Griñán no quiere darle el gusto a la juez Alaya y al PP

Sevilla/El presidente Griñán ha intervenido durante un cuarto de hora para explicar su dimisión, que se hará efectiva a finales de agosto, posiblemente el 27 de agosto. De 11:30 a 11:45, en el Palacio de San Telmo. Fue una intervención con opciones a preguntas, y de lo explicado con frases y sugeridos con gestos, apuntamos las siguientes razones de su dimisión, así como sus contradicciones no aclaradas. Traje azul y gesto tranquilo.

1.- Mantiene que las razones familiares y personales son las "más determinantes", aunque no detalló cuáles eran. A sus 67 años, no tiene las fuerzas para seguir en el mundo de una política que, a veces aborrece, sobre todo cuando está marcada por la lucha partidista. Una hermana del presidente y un sobrino, al que se siente especialmente unido, están gravemente enfermos. Fue lo que no detalló.

2.- Griñán aseguró que no se va por el caso de los ERE, pero admitió, ante una pregunta sobre ello, que "me afectan cosas en los personal". La posibilidad de que la juez Alaya solicite su aforamiento al Supremo estando en el cargo de presidente es un asunto que le enferma. Hay que conocer la psicología de Griñán para entender que él no iba a darle el gusto a la instructora de querer imputarle siendo presidente. Prefiere dejar de serlo, antes de pasar por ese trance. La lógica política indica que el presidente debería esperar a que Ayala diera el paso y que expusiera sus razones, pero Griñán no es un político lógico. Sus impulsos le sobrepasan.

3.-Griñán está convencido de que parte de la instrucción de los ERE es una cacería política, que además es utilizada por el PP, cuando no forma parte de ella. Por eso, también dijo en su comparecencia que “el PP tendrá que hablar de otras cosas además de los Expedientes de Regulación de Empleo”. Es decir, se va, y le echa en cara al PP que ahora proponga qué idea tiene de Andalucía.

4.- Cuando Griñán convocó las elecciones primarias, el 26 de junio, se desconocía la fecha de declaración del ex interventor de la Junta, que será este jueves, y la imputación de la ex consejera de Economía, Magdalena Álvarez, que es una “imputación en diferido” contra él, utilizando la expresión de María Dolores de Cospedal. El entorno de Griñán e Izquierda Unida consideraban, creía, que el presidente se marcharía en noviembre o diciembre. En efecto, él ha adelantado el anuncio de su dimisión, y eso está relacionado con la declaración de este jueves del interventor.

5.- Griñán no dio una explicación creíble a su contradicción: aseguró en el Parlamento, ese 26 de junio, que agotaría la legislatura. Él. Ahora eliminó su participación, se contradijo, dijo que se agotará, pero con Susana Díaz. Segunda contradicción: todos los problemas que aseguró que había en el futuro (presupuestos de 2014, elecciones europeas..) desaparecieron de repente.

6.- Griñán reveló que Susana Díaz era su preferida ante Luis Planas porque, entre otras razones, la primera le ofrecía la posibilidad de marcharse sin convocar elecciones anticipadas. Planas no es parlamentario; por tanto, no puede ser elegido presidente por la Cámara. Susana Díaz sí, y además cuenta con el apoyo de los socios de IU.

7.- Cualquier acusación que el ex interventor de la Junta haga sobre Griñán ya no afectará al pacto de Gobierno con IU. En cualquier caso, para que Gómez acuse a Griñán o a Carmen Martínez Aguayo, tendrá que ser mediante autoinculpación. Ninguno de sus 15 informes contra el sistema de ayuda de los ERE, fue de “actuación”. Eso los hubiera paralizado. ¿Recibió alguna orden política para que no fuera así? Si la hubo, llevaría aparejada la imputación de un político, pero supondría que él, como funcionario independiente y veedor de las cuentas públicas, no cumplió con su deber.