Jesús Aguirre pide a la población reducir la movilidad pese a la relajación de medidas
El titular de Salud reconoce que las cifras son todavía “preocupantes” y llama a la precaución
“Mi misión no es salvar la Navidad, es salvar vidas”. Así de tajante se mostró ayer el consejero de Salud y Familias, Jesús Aguirre, que hizo un llamamiento a la población a restringir la movilidad antes de informar en el Parlamento sobre acuerdo alcanzado en el Consejo Interterritorial sobre la relajación de las medidas en los días más señalados de las fiestas: el 24, 25 y 31 de diciembre y el 1 de enero. La aspiración del Gobierno andaluz era que las normas fueran las mismas para todo el país y la coincidencia con el Ministerio de Sanidad fue casi total. Aunque todavía faltan varias semanas para las fiestas, la relajación de las restricciones e aprobó por “amplio consenso”, reconoció el titular andaluz de Salud.
Para conocer qué ocurre con el resto de restricciones y con los horarios que regirán en sectores como la hostelería o el comercio habrá que esperar al 9 de diciembre. La determinación del Gobierno andaluz es clara, no tomarán medidas hasta que la reunión del comité de expertos prevista para el próximo miércoles, una vez que pase el puente de la Inmaculada. El objetivo de esta dilación es dejar actuar a las medidas vigentes para que la incidencia del virus siga descendiendo y abrir la mano en fechas previas a la navidad.
Según los datos de la Consejería de Salud y Familias, la tasa de contagios estaba ayer en 269 casos por cada 100.000 habitantes. El descenso respecto a la jornada previa supera el 8%, por lo que el control de la pandemia se ha acelerado en los últimos días. De seguir así, Andalucía llegará al 9 de diciembre con una tasa cercana a los 150 contagios por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días. La cifra es similar al que registraban las estadísticas entre el 22 y el 23 de septiembre, antes de la escalada que llevó al pico de la segunda ola –y de toda la pandemia, hasta el momento–, pero no es el único dato que los expertos tienen en cuenta para tomar decisiones.
Jesús Aguirre suele recordar que la presión hospitalaria es la variable más preocupante en el control de la pandemia. La buena noticia es que también esa curva está en descenso y el número de ingresados como consecuencia del Covid-19 bajó ayer de los dos millares por primera vez. Concretamente, ayer había 1.998 pacientes en los hospitales como consecuencia del coronavirus, la cifra más baja desde el 27 de octubre.
Además, también se redujo el número de ingresados en las UCI, con 404, 15 menos que en la jornada anterior. El objetivo último de todas las medidas que se llevan tomando desde marzo es evitar las muertes por coronavirus, pero todavía falta para que las cifras de decesos dejen de ser abultadas. De hecho, ayer fue la cuarta jornada con mayor mortalidad desde el estallido de la pandemia, con 87 fallecidos.
“Estamos todavía en cifras muy altas, son muy preocupantes”, reconoció ayer el consejero de Salud y Familias, que compareció en el Parlamento justo después de la reunión con el resto de comunidades y el Ministerio de Sanidad. “No queremos que la tercera ola suponga un problema serio”, insistió Aguirre, que alertó de que las infecciones respiratorias propias del inverno todavía no han tenido una alta incidencia en Andalucía. “Todos tenemos que poner de nuestra parte”, insistió el consejero en una nueva llamada a la responsabilidad a la ciudadanía.
La respuesta de la oposición
La respuesta de la oposición fue dispar y fue el socio del Gobierno de PPy Cs quien se mostró más crítico con la aplicación de restricciones. La portavoz sanitaria de Vox, María José Piñero, criticó la “improvisación” que su partido detecta en la gestión que la Consejería de Salud y Familias hace de la pandemia. “No vamos a ser mejores por ser más restrictivos que el Gobierno central”, dijo esta diputada, que se preguntó desde el atril si “una tienda que mantiene hasta la sies de la tarde el distanciamiento a partir de esa hora no lo va a guardar”. Piñero, médico de profesión, también afeó a Jesús Aguirre que traslade a los ciudadanos la “responsabilidad” de atajar a pandemia en un “recorte de derechos fundamentales” que Vox rechaza.
Por su parte, el socialista Carmelo Gómez criticó la puesta en marcha de las ocho unidades móviles adquiridas por la Junta para hacer cribados. “Dejense de propaganda”, espetó el diputado del PSOE para instar después a Aguirre a “gastarse el dinero” en aumentar el número de pruebas que se realizan a los pacientes con sospecha de estar infectados y sus contactos estrechos. El diputado de Adelante Jesús Fernández tendió la mano al consejero, pero afeó al vicepresidente Juan Marín que avanzase algunas de las medidas en contraste con otros miembros del Gobierno que aluden siempre a los expertos par hablar de las restricciones.
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