Iglesias, Echenique y los girondinos
política
Los intentos infructuosos de Teresa Rodríguez por lograr mayor autonomía para Podemos Andalucía empañan los primeros pasos de la confluencia con IU
En los primeros compases de la Revolución francesa, fueron los girondinos y los jacobinos quienes se disputaron el control de la Convención Nacional. Los primeros reciben el nombre de la región francesa de Gironda, al sur del país, y defendían un modelo federalista del Estado. Ganaron los segundos, partidarios de una visión centralista del Estado. Y más de dos siglos después, la política sigue en la misma disputa, pero hay partidos que combinan el federalismo de los girondinos y el centralismo del mismo Robespierre, que mientras tuvo la cabeza sobre los hombros fue un célebre líder jacobino. Podemos defiende la plurinacionalidad del Estado, pero tiene sus reservas con la federalización del partido. Lo sabe muy bien Teresa Rodríguez, coordinadora andaluza del partido, que lleva dos años intentando que Madrid afloje los nudos que mantienen a la organización andaluza atada a la dirección estatal.
El control férreo desde Madrid era lógico para todos los que se embarcaron en Podemos, allá por la campaña de las europeas de 2014. Luego vino el intento -fallido- de asaltar los cielos. Pero una vez establecidos, hubo quien pidió control desde el territorio. Rodríguez lo llevó en su campaña de primarias a la II Asamblea Andaluza, en la que revalidó el liderazgo por una mayoría aplastante. Lo llamativo es que sus contrincantes, las errejonistas Carmen Lizárraga y Begoña Gutiérrez, estaban en el mismo barco. El jacobinismo en Podemos es cosa de los pablistas y en Andalucía son minoría. Por ese motivo, en plena pugna por el liderazgo nacional, los afines a Pablo Iglesias, se acoplaron en la lista de Rodríguez -Por una Marea Andaluza, se llamaba-. La relación entre el pablismo y la corriente Anticapitalistas ha sido, desde que surgió Podemos, casi un matrimonio de conveniencia. En Vistalegre II fueron Rodríguez y el eurodiputado Miguel Urbán, de Anticapitalistas, quienes se acercaron al secretario general.
Esta relación provoca anomalías como que la diputada de Unidos Podemos por Huelva Isabel Franco, afín a Iglesias, haya abandonado el puesto que ocupa en la dirección andaluza de Podemos. Franco accedió a la Secretaría de Sociedad Civil de Podemos Andalucía de la mano de Teresa Rodríguez. Para estar ahí tuvo que firmar los documentos de su candidatura, que abogaban por una mayor autonomía para Podemos. Y ahora deja el equipo de Rodríguez y la acusa de buscar una secesión del partido en Andalucía por el modelo de confluencias pactado por Podemos Andalucía e IU.
La dimisión de Franco llega una semana después de que Rodríguez publicase -sin querer- parte de una conversación con Pablo Echenique, el secretario de Organización de Podemos. En la captura de pantalla se ve cómo la líder andaluza acusa al número tres de Iglesias de divulgar un documento falso con un supuesto plan de Rodríguez y el alcalde de Cádiz, José María González, para desconectar Podemos Andalucía de la matriz. Hay coincidencias entre las críticas de Franco y la disputa con Echenique, pero hubo un tercer hito en este conflicto: las declaraciones del secretario de Organización de Podemos sobre las primarias pactadas por Rodríguez y Maíllo para la confluencia andaluza.
Echenique quiere mantener su modelo: primarias en cada organización y negociación posterior en función del peso de cada partido. En Andalucía la apuesta pasa por unas primarias conjuntas, pero piden confianza a Madrid para que dejen a la dirección regional pilotar la confluencia andaluza. En el equipo de Rodríguez están preocupados porque, según una encuesta propia, los andaluces no consideran que el partido esté arraigado. Lo achacan a la marca Podemos y su jacobinismo. Pero ésa no es la única razón esgrimida para justificar sus peticiones autonomistas. Recuerdan también que la mayoría de inscritos apoyó a Rodríguez en las primarias y son ellos quienes respaldaron ese modelo más descentralizado.
"¿Cómo vamos a presentarnos ante la sociedad como alternativa al PSOE en Andalucía si nuestra dirección en Madrid no confía en nosotros?", se preguntan desde el equipo de Rodríguez. Y eso, aseguran, no significa que vayan a poner una frontera con Iglesias en Despeñaperros. Recuerdan que la líder andaluza era la número dos del secretario general en esa lista al Parlamento Europeo que aupó a Podemos a la relevancia. ¿Qué ocurrirá si las negociaciones no llegan a buen puerto? En Podemos Andalucía confían en un acuerdo, pero también se preguntan qué sentido tiene liderar un proyecto donde, por orden de Madrid, no puedes desarrollar aquello a lo que te comprometiste con tus bases. En el sur aseguran que no van a romper el partido. ¿Lo harán los discípulos de Robespierre?
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