La aldaba
Carlos Navarro Antolín
La Sevilla fina en la caja de Sánchez-Dalp
España se encamina hacia la tercera ola de la pandemia, aunque Andalucía parece que todavía sigue en una meseta en torno a una incidencia relativamente baja. El último dato del 2020, que no se actualizará hasta este mediodía, dejó en la comunidad una tasa de 140,6 casos por cada 100 habitantes en los últimos 14 días. Esta situación de “estabilidad” llegó el 12 de diciembre después del pico que se alcanzó el 9 de noviembre, con 573,3 casos acumulados. Colocarse en esa meseta solo fue posible después de un mes con la actividad no esencial cerrada a partir de las 18:00 –con la excepción de Granada, donde el cierre fue total–, pero la situación cambió justo ese 12 de diciembre en un intento de la Junta por “abrir el grifo” de la economía tras controlar una segunda ola que parecía desbocada.
Desde que entraron en vigor las medidas para Navidad, el mencionado 12 de diciembre, la incidencia en la comunidad ha oscilado entre los 133 y los 149 casos acumulados por 100.000 habitantes, aunque es cierto que el parte de la Consejería de Salud y Familias del último día de 2020 dejó la jornada con mayor número de positivos del mes de diciembre, con más de 1.700. En el apartado de datos positivos, destacó el descenso de hospitalizados, por debajo de los 1.000 otra vez tras varias jornadas superando el millar. Eran 976 ingresados con Covid-19, 210 de ellos en UCI.
En una entrevista concedida a Europa Press, el vicepresidente de la Junta, Juan Marín, aseguró que la intención del Gobierno andaluz es mantener las restricciones vigentes, que permiten mayores aperturas a sectores como el comercio y la hostelería, así como los viajes entre provincias. Las normas actuales tienen como horizonte el 10 de enero, aunque antes, el día 4, los técnicos de salud pública y epidemiología de la Consejería de Salud y Familias revisarán la situación.
Marín confía en que, después de estos análisis, no sea necesario endurecer las limitaciones, lo que significará que las reuniones navideñas que se han producido en los últimos días. El vicepresidente y también consejero de Turismo reconoce que las normas que se apliquen a partir del día 10 dependerán de la evolución sanitaria, pero también es cierto que en esa jornada todavía no podrán evaluarse los efectos de las cenas de Nochevieja y mucho menos de las reuniones que se produzcan con motivo del Día de Reyes.
“Aunque la evolución esté siendo positiva no podemos bajar la guardia en ningún momento”, insiste Marín en la entrevista, en la que se congratula de que el cumplimiento de las restricciones en el mes de noviembre ha permitido que la Navidad se esté celebrando con “un poco más de tranquilidad” y la gente pueda salir a la calle y visitar a familiares. El vicepresidente de la Junta pidió comprensión a sectores como el de la hostelería por las medidas adoptadas y advirtió de que si se endurecen las restricciones es para “salvar la vida de las personas.
“Ante eso, si tenemos que tomar alguna decisión a partir del día 10 de enero, pues se haría, pero en este momento no es necesario porque la evolución sigue siendo positiva”, indicó el vicepresidente, quien ha confiado en que toda la ciudadanía siga cumpliendo con las medidas de seguridad y con las normas para evitar un aumento de los contagios. Para Marín, la situación actual de la pandemia en la comunidad demuestra que la Junta ha tomado las medidas “adecuadas, en el momento adecuado”, aconsejada por los expertos. En este sentido, ha rechazado las críticas de “caos e improvisación” que desde los partidos de la oposición, como PSOE, Vox y Adelante Andalucía se han lanzado contra el Ejecutivo autonómico.
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