Andalucía, 20 años en el vagón de cola de la educación

Según el Informe PISA

La comunidad andaluza siempre se ha situado entre los últimos puestos del ranking a nivel nacional desde que comenzó a participar en el Informe PISA

Los estudiantes andaluces empeoran en Matemáticas y Lectura y mejoran ligeramente en Ciencias

La Junta cree que el informe PISA confirma que el sistema educativo "resiste" el impacto de la pandemia

Imágenes del primer día de instituto en Sevilla
Imagen de archivo de alumnos de un instituto de Sevilla. / Juan Carlos Vázquez Osuna

Andalucía lleva cerca de 20 años en el vagón de cola de la calidad educativa, según el Informe PISA de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Los resultados del primer Informe PISA, que mide cada tres años las competencias científicas, matemáticas y lectoras de los alumnos de 15 años de los países miembros de la OCDE, son del año 2000, aunque Andalucía no participó de manera desagregada hasta la edición de 2006. Desde entonces, la comunidad se ha mantenido en un eterno letargo que ha situado a la región en los últimos puestos a nivel nacional y a bastante distancia de la media de la OCDE y de la Unión Europea.

En la edición del año 2006, Andalucía obtuvo 474 puntos en Ciencias, 14 puntos menos que la media nacional y 17 menos que la media de todos los países participantes; en la prueba de Matemáticas le faltaron 35 puntos para alcanzar la media de la OCDE, situada en 498; pero el batacazo final se produjo en el apartado de Lectura, en el que los estudiantes andaluces se quedaron a 47 puntos de los 492 de media.

En los tres casos, la comunidad quedaba también en puestos inferiores a España, aunque las puntuaciones del total del país tampoco lograron alcanzar los puntos de media.

La última edición, correspondiente a 2022, revela que en Matemáticas los estudiantes andaluces han obtenido 457 puntos, diez puntos menos que en 2018, cuando obtuvieron 467 puntos. En Lectura, los alumnos de Andalucía han obtenido 461 puntos, lo que supone cinco puntos menos que en 2018 (466), mientras que en Ciencias ha sufrido una leve mejoría con respecto a la edición anterior al lograr 473 puntos, dos más que en 2018 (471).

Los alumnos andaluces, no obstante, se sitúan lejos de la media nacional en todas las áreas. En Matemáticas la diferencia es de 16 puntos. Los estudiantes españoles han obtenido 473 puntos, en el peor resultado en la historia del informe (ya que desde 2003 siempre han obtenido al menos 480 puntos) y 8 puntos menos que en 2018, cuando obtuvieron 481 puntos. En Lectura, la diferencia de Andalucía respecto a la media nacional es de 14 puntos (la media nacional ha sido de 474 puntos, 3 puntos menos que en 2018, 477), aunque 13 puntos más que su peor resultado histórico en PISA, ya que en el año 2006 obtuvieron 461 puntos. En Ciencias, los alumnos andaluces están 12 puntos por debajo de la media.

Si se comparan estos últimos datos con los de la primera edición en la que participó Andalucía, se llega a la conclusión de que los estudiantes andaluces, en 17 años, han mejorado en Matemáticas y Lectura, pero no han evolucionado en Ciencias. Y con respecto al resto de comunidades autónomas, hoy los andaluces sólo se sitúan por delante de los jóvenes de Canarias, Ceuta y Melilla en los resultados en Matemáticas y Ciencias, y de las dos ciudades autónomas en Lectura.

En las primeras ediciones, estas evaluaciones internacionales dieron mucho que hablar en Andalucía. La confederación de madres y padres de alumnos (Confedampa) se avergonzaba de los resultados, lamentaba que nadie asumiera responsabilidades políticas e instaba a la Junta de Andalucía a tomar medidas urgentes en la formación de los escolares.

En estos primeros años, algunos estudios como el del catedrático de Sociología de la Universidad Complutense de Madrid Julio Carabaña titulado Las diferencias entre países y regiones en las pruebas PISA, intentaba explicar estos malos resultados aludiendo a que los estudiantes andaluces eran herederos de un retraso histórico, es decir, se aludía al nivel de estudios de los padres y se desechaban otras variables como las características de las escuelas, el sistema educativo o el nivel de cada centro.

De las 10 comunidades españolas que participaron en el Informe PISA en 2006, la andaluza registró el mayor índice de progenitores sin estudios. El 15,7% de los padres de los alumnos andaluces participantes no tenían estudios y sólo el 21,5% tenían estudios universitarios.

