IU y Griñán coinciden en que el acuerdo no será sólo para el día de la investidura

El PSOE es el PSOE, pero IU es una federación de partidos de izquierdas liderada por el PCE, donde además confluyen varias sensibilidades. Por eso no es lo mismo Diego Valderas, el líder andaluz de IU, que José Luis Centella, cordobés y secretario general del PCE. Si Valderas representa la parte más favorable a un acuerdo estable con el PSOE para gobernar Andalucía durante los cuatro años, José Luis Centella realizó ayer unas declaraciones que cobran más valor por cuanto él representa una visión más ortodoxa. En un comunicado, Centella, que forma parte de la comisión negociadora que conversa con el PSOE, aseguró que IU tiene "la voluntad" de "garantizar la gobernabilidad en base a un acuerdo de legislatura o de gobierno en función de un compromiso mutuo alcanzado a la acción de 2012 a 2016". Es decir: que IU está dispuesta a gobernar con el PSOE, bien en un Gobierno de coalición -lo que implicaría varias consejerías dirigidas por la federación de izquierdas- o mediante un acuerdo programático para los cuatro años. Descarta, de este modo, un simple acuerdo que pase por votar al presidente de la Junta en funciones, José Antonio Griñán, el día de su investidura. Dejarlo pasar simplemente, que es lo que defiende el parlamentario y alcalde de Marinaleda Juan Manuel Sánchez Gordillo, líder de la CUT, casi "un verso suelto" en el seno del grupo de 12 parlamentarios de IU. Valderas ya envió una carta a las asambleas locales la semana pasada donde les solicitaba su opinión sobre el acuerdo de gobernabilidad o sobre el gobierno de coalición. No incluía la tercera opción: la de sólo votar la investidura.

La declaración de Centella coincide, además, con otra de José Antonio Griñán en la Cadena Ser, donde en una entrevista explicó que él no aceptaría sólo un apoyo a su investidura. Con algunas variaciones, eso es lo que le ocurrió a Manuel Chaves en 1994: IU se abstuvo en la investidura, lo dejó pasar, pero luego gobernó con el PP desde el Parlamento hasta el punto de que no le aprobaron los presupuestos y le obligaron a convocar unas elecciones anticipadas en 1996. El gobierno de coalición, que es la fórmula preferida por el PSOE, o el acuerdo para toda la legislatura conjura este tipo de inestabilidades en unos momentos económicos especialmente difíciles.

En su comunicado, Centella se muestra "consciente de la disciplina presupuestaria", aunque "no es compartida por IU", pero mantiene que este escenario le obliga a priorizar más que nunca el gasto social de la Junta. Éste es otro paso fundamental. IU asume, de modo oficial, la máxima de la disciplina presupuestaria; es decir, el objetivo de déficit público del 1,5% para finales de 2012, aunque Centella no lo cita explícitamente. Los socialistas publicaron el pasado fin de semana un decálogo para negociar con IU, y uno de sus puntos irrenunciables era, precisamente, el de la estabilidad de las cuentas. Otro asunto bien distinto es el de las políticas del Gobierno central para atajar el déficit, de la que difieren tanto IU como el PSOE. Esto "nos obliga a trabajar para construir una posición común frente a las políticas impuestas tanto de la UE como del Gobierno de España", explica Centella. En el comunicado, el secretario general del PCE mantiene que el Gobierno central puede llegar a "intervenir" a la Junta, que es una de las opciones que prevé la futura Ley de Estabilidad Presupuestaria para aumentar el control sobre las comunidades autónomas.

De este modo, con el apoyo estable a Griñán, las conversaciones entre IU y el PSOE ha dado un paso decisivo, aunque ahora les obligará a detallar, y prolongar más, por tanto, su período de reuniones. La entrada en el Gobierno supone hablar de un reparto de Consejerías y el acuerdo de legislatura, a un compromiso anclado en bases muy sólidas. Según fuentes de IU, la idea de Valderas pasaría por que el acuerdo no se cerrase antes del 19 de abril, cuando se constituya el Parlamento y se elija la Mesa, incluido el presidente o presidenta. Varias fuentes, tanto de un partido como de otro, contemplan la opción de que éste cargo sea para uno de los parlamentarios de IU.

A partir de entonces, hay 15 días, durante los cuales, el presidente debe consultar con todos los partidos políticos sobre la opciones de cada uno de los candidatos. Así, el PSOE e IU podrían prolongar sus conversaciones hasta el 9 de mayo, cuando se convocase el Pleno de la investidura de Griñán, que se desarrollará durante dos días. Antes, posiblemente la semana anterior, IU debe realizar el referéndum previsto antes sus bases.