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Griñán rinde cuentas

El presidente justifica su dimisión para "preservar a la Junta de la erosión del caso de los ERE". Asegura que su salida, que califica de "inédita" en política, no significa asumir responsabilidades políticas.

Griñán rinde cuentas
Juan M. Marqués Perales

27 de agosto 2013 - 12:10

Si esto no es asumir responsabilidades políticas, se le parece mucho, aunque tanto el afectado, José Antonio Griñán, como su partido, el PSOE, aseguran que no es eso. En cualquier caso, lo de ayer sí fue una rendición de cuentas, con entrega a los periodistas de cuatro documentos conocidos que demuestran que no ha habido ni un gramo de enriquecimiento durante el ejercicio de su función. Dos declaraciones del IRPF y dos declaraciones de bienes, correspondientes a los años 2009 y 2012, el del nombramiento de Griñán como presidente de la Junta y el último completo antes de su dimisión. Y un mensaje al PP: "Nunca oculté bienes, nunca cobré otros sueldos, siempre declaré mis ingresos y mi patrimonio es el mismo que hace cuatro años". Pues, eso, si no es la asunción de responsabilidades políticas, se le parece, y en cualquier caso, se trata de una rendición de cuentas.

Griñán se va por varias razones. Tres en concreto: la primera, de índole personal y familiar; la segunda, para favorecer la renovación generacional en el Gobierno andaluz, y la tercera, para "preservar a la Junta de Andalucía de la erosión que se ha producido en la figura del presidente, creo que indebidamente, por el caso de los ERE". El día de su despedida, el día en que Griñán presentó su dimisión como presidente andaluz después de 52 meses de mandato, colocó el asunto de los ERE en el primer plano de su discurso.

"Resulta imposible obviar que esta caso ha dañado la imagen de la Junta de Andalucía, un caso grave que ha supuesto una ofensa para aquellos que pasan privaciones", aseguró el presidente en el Palacio de San Telmo, donde indicó que las denuncias políticas le han causado un profundo daño personal y familiar, por lo que con esta decisión trata de evitar es que los ERE se conviertan en un "obstáculo" para el Gobierno andaluz. Es decir, que él da un "paso atrás" para zafar a la Junta de un caso que califica de grave, aunque no se considera un responsable político de ello. Aun así, Griñán adjetivó su dimisión de "inédita" en la política española; por tanto, se trata de un cese causado por la evolución de un caso de corrupción, aunque él no se sienta responsable de lo sucedido. Es más, el ya presidente en funciones -lo será hasta la semana próxima- cree que no hay razón alguna para que la juez instructora de los ERE, Mercedes Alaya, solicite su imputación a un tribunal superior. De este modo, Griñán sí aceptaría el éxito de aquellos que pusieron en marcha una estrategia judicial y política cuyo objetivo principal era su cabeza. "Doy el paso atrás, y espero que el tiempo le dé la razón a quien la tiene y se la quite a quien no la posee (...) Se verá que mucho de lo dicho son mentiras. Y dañinas".

De este modo, con alusiones constante al caso, la dimisión de Griñán estará históricamente ligada a los ERE, a pesar de que él no fue ni presidente de la Junta ni consejero de Empleo durante los años investigados. ¿Qué fue, entonces? ¿Cuál fue su grado de implicación? En algunos de esos años, Griñán actuó como consejero de Economía y Hacienda, al departamento que llegaron los informes del interventor general, Manuel Gómez, alertando, entre otras irregularidades, de que las ayudas a los desempleados que concedía Empleo se tramitaban sin ningún rigor administrativo. Los informes iban dirigidos a Griñán como consejero de Economía y Hacienda, pero su versión es que no actuó porque el interventor no se lo pidió. Él, sin embargo, asegura que Griñán debía de haber considerado tales informes cada vez que la partida de los ERE se quedaba sin presupuesto y él, como consejero responsable de las cuentas públicas, ampliaba el crédito. Su entonces viceconsejera, Carmen Martínez Aguayo, ha repetido que ella no entregó nunca tales informes a Griñán. Ello provocará, posiblemente, la salida del Gobierno de Martínez Aguayo una vez que la nueva presidenta, Susana Díaz, sea elegida por el Parlamento y forme su gabinete.

La dimisión del presidente ya se ha comunicado al Parlamento andaluz, de tal modo que los próximos miércoles y jueves se celebrará el debate de investidura de Susana Díaz como presidenta de la Junta. La ejecutiva andaluza del PSOE aprobó ayer por la tarde proponer su nombre al grupo. A Díaz también le apoyará IU, el socio de Gobierno.

Tres, se ha explicado, han sido las razones que han llevado al presidente a marcharse. Junto al caso de los ERE, Griñán ha indicado que también se trata de favorecer la renovación tanto en la Junta como en su partido. Lo citó él: en los 31 años de historia de la autonomía andaluza, ha habido cuatro presidentes y los cuatro han nacidos entre 1944 y 1947. Él es de 1946, tiene 67 años, y cede el paso a una presidenta nacida en Sevilla en 1974: cuando asuma el cargo, Susana Díaz tendrá 38 años. Griñán sostiene que la presencia de los políticos de la Transición en la esfera pública española -el sería ya el único en su partido, a excepción de la importante presencia de Alfredo Pérez Rubalcaba- ha supuesto la "postergación" de las siguientes generaciones. Por eso también se va: para dejar paso a una generación que, según él, es la hegemónica en la sociedad, la de los años setenta, la de Susana Díaz. "Nosotros -se refirió a los políticos de la Transición- somos inmigrantes en un mundo que ha cambiado".

La primera razón de su salida, de la que siempre habló, es de índole familiar y personal. Griñán hace tiempo que desea dedicarse a su familia, en especial a algunos miembros que están enfermos, y quiere recobrar la libertad que no tiene un presidente de la Junta. ERE, renovación y razones personales que ya estaban en la mente del presidente cuando en junio, durante el último Debate del estado de la Comunidad aseguró que su marcha no iba a significar su dimisión. Iba a agotar su mandato.

Eso fue lo que anunció al Parlamento, algo que, en efecto, no ha cumplido. ¿Mintió? ¿Había decidido en esos momentos que dimitiría después de convocar elecciones primarias en su partido? No. "No mentí al Parlamento, ha habido circunstancias personales que no voy a detallar, pero que me han obligado a adelantar los tiempos", indicó ayer en su rueda de prensa. La de despedida.

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