¿Cuáles son las causas que explican que Andalucía continúa en el vagón de cola casi 20 años después? Aunque los datos son mejores a los de los primeros años de la década de 2000, la foto actual que muestra el nivel de formación educativa de los andaluces merecería el baúl de las cosas para olvidar. Andalucía ocupa los puestos de menos relumbrón en el apartado de personas sin estudios –incluidos analfabetos– y se encuentra en los escalones más discretos en el porcentaje de ciudadanos con estudios avanzados. Hemos superado mucho pero tenemos residuos del pasado.

En un detalle sobre los niveles más altos de analfabetización, la población andaluza sin estudios doblaba en 2021 a la media de España (1,8% en Andalucía por 0,9% en España), según datos del Instituto Nacional de Estadística. No obstante, cabe destacar que la tasa actual de personas ocupadas analfabetas en Andalucía supone la mitad que hace una década (1,8% en 2021 por 3,6% en 2011). Por otro lado, el 40,3% de los andaluces tienen estudios superiores, frente al 28% de hace 10 años.

Profesionales de la enseñanza y sindicatos señalan los recortes de las plantillas; la falta de financiación; la situación del profesorado y su falta reconocimiento laboral y profesional; los ratios de clase; las deficiencias en la atención a la diversidad; el contexto socioeconómico, familiar y cultural de los estudiantes; y la falta de apoyo familiar como las claves que explicarían los resultados de Andalucía en el Informe PISA.

El peor y el mejor resultado de España

España ha obtenido esta semana sus peores resultados en el informe PISA desde que la prueba educativa, la más importante del mundo, empezó a publicarse en el año 2000. Pero al mismo tiempo, paradójicamente, también ha conseguido en cierta forma el mejor resultado. Los alumnos españoles del último curso de la ESO han bajado 8 puntos en Matemáticas respecto a la edición anterior, de 2018 (en la que ya cayeron mucho), hasta quedarse en 473. Han retrocedido tres en comprensión lectora, hasta los 474. Y han subido dos puntos en Ciencias, hasta los 485.

Sin embargo, el batacazo ha sido global. Este descenso del rendimiento se ha reflejado en la gran mayoría de los países de la OCDE, lo que ha hecho bajar la media en 17 puntos en Matemáticas, 11 en Lectura, y 4 en Ciencias. Esta caída ha sido aún más acusada en la Unión Europea, con bajadas medias de 20, 14 y 6 puntos respectivamente. Esta caída general ha hecho que España se haya acercado al promedio tanto de la OCDE y la UE, casi lo roce y en algunos apartados, incluso, se sitúe por encima. Lo que supone el mejor resultado de España.

En la octava edición de PISA han participado 690.000 estudiantes de 81 países de 15 y 16 años, 30.800 de ellos españoles. Los exámenes se realizaron con un año de retraso debido a la pandemia, en la primavera de 2022. Y la caída general de los resultados solo puede entenderse por el covid, que afectó al funcionamiento del sistema educativo, en mayor o menor grado, durante tres cursos.

Andalucía "resiste" el impacto de la pandemia

La Junta de Andalucía reconoce que los resultados del informe PISA no son "buenos" para Andalucía, ya que se sitúan por debajo de la media española, pero destaca que su sistema educativo "resiste mejor" que otras comunidades el impacto de la pandemia.

"Es evidente que no son buenos resultados, pero el contexto de la pandemia sí nos permite ver que Andalucía ha resistido mejor que la mayoría de los sistemas que tradicionalmente han tenido buenos datos", sostiene el gobierno andaluz.

Los indicadores generales del sistema educativo andaluz "han mejorado notablemente en los últimos cinco años, no sólo en términos absolutos sino también en comparación con otras comunidades", según la Junta.

"Cada año Andalucía se acerca más a la media nacional, algo que hace unos años era prácticamente impensable", apunta la Administración andaluza, que señala que la región ha reducido el abandono escolar en casi 7 puntos y apunta que "está ya casi en convergencia con la media nacional, a la vez que ha crecido en 5 puntos en titulación de ESO, hasta alcanzar el 87,5%, a tan sólo dos puntos de la media nacional".

Para intentar mejorar los resultados de los escolares andaluces, el nuevo currículo de este curso contempla un aumento del 11% de las horas de Matemáticas en Primaria.

Además, como refuerzo, la semana pasada se anunció el Plan de Impulso del Razonamiento Matemático, que recoge acciones destinadas a mejorar la didáctica de las matemáticas mediante la formación docente o la creación de la figura del especialista en matemáticas en cada centro.

Para mejorar la comprensión lectora, la Junta recuerda que ha introducido la lectura obligatoria planificada de 2,5 horas semanales desde 1º de Primaria hasta 4º de Secundaria. Y en el desarrollo de la competencia científica, apuesta por el incentivo de las STEAM con asignaturas como computación y robótica, implantadas desde 2020.

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