó Susana Díaz para adelantar unos comicios que se saldaron con la pérdida de la Junta. "Es pronto", ha aclarado el presidente este miércoles a los parlamentarios.
La sesión de control al Gobierno andaluz ha vuelto a confirmar que los ejes se han roto en el Parlamento. Vox ha intentado que la Cámara tumbe la ley de Economía Circular, pero será el PSOE el que salve esta nueva iniciativa del Ejecutivo de Juanma Moreno. Habrá más: más leyes, más decretos, más pronunciamientos. Hasta en la ampliación de los riegos de Doñana ha contado con la abstención socialista. Tal como se ha encargado de subrayar el portavoz del PP, José Antonio Nieto, el Estatuto establece que las legislaturas duren cuatro años. "Y hay que aprovecharlos hasta el último día", remarcó.
Todo esta dicho, Juanma Moreno sigue adelante. Su líder nacional, Pablo Casado, tendrá que esperar, Andalucía irá a elecciones cuando toque, o casi cuando toque: finales de mayo o junio. U octubre, que añadiría el presidente. Si Vox entra en el Gobierno castellano y leonés será un acicate para el electorado de izquierdas en Andalucía, eso es lo que teme el PP, aquí y en Génova, por eso los populares han tratado de difundir que los de Abascal no tienen interés en estar dentro del Gobierno andaluz. Se lo ha explicado de modo muy claro el portavoz de Vox, Manuel Gavira, al asegurarle que Andalucía tendrá unos dirigentes fuertes, cuando ellos se sienten "en los sillones verdes". Los del Gobierno andaluz.
No hay bloqueo en el Parlamento, no hay bloques de derechas e izquierdas, Vox se ha ido, pero en su ausencia el PSOE ha salido a respaldar algunas iniciativas al PP. Tampoco está claro que el líder socialista, Juan Espadas, quiera postergar el momento electoral hasta el último día. Mira el calendario, observa, y ya sabe que Moreno no va a seguir el mal ejemplo de Fernández Mañueco.
"Bienvenido, señor Moreno. ¿Cómo está usted? ¿Le tiemblan las piernas? El único que ha estado de mítines es usted, es usted el que habla de elecciones", le ha reprochado la socialista Ángeles Férriz, que en su intervención le ha recordado que se asuntó del debate sanitario que se celebró a finales de enero, porque tenía una entrevista con el gobernador del Banco de España en Madrid, hecho que aprovechó para viajar a Salamanca a abrir la campaña de Castilla y León con Fernández Mañueco. La portavoz de Unidas Podemos, Inmaculada Nieto, abundó el lo mismo: "Se fue usted a Castilla y León a hacer chistes malos, de cuñados, a provocar el runrún del adelanto electoral".
Inmaculada Nieto ha impreso en esta legislatura un modo de debatir muy pausado, tanto que su serenísima señoría se ha distinguido por ser la portavoz más respetuosa con el Gobierno. Hasta este miércoles, que sin abandonar el tono amable, le ha espetado a Juanma Moreno: "Usted es un mal gobernante y un líder orgánico débil, que se ha dejado llevar por los delirios de Pablo Casado, que ha hecho mucho daño a España (...) Usted es un mal gobernante, ha hecho daño a Andalucía este mes". Nieto sostiene que el viaje de Juanma Moreno a Bruselas para denunciar el reparto que el Gobierno de España está haciendo de los fondos europeos no es más que una estrategia, y fallida, de Pablo Casado.
Si Nieto practica una oposición moderada, Manuel Gavira es el impetuoso. Hay que marcar diferencias. Quien fuera el aliado en la investidura de Juanma Moreno, le pidió a éste que se fuese. No con esas palabras, que aún no ha llegado el momento aznariano, sino así: "Si no puede, dé un paso al lado y no moleste". Manuel Gavira y Juanma Moreno se han acusado, mutuamente, de parecerse al PSOE, de hacer oposición, o gobierno, como lo habían hecho los gobiernos socialistas. Para Gavira, la única estrategia del líder del Gobierno andaluz es de blandir el agravio del Ejecutivo Sánchez con Andalucía. Y algo más: le ha afeado al presidente que se siente con los sindicatos de clase, Comisiones y UGT, de los que ha sostenido que fueron piezas claves en la corrupción política en la comunidad.
Y ahí Moreno estuvo rápido, al airear que hace solo 24 horas que Vox se ha sumado a la huelga general que Comisiones y UGT han convocado en la sanidad pública para este mes de febrero. "Señor Gavira, lo que hace es incongruente, esto les lleva al estancamiento electoral, nadie entiende lo que hacen, nadie comprende este bloqueo", le espetó Moreno a su antiguo aliado.
Vox ha iniciado una campaña de críticas a la gestión sanitaria que titula "Salud no responde", con lo que ahonda en el flanco más débil del Gobierno de Juanma Moreno. 2022 es el último año de esta legislatura, y como todos los finales del primer mandato de un presidente también se anuncia el final de la Luna de miel del que todo dirigente suele disfrutar. Su anterior aliado, Vox, intenta forzar las elecciones para volver a ser el socio del PP, pero esta vez desde dentro del Gobierno. Y eso es lo que Alfonso Fernández Mañueco ha intentado en Castilla y León, manipular un calendario para zafarse de Santiago Abascal y va directo a ser engullido en su seno.
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