Imprescincibles en rebajas
MODA
Vestidos camiseros de día y trajes largos que se reinterpretan de noche deben ir en la lista de la compras de las rebajas. Para la playa, el estilo ‘pin-up’ y los cuellos ‘halter’ cobran protagonismo
No ha sido una buena temporada para hacer caja. La ropa se ha acumulado en las estanterías y las rebajas son ahora el mejor momento para que comerciantes y compradores se reconcilien. Hasta el 31 de agosto las grandes cadenas de moda y también las pequeñas tiendas que miman al cliente de forma personal cuelgan en sus escaparates el cartel de rebajas. Agustín Velasco, crítico de moda y editor de publicaciones de vanguardia como Neo2 o Clone explica para RdA cuáles son esas prendas que deben ir en nuestra lista de la compra para diferenciar, en tiempos de crisis, lo que es una ganga de un puro capricho. Lo que, por su versatilidad, puede formar parte del fondo de armario todo el verano y lo que, por contra, será sólo amor de un día.
“Prima la comodidad frente a la sofisticación. Por eso, las prendas que mejor funcionan son las que se pueden llevar desde la mañana a la noche y siempre están a tono con un simple cambio de complementos”, opina Velasco. Coincide en esta visión Pilar Martínez, encargada de la tienda Menchén Tomás, la única de esta firma en Andalucía. En esta tienda de la sevillana calle Cuna se pueden encontrar auténticas joyas en vestidos de fiesta que pueden “reinterpretarse” para el día. “Aparte de la línea urbana, las colecciones de Menchén Tomás destacan por sus vestidos y faldas de fiesta: largos, cortos, de cóctel.... Son prendas que tienen en común la calidad de sus telas, sedas naturales en su mayoría, y la femineidad y sensualidad de sus cortes”, explica Pilar, que destaca sobre todo la “versatilidad” de este tipo de ropa. “Aconsejamos siempre a las clientas que se compren aquello que les sienta bien, independientemente de si es tendencia o no. Y le ayudamos a comprender que una buena prenda, como nuestros vestidos largos pueden tener mil usos: con tacones, para una fiesta de noche y con unas sandalias planas forma la perfecta combinación para disfrutar de una mañana en la ciudad”.
De hecho, la tendencia es llevar los vestidos largos, “pero largos hasta los pies”, según Velasco. Estos deben ser amplios y de movimiento glamouroso e inspiración hippie, con estampados brillantes, florales o psicodélicos, con cortes que imitan a las túnicas y los caftanes. Lucía Tejedor, dueña de la tienda Lapitusa, posa para este reportaje con uno de ellos en tonos azules y verdosos muy al estilo de esos vestidos que se vieron en el Festival de Woodstock, como recuerda Velasco, aquel verano del amor y el sueño del cambio. “La gente viene buscando prendas que tengan ese rollo hippie: pantalones bombachos, morunos, vestidos largos... Y en cuanto a colores, el morado ha tenido bastante tirón”, explica.
Además, están los tonos naturales siempre presentes en la temporada estival. Para Velasco, esos son los colores “imprescindibles” para la mañana. La opción más acertada es el “vestido camisero, ligero, en telas naturales, y en muchos casos de inspiración safari. Un vestido que da libertad de movimientos y que se confiere como un básico donde los maxicomplementos y los de inspiración étnica siempre lucen a la perfección”. Según el crítico de moda, cadenas como Massimo Dutti, Mango y Tintoretto tienen entre sus propuestas vestidos que siguen estas tendencias y asequibles, en rebajas, a la mayoría de bolsillos.
En su versión pin-up, Lapitusa también ofrece un amplio abanico de trajecitos que visten a una mujer “supercoqueta” que quiere sentirse como una muñeca. Marcas como Ana Sui, Tsumori Chisato, April&May, Circus, imprescindibles en el Soho neoyorquino, son algunas de las firmas que se cuelgan en sus percheros.
Lapitusa también tiene una cuidada selección de biquinis en esa línea de corte retro, con estampados de flores Liberty, por ejemplo. Para Velasco, lo último son las dos piezas estilo años 50. “El top viene en múltiples variantes: de tirantes, sin ellos (palabra de honor), anudados al cuello (escote halter)... pero las braguitas que más se repiten son las de inspiración culotte, las de talle alto que convierte a las mujeres en sensuales pin-up de los años 50” . Es, sin duda, una buena noticia. Estos cortes no exigen tener una figura perfecta como sí sugerían los microbiquinis de temporadas pasadas, difíciles de llevar incluso para cuerpos perfectos. Si lo que se intenta es ahorrar unos euros e invertirlos mejor en el chiringuito de la playa, la cadena Oysho cuenta con un amplio muestrario de biquinis de aire retro en los que aplica generosos descuentos a sus prendas.
Se sigan las tendencias propuestas o no, lo importante es comprar sólo aquello que gusta y favorece. Las modas son modas... el fondo de armario, permanece. Y las rebajas pueden ayudar a componerlo.
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