Indignación por un tubo
medio ambiente
Vecinos y hosteleros de Zahara de los Atunes denuncian los malos olores del emisario submarino
Piden a la Justicia que cierre ya esa tubería "por bien de la salud pública"
"¿que no huele mal? ¿Pero quién dice que no huele mal? ¡Por Dios! Si aquí en verano apesta, sobre todo si hace poniente. Y todo por culpa de ese dichoso emisario submarino, que maldita la hora que lo construyeron". El hombre apura el cigarro a las puertas del Patio de Isabel. No puede asomarse mucho más, porque se calaría. Es viernes y es primavera. Pero en el centro de Zahara de los Atunes llueve como si no hubiera un mañana.
Los hosteleros de Zahara confiaban en hacer caja en este puente del 1 de mayo. Pero las nubes han reventado y aquí, en la calle Duquesa de Medina Sidonia, no hay nadie, al menos hoy. Ni en el Patio de Isabel, ni en Casa Chiquetete, ni en la Tapería Francisca, ni en La Botica... Fuera de este último establecimiento se anuncia que dentro hay papas aliñás, y ensaladilla, y huevas, y gambas, y croquetas... y abajo del cartel queda un renglón vacío donde a uno le entran ganas de escribir con tiza que aquí también hay indignación por un tubo. Por si alguien quiere degustarla.
No es un sentimiento unánime, pero el sentir mayoritario es el de malestar, o más bien indignación, por la decisión adoptada hace ya tres años por el Ayuntamiento matriz de Barbate de "tirar la mierda al mar" a mitad de camino entre las localidades barbateña y zahareña cuando llega el verano.
Para los que no conocen la historia se podría resumir así: Barbate, que tiene una depuradora de juguete que la Junta inauguró en 2000, arroja sus aguas residuales al Atlántico desde el estuario del río Barbate, junto a su playa urbana de El Carmen. Pero eso es así solamente ocho meses al año. Porque desde el 1 de junio y hasta el 30 de septiembre se activa un emisario submarino que arroja esas aguas por una canalización, un tubo de apenas 300 metros, a cuatro kilómetros de Zahara, y que entra en el mar frente a la zona militar del Retín, en una playa "no oficial", según la terminología empleada por la Junta Este emisario empezó a funcionar en verano de 2014 y los vecinos, comerciantes y hosteleros de Zahara le han declarado la guerra porque dejan olores fétidos en el pueblo durante la temporada estival. El temor es que eso termine espantando a un turismo que da de comer a Zahara de los Atunes para todo el año.
"Claro que estoy preocupado. Es que en esa playa se baña mi hija, y es imposible que esté tranquilo. Es que estamos hablando de una cosa tan importante como la salud pública". Gaspar Castro es el presidente de la Asociación de Comerciantes de Zahara (Acoza), que hace un año interpuso una querella contra cargos del Ayuntamiento de Barbate por un supuesto delito medioambiental. La organización reúne a más de un centenar de comerciantes y hosteleros de Zahara. "Ni queremos mandar a nadie a la cárcel, ni queremos una guerra con Barbate, ni nada por el estilo. Lo único que queremos es que dentro de un mes, cuando llegue el 1 de junio, ese emisario submarino no vuelva a funcionar. Y ya está. En cuanto un juez ponga eso por escrito, nosotros retiramos la querella".
El presidente de Acoza no deja lugar a la duda. "Por supuesto que hay malos olores en Zahara. Lo que pasa es que cuando hace levante se disimula mucho. Eso fue precisamente lo que pasó el verano pasado. Pero como este año toque una época de mucho poniente, esto puede ser horroroso. Y no sólo eso, porque hasta la orilla llegan también toallitas húmedas, bastoncillos... mucha porquería".
La querella criminal que interpuso hace ahora un año la asociación va directamente contra el alcalde de Barbate, Miguel Molina (PA), contra su predecesor, Rafael Quirós (PSOE) y contra concejalas del anterior y del actual gobierno municipal y hasta contra los responsables de Aqualia, la empresa que desde hace pocos años tiene a su cargo la gestión integral de agua en Barbate y, por consiguiente, la controvertida depuradora.
Aqualia asegura con rotundidad que es "científicamente imposible" que lo que arroja el emisario pueda provocar malos olores. Desde la depuradora explican que esos residuos sobrantes que se evacúan en el Atlántico no es agua depurada, evidentemente, porque la EDAR de Barbate es lo mínimo que se despacha en depuradoras, pero sí es agua tratada porque se le ha retirado buena parte de las inmundicias. En sus informes que se han sumado a esta causa judicial, la Consejería de Medio Ambiente ha indicado, entre otras cosas, que Barbate lleva 30 años vertiendo sus aguas residuales al mar sin autorización, pero también que esos vertidos -aunque superan los límites legales de contaminación fijados por la normativa europea- no son dañinos ni para la flora, ni para la fauna, ni para las personas.
Los argumentos de Aqualia son refrendados también por algunos vecinos de Zahara. Una de ellas es María Luisa Ruiz Cana, que sabe de lo que habla porque fue muchos años alcaldesa pedánea de esta población. Ruiz Cana lamenta que "alguien" esté intentando sembrar una estrategia de la confusión con el emisario submarino como telón de fondo, y niega que en Zahara huela mal en verano. "En absoluto. Todo es mentira. Puede en todo caso que algún día muy concreto en el que sople mucho poniente se pueda notar algo por donde entran las tuberías al mar. La gente que pasee por la zona puede que huela algo. Pero aquí en el pueblo eso no llega. En absoluto".
Ruiz Cana, socialista confesa, aprovecha para defender la gestión de Quirós, alcalde de Barbate desde 2007 a 2015, impulsor del emisario submarino. "Conozco bien a Rafa, y si él dice que el emisario tenía todos los permisos y todos los papeles en regla, seguro que es así".
El sucesor de Ruiz Cana es hoy Agustín Conejo, reconvertido de alcalde pedáneo en presidente de la ELA de Zahara de los Atunes. Conejo, militante del partido independiente Gente de Zahara, reconoce abiertamente que las quejas por los malos olores son habituales en el pueblo todos los veranos. "Sí, son muchas las personas que protestan y yo ya he trasladado esa queja a Aqualia unas 20.000 veces. Pero nadie nos hace caso". Y tiene claro que todo tiene su origen en la pésima depuradora que atiende a ambos núcleos urbanos, "la culpable de que en los últimos cuatro años no hayan concedido la bandera azul de los mares limpios de Europa a ninguna playa del municipio barbateño".
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