Hacienda sólo permitirá la emisión parcial de deuda si la Junta cumple el déficit en 2019
A causa del desvío del déficit de 2018, la Junta seguirá sin poder financiarse en los mercados, pero el dato de 2019 podría cambiar la situación. A finales del próximo mes de enero, la Intervención andaluza debe enviar a la del Estado el déficit con el que se ha cerrado este 2019. El desequilibrio entre ingresos y gastos no debe sobrepasar el 0,1%. Si fuese así, la Junta tendría grandes opciones de compatibilizar la salida a los mercados con la financiación a través del Gobierno. Sin embargo, ha sido el propio presidente Juanma Moreno quien ha adelantado que hay riesgo de que su Gobierno incumpla el objetivo en su primer Presupuesto.
El consejero de Hacienda, Juan Bravo, como sus antecesores socialistas, desea financiarse en los mercados. Buscar dinero para conseguir 1.900 millones de euros el próximo año. Sin embargo, el desvío del déficit hace que la Junta siga bajo el paraguas del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA), es el Gobierno el que presta el dinero a la comunidad y, aunque lo hace bajo unas condiciones bastante buenas, la Junta desea hacer uso de una autonomía financiera que perdió en el año 2012. Y en la misma situación se encuentran otras comunidades, todas las que han incumplido los objetivos de déficit.
Esta es la pugna que mantiene el Gobierno andaluz con el Ministerio de Hacienda, no es económica, puesto que el Estado presta ahora al cero por ciento de interés, sino de prestigio y de independencia. La Junta no está intervenida, como sostiene el Gobierno andaluz, sólo limitada a pedir deuda a través del FLA con una serie de condicionantes de vigilancia. Aquellas comunidades que son cumplidoras, caso de Madrid, se financian por completo en los mercados, con el único requisito de prudencia financiera; esto es, que no contraten dinero a unos intereses que el Tesoro considere alto.
Así es como desea estar el Gobierno andaluz. Y si no, contempla hay una vía intermedia: que una parte del dinero lo consiga a través de un fondo de Facilidad Financiera (estatal pero menos riguroso que el FLA) y la otra, en los mercados. Si la Junta cerrase 2019 con un buen déficit, del 0,1%, estaría en condiciones de conseguirlo.
El problema es que la Consejería de Hacienda confeccionó el diseño del Presupuesto de 2019, ya del PP y de Ciudadanos, con unos ingresos que no llegarán, son algo más de 500 millones de euros procedentes del IVA. El Gobierno central iba a entregar a las comunidades un mes extraordinario de ingresos del IVA a causa de una automatización de los cobros, pero su materialización iba en los Presupuestos Generales del Estado que PP, Ciudadanos e independentistas le tumbaron a Pedro Sánchez. Fue la causa de la convocatoria de elecciones generales. La oposición a Sánchez dejó bastantes heridos en las comunidades. El Senado también rechazó relajar el objetivo de déficit para 2018. De no ser así, la Junta hoy no sería incumplidora.
Esta posibilidad de incumplimiento es que el ha hecho que Moreno adelante el riesgo. Sería un mal bautizo, su primer Presupuesto, el del cambio, acabaría con un desvío. La Junta podría acudir a los tribunales para demandar la cantidad, pero sería un proceso largo y no evitaría la salida de la lista roja. Algunas fuentes, oficiosas, de la Consejería de Hacienda explican que aún habría margen para cuadrar bien las cuentas, son 500 millones de gastos que podrían imputarse a otro ejercicio.
Si la Junta acabase con el 0,1% podría pasar a Facilidad Financiera. Con eso y un buen dato de pago a proveedores y un bono en grado de inversión, Juan Bravo contaría con una salida parcial a los mercados. Si no fuese así, estaría bajo el FLA por más de un año.
Vuelta a la confrontación
El Gobierno andaluz ha tirado de hemeroteca y repite, con motivo de la financiación, la misma estrategia de confrontación que los ejecutivos de Manuel Chaves practicaron con José María Aznar. El Gobierno maltrata a Andalucía, los males económicos de la Junta se deben al PSOE. Ése ha sido el mantra de esta semana, la denuncia de una supuesta intervención de las cuentas que algunos dirigentes del PP han llamado "golpe de Estado económico" o "155 económico". No hay intervención, el Gobierno no visa los pagos de la Junta ni hay que enviar la contabilidad a Madrid cada mes. Eso es una intervención, estar obligado a endeudarse a través del FLA es la misma situación de muchas comunidades.
Sí ocurrió que en 2018, el último Gobierno socialista y el nuevo del PP y de Ciudadanos sí salieron a los mercados, con emisiones exitosas del 600 y 1.200 millones de euros, respectivamente. Pero en 2018 se trabajaba con las cuentas anteriores, cuando no hubo desvío.
En cualquier caso, la Junta se está moviendo en desfase presupuestarios cercanos al cero, se tratan de cantidades muy bajas comparadas con los más de 38.000 millones de euros de los que consta el Presupuesto de 2020.
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