Inés Arrimadas pide un cambio de Gobierno "para que Andalucía sea imparable"

Albert Rivera presenta en Sevilla el esbozo de su programa nacional en un acto con pocas menciones a Andalucía

Rivera saluda a un simpatizante.
Rivera saluda a un simpatizante. / José Ángel García
Carlos Rocha

29 de septiembre 2018 - 13:08

Inés Arrimadas cree que “Andalucía puede ser imparable”, pero sólo si el PSOE abandona el Palacio de San Telmo. En realidad no ha mencionado a los socialistas, ni a ningún otro partido, ni siquiera al suyo para postularlo como alternativa. Pero la líder de la oposición en Cataluña no quiere “ni un año más con los mismos gobernantes”, ha asegurado durante el acto que Ciudadanos ha celebrado este mediodía en la Plaza de España de Sevilla.

“Andalucía imparable” fue un eslogan que durante años apareció en todos los carteles de la Junta. Eran los años de Manuel Chaves y la segunda o la tercera modernización. Entonces, una joven Inés Arrimadas estudiaba en la Universidad Pablo de Olavide, también en Sevilla. El lema la debió marcar, porque esta mañana ha aludido a él, sin acordarse de la Junta.

Porque la “Andalucía imparable” de la jerezana Arrimadas sólo es posible si se gobierna “con otras prioridades”, distintas a las que ha habido en más de tres décadas de gobiernos socialistas, que ha criticado sin nombrarlos. Eso sí, sin proponer a su colega en el Parlamento andaluz, Juan Marín, como el responsable de aplicar las políticas naranjas en la próxima legislatura.

Ciudadanos ha cerrado hoy, con el calor del membrillo, una convención que comenzó ayer en el mismo hotel donde el PP de Rajoy comenzó el calvario que lo sacó de Moncloa. Mismo escenario y mismo objetivo: rearmarse ideológicamente para encarar un ciclo electoral que empezará en Andalucía, salvo que Pedro Sánchez adelante las elecciones.

El fantasma del adelanto electoral lleva meses recorriendo Andalucía, pero sólo la presentadora se ha acordado de la inminencia de los comicios. “Andalucía puede ser capital del cambio después de cuarenta años de gobiernos socialistas”. Ni Inés Arrimadas ni el economista jefe de Ciudadanos, Luis Garicano, han hecho mención explícita al Ejecutivo andaluz ni al PSOE. Ni Juan Marín, que no ha subido al estrado.

El decálogo de Albert Rivera

Albert Rivera si se ha acordado de Susana Díaz para lanzarle un guiño a su lugarteniente andaluz. “Qué le gusta a Susana Díaz un aforamiento”, ha dicho el presidente naranja sin ninguna mención al pacto de investidura que ha sostenido la X legislatura andaluza ni tampoco a la ruptura que escenificó hace unas semanas en Málaga.

No se ha hablado de elecciones andaluzas ni de campaña, pero Rivera ha presentado un decálogo que será la base del programa de Ciudadanos en unas generales que el líder catalán quiere cuanto antes. En “las tablas naranjas” –en alusión a las de Moisés en el Sinaí– está la eliminación del impuesto de Sucesiones.

No hay elecciones convocadas. Ni Rivera ni Arrimadas, que viajarán mucho a Andalucía en los próximos meses, han subido el tono de crispación. Ni el acto de hoy, a pocos metros de San Telmo, ni la aritmética parlamentaria, son un argumento real para adelantar los comicios. Oero lo de este mediodía en la Plaza de España ha sido un acto de campaña. De las generales, al parecer.

